Por el contrario, si los niveles de hemoglobina son mayores a 16, también es contraproducente, porque eso implicaría que el oxígeno tampoco se distribuye de manera apropiada por el organismo.
La más común
La anemia nutricional o ferropénica es la que más afecta a la población, originada por deficiencia de hierro. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de las mil 620 millones de personas que se calcula que tienen anemia en el mundo, los niños en edad preescolar son los más propensos a desarrollarla, al constituir el 45.7 por ciento del total de pacientes.
Los síntomas más comunes de esta afección son cansancio generalizado, palidez, ojos amarillentos y presión baja.
Es importante llevar una dieta equilibrada, especialmente los niños, para asegurarse de que se está consumiendo la cantidad de hierro adecuada a la edad. El requerimiento diario de hierro oscila entre los 8 a 11 mg. Los hombres y mujeres deportistas necesitan un 50 por ciento adicional.
También es fundamental que las embarazadas tomen sus prenatales, ya que contienen suplementos de hierro y ácido fólico para prevenir la anemia durante la gestación.
Puede volver
Es posible que la anemia sea refractaria, o sea, que vuelva a desarrollarse, probablemente debido a sangrados digestivos de baja cantidad. Por eso, conviene investigar causas recurrentes. Además de los análisis hematológicos, se puede determinar mediante un examen si la médula ósea produce poca cantidad de glóbulos rojos o anómalos, o la posibilidad de otras enfermedades hematológicas.
Con relación a jarabes que contienen hierro, Velásquez indicó que a la persona que lleva una alimentación equilibrada y hace ejercicio o camina al menos 30 minutos diarios, para estimular el buen funcionamiento del organismo, se le desaconseja este tipo de productos, recomendados únicamente en los casos de deficiencia de dicho mineral. También se sugiere hacerse chequeos médicos anuales.
Sangre afectada
Los tipos de anemia dependen de diversos factores. Existe la anemia nutricional o ferropénica, causada por deficiencia de hierro; la anemia generada por enfermedades inmunológicas, como artritis; por sangrados internos, como úlceras gástricas; por afecciones hereditarias; por cirugías; por uso de medicamentos, o por insuficiencia renal.
Rangos anormales
Además de los síntomas que manifiesta la anemia, mediante exámenes de laboratorio —hematología completa— se puede comprobar si se tiene esta enfermedad, donde se observa la condición de los glóbulos rojos, ya sea si están pequeños, grandes o deformes. También se puede diagnosticar mediante análisis de mediciones de hierro y ácido fólico.
Detectar a tiempo
Debido a que la más común es la anemia por falta de hierro, es importante tratar al paciente con suplementos de este mineral, ácido fólico y vitaminas del complejo B. Un nivel de hemoglobina debajo de 5 es incompatible con la vida. De no tratarse la falta de oxígeno en la sangre se puede desencadenar necrosis general, que puede ser fatal.
Fuentes de hierro
Una alimentación equilibrada provee las cantidades adecuadas de nutrientes, incluyendo hierro, el cual está presente en las hojas verdes, como berro o espinaca, carne roja y blanca, cereales fortificados con este mineral, frijoles y lentejas. Si se es vegetariano, se recomienda añadir a la dieta suplementos naturales de hierro, ácido fólico y vitamina B12.