Son la causa principal de mortalidad y morbilidad por enfermedad infecciosa en el mundo y cerca de 4 millones de personas mueren cada año por este tipo de padecimientos, afectando en mayor proporción a niños entre los cero y cinco años y a los adultos mayores.
Entre las que afectan con más frecuencia a los guatemaltecos, explicó el médico Juan Pablo Maselli, especialista en alergias e inmunología del Centro del Asma, se cuentan las infecciones respiratorias virales, como la influenza y el covid-19. También existen las infecciones por bacterias; por ejemplo, el neumococo, y enfermedades infecciosas crónicas, como la tuberculosis, así como las no infecciosas, como alergias y asma bronquial.
Con menos frecuencia se manifiesta la enfermedad obstructiva crónica, que se presenta en pacientes que han fumado o cocinado con leña por mucho tiempo.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó recientemente del aumento reportado de decesos por covid-19 en el continente americano y alertan el aumento de hospitalizaciones de niños por el VRS (Virus respiratorio sitial), así como el aumento de las temporadas de los casos de influenza. Se dice que es una triple amenaza de enfermedades respiratorias.
El médico pediatra, Edgar Beltetón, agrega que en las últimas semanas han aumentado los casos de pacientes en las clínicas por niños contagiados de estas enfermedades y comparte que en algunos casos los grupos familiares completos están enfermos.
El cambio en el organismo
Beltetón hace énfasis que durante la pandemia y con los niños encerrados provocó un reposo en la capacidad inmunológica y durante este tiempo no se enfrentaron a virus, lo cual representa que ahora existan cambios y los virus sean más agresivos, “hemos visto casos de complicaciones como neumonías y bronconeumonías en virus que antes no eran perceptibles”, explica.
La recomendación inmediata del médico es revisar los esquemas de vacunas de los niños. “En dos años y medio de pandemia se dejó de vacunar a miles de niños y es ahora el momento que reestablezcamos esquemas de vacunación porque esto ha demostrado tener resultados positivos”, dice el médico guatemalteco.
De acuerdo con la OPS, la pandemia por covid-19 causó el mayor retroceso ininterrumpido de la vacunación en 30 años, generando que 25 millones de niños lactantes no recibieran sus vacunas. Por eso, resulta necesario que tanto niños como adultos asistan a vacunarse o de lo contrario, podrían presenciarse más personas enfermas, un incremento en brotes de enfermedades prevenibles por vacunación y sistemas de salud sobrecargados.
El médico además insiste en la importancia de utilizar las pruebas diagnósticas para conocer con certeza el tipo de enfermedad y así llevar un mejor seguimiento de los pacientes.
“El reconocido médico Anthony S. Fauci, quien desde 1984 ha dirigido el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), parte de los Institutos Nacionales de Salud -y quien este mes dejará su puesto- ha recomendado retomar las medias de limpieza, lavado de manos, así como el aislamiento de pacientes que tienen infecciones en las vías respiratorios”, agrega Beltetón.
Según detalló la doctora Lenny Figueroa, líder médica de Vacunas para Pfizer Centroamérica y Caribe (CAC), existen otros factores que pueden causar que una persona se contagie con un virus o una bacteria más fácilmente y desencadenar una infección respiratoria aguda, tales como la edad, desnutrición, los lugares con alta concentración de gente, altos cambios de temperatura, la contaminación, las infecciones del pasado y la falta de lactancia materna, entre otros.
Tome las medidas necesarias
Identifique los síntomas. Las infecciones respiratorias agudas se manifiestan con tos, dolor de garganta, dificultad respiratoria, congestión y obstrucción nasal y hasta fiebre. En el caso de la neumonía, también se da la presencia de respiración rápida y retracción de parte inferior del tórax durante la inspiración y sibilancias (cuando es viral).
Para prevenir enfermedades del grupo familiar es importante protegerse y seguir las siguientes recomendaciones:
- Utilice la mascarilla en lugares públicos, habitaciones cerradas y en aglomeraciones.
- El lavado de manos es esencial.
- No se automedique. Si tiene molestias acérquese a un especialista para recibir un tratamiento adecuado.
- Revise el esquema completo de vacunación de los niños y adultos.
Sobre la vacunación
La vacunación comienza desde que nace el niño. En las primeras horas de vida, se administra la vacuna que previene la hepatitis B y la BCG, que protege contra formas graves de tuberculosis. El siguiente contacto para vacunación será a los dos, cuatro y seis meses con una serie primaria para protegerse contra rotavirus, neumococo, polio y la vacuna pentavalente, que incluye protección contra tosferina, difteria, tétanos, hepatitis b y Haemophilus Influenzae tipo B.
Todas las dosis de vacunas crean anticuerpos; sin embargo, con el tiempo estos disminuyen de forma natural. Por ello, se necesita recibir algunos refuerzos mientras los niños crecen. Pueden recibirlos en la adolescencia y en la vida adulta.
Dentro de la vacunación, los adultos también son importantes. La vacuna de la influenza debe de colocarse todos los años porque el virus va cambiando. Los grupos prioritarios o de riesgo necesitan esta vacuna porque de enfermarse y no tenerla podrían presentar un desenlace lamentable o tener complicaciones si desarrollan la enfermedad.
Otras vacunas que son importantes para los adultos mayores son la antineumocócia, el herpes zóster y la DTP (tétanos, difteria y tos ferina). La vacuna de refuerzo contra la DTP debe administrarse cada 10 años.