Este virus, recuerdan los autores, puede causar serios daños neurológicos al feto, como la microcefalia, o provocar enfermedades en adultos, como el síndrome Guillain-Barre, un trastorno neurológico que conduce a que el sistema inmunitario ataque a una parte del sistema nervioso.
Para su estudio, los científicos aislaron anticuerpos humanos de los glóbulos blancos de individuos previamente infectados con el virus del zika y se centraron en un tipo en particular que destacó por su “potencia” en test preliminares, explica mencionada revista.
A continuación, analizaron el comportamiento de ese anticuerpo en un modelo de infección de zika en ratones.
En otro un experimento, explican, aplicaron este mismo tratamiento en hembras de ratón embarazadas antes y después de contraer las infección del zika.
En ambos casos, la carga viral tanto en la madre como del feto se vio reducida considerablemente, al tiempo que se limitaron los daños causados por el virus en la placenta y aumentó el tamaño del feto.
Estos resultados sugieren que este tratamiento podría ser útil como instrumento preventivo y también como terapia en individuos ya afectados por el virus del zika.
“Las pruebas, que demuestran que esta terapia antiviral puede prevenir o controlar la infección de virus del zika durante el embarazo en ratones, plantean la posibilidad de que se efectúen intervenciones significativas durante el periodo de gestación”, destacan los expertos.