CIENCIA Y SALUD
Cuáles son los beneficios del ciclismo en el cuerpo, las emociones y la contemplación
A través del pedaleo en solitario o compartido la bicicleta aporta a la salud física, así como a la mente y la contemplación en las personas.
La conexión con la naturaleza a través del ciclismo permite una mejora en el vínculo y empatía con el medio ambiente. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)
La bicicleta es el vehículo más antiguo creado por el hombre. Con más de 200 años de antigüedad, este artefacto de dos ruedas ha logrado transformar la vida de personas alrededor del globo quienes han hecho del vehículo un medio para transportarse, recrearse o incluso competir. En ese sentido, la bicicleta se ha convertido en una generadora de experiencias que suele darle otro significado a la vida en movimiento.
Para el medallista Alfredo Ajpacajá la bicicleta ha llenado un sentido transformador en su vida. Ciclista profesional desde hace 19 años, enfocado en ruta, y actual entrenador del equipo Hino One La Red Suzuki –ganador de la Vuelta Ciclística Internacional de Guatemala–, Ajpacajá empezó a rodar a los 7 años por enseñanza de su padre y a los 19 debutó en su carrera profesional.
“Mi papá nos inculcó el deporte a todos mis hermanos y a mí. Al principio fue por salud, pero me interesé por un nivel competitivo y di el paso. Uno tiene el compromiso de soltar obstáculos y es algo magnífico porque uno sabe lo que se ha esforzado. Eso es la satisfacción después de tanto sacrificio”, apunta el ex-federado ciclista, ganador internacional y actual entrenador.
Al hablar sobre ciclismo, Ajpacajá señala también la capacidad de integración que suele atribuirse a este deporte. “Es uno de los deportes más completos porque se trabaja todo el cuerpo: el corazón, las piernas, los brazos, e incluso la punta de los pies y los dedos de las manos”, apunta.
El deportista guatemalteco agrega que, a nivel competitivo, los ciclistas “no solo se preocupan por pedalear”, sino que también deben considerar estiramientos, trotes, y el trabajo tanto de flexibilidad como de agilidad que implican los entrenamientos.
No obstante, para quienes no están dentro del rubro de competencia y prefieren el ciclismo orientado al ocio y la recreación aficionada, los aportes físicos son enriquecedores de igual manera, añade Ajpacajá.
A partir de un estudio incluido en una investigación publicada por la revista Front Sports Act Living en 2023 se dio a conocer que las personas que no hacen ciclismo y comienzan a pedalear hasta 100 minutos por semana pueden llegar a reducir su riesgo de muerte en un 17%, y así sucesivamente en medida que se pedalee por más tiempo.
Por otro lado, la investigación anota que el ejercicio ciclista se relaciona a un menor riesgo de incidencia y de mortalidad por enfermedad tanto cardiovascular como enfermedad coronaria. De igual manera, el pedaleo incide en la disminución de diabetes tipo 2, así como en el fortalecimiento en la salud mental.
Los datos expuestos responden a la importancia y la urgencia por atender el movimiento del cuerpo sobre todo en una sociedad donde el sedentarismo de miles de personas es provocado por largas jornadas de trabajo y por consiguiente, la falta de energía.
Según recuerda la psiquiatra Karen Denisse Peña, el acto de moverse es a la vez un pulso de la vida misma. “El ser humano ha evolucionado gracias también a un esfuerzo por la supervivencia. Somos naturalmente físicos”, apunta.
El ciclismo contra el miedo
Marvin Morales, también ciclista guatemalteco señala que pedalear ha sido para él una oportunidad para conectar nuevamente con su cuerpo y su mente. Morales cuenta que empezó a utilizar el vehículo a dos ruedas con la intención de disminuir su masa corporal en 2016, cuando había llegado a un estado crítico. “No me gustaba caminar y no podía correr. En su momento creí que podía ser más viable y cómodo usar la bicicleta”, relata.
Ocho años después de haberse lanzado a las calles, Marvin Morales es hoy una persona que prioriza la actividad física con su bicicleta de montaña. Experto en modalidades de ciclismo cross-country, enduro y también usuario emergente de la bicicleta de ruta, Morales se ha distinguido por dar vida a Alley Cat Bikers, un grupo de más de 40 ciclistas que suele realizar “colazos” semanales por diferentes áreas de La Antigua Guatemala.
Al preguntarle sobre los valores dados por la bicicleta durante este tiempo, Marvin responde sin mucho titubeo: Tolerancia, paciencia, determinación y fuerza interna. Dentro de un solo concepto, su definición podría caber también en el campo de la resiliencia.
“El ser humano tiene una fuerza interna que no descubre. Nuestra cultura está marcada por el fracaso. Lo más importante que debe existir en cualquier disciplina es la determinación y la fuerza interna”, comparte Morales, quien tras varios años de pedalear por calles, cerros y áreas naturales llegó a perder 300 libras.
Alfredo Ajpacajá agrega que la oportunidad que da el ciclismo tanto en su forma competitiva como aficionada es la de romper con el miedo al fracaso, algo que, “nos detiene muchas veces de actuar”.
Romper con el miedo a empezar un nuevo deporte, o siquiera intentarlo, yace en la oportunidad del deseo que, en palabras de la doctora Karen Denisse Peña “es la motivación esencial” del ser humano, ya que tiene mucho que ver con la gratificación, la experiencia del placer, el descubrimiento, la creatividad y el aprendizaje de nuevas herramientas o habilidades.
“Lo interesante es que, cuando uno está haciendo un deporte, aunque no se dedique a él como una profesión, produce sustancias químicas en el cerebro y el cuerpo que ayudan a la relajación, la eliminación de sustancias tóxicas mejora la filtración de los órganos del cuerpo que se dedican a eso, mejora la circulación y el funcionamiento de los tejidos”, explica la psiquiatra.
El ejercicio y el ciclismo también producen adrenalina, betaendorfinas –hormona que sirve como moderadora de dolor– y otras sustancias activadoras que relajan el metabolismo, que ayuda a tener una mejor respuesta ante situaciones inesperadas o conflictivas de la vida, así como también fortalecen el sistema inmune que protege al cuerpo de enfermedades, agrega la doctora Peña.
Contemplar el viaje
“El ciclismo es uno de los deportes es el único que lo lleva a uno a otras partes y paisajes que caminando no se podrían alcanzar”, asegura Alfredo Ajpacajá, quien sostiene que, conforme va pasando el tiempo en la pedaleada, el cuerpo y la mente se sincronizan. “Son cosas que no uno mismo le encuentra explicación. Solo se den en el momento”, reflexiona.
Para Marvin Morales, la bicicleta permite crear vínculos con la naturaleza de una forma pausada y atenta. “Por mi condición siempre he sido un poco más lento en velocidad que otros ciclistas. Me ha dado la posibilidad de apreciar muchísimas cosas más”, cuenta el ciclista quien hace poco más de unas semanas atravesó 75 kilómetros de montaña desde Río Dulce, en Izabal.
La contemplación tiene la capacidad de surgir cuando estamos en movimiento. De acuerdo con la psiquiatra Karen Denisse Peña, cuando las personas se permiten contemplar en la bicicleta hay un mayor reconocimiento de la diferencia y de los distintos contextos.
Considerando la apertura hacia nuevos territorios, Peña agrega que este tipo de conexión natural también supone empatía con la conservación del medio ambiente.
Marvin Morales también señala que este tipo de conexiones con la naturaleza se tornan espirituales en cuanto a que los ciclistas que atraviesan las geografías pueden sentirse libres en el mundo. A la vez, permite “contemplar lo que nosotros mismos estamos destruyendo y tener una mejor perspectiva”, concluye Morales.