Es decir, las habilidades blandas, o también llamadas soft skills, son aquellas que se demuestran durante la ejecución del trabajo y no se relacionan directamente con los conocimientos de una materia específica, sino que son una combinación de habilidades sociales, de comunicación y capacidad para relacionarse con los demás.
Los expertos en recursos humanos reconocen que estas habilidades facilitan la interacción con otras personas, lo cual genera un ambiente de trabajo más grato y un clima organizacional de entendimiento y cooperación.
“Las habilidades duras, o hard skills, son aquellas fáciles de cuantificar. Por lo general se aprenden en el aula, en los libros o en otros métodos de aprendizaje. Entre ellas se encuentra el dominio de un idioma, de un programa o de una maquinaria especializada; también si se tiene algún curso específico”, explica Karla Guevara, experta en recursos humanos.
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Mientras que las habilidades blandas son relacionadas con la forma en la que interactúa con otras personas. A diferencia de las anteriores, estas son más difíciles de señalar. Destacan la facilidad para relacionarse, motivación por el trabajo en equipo, orientación a resultados y flexibilidad en sus relaciones sociales.
Cuáles son las más solicitadas
Entre las habilidades blandas más solicitadas se encuentra:
Habilidad de comunicación: Es considerada una de las más importantes, ya que tener una comunicación fluida ayudará al éxito de los proyectos que realice. Saber expresarse claramente garantizará que el equipo de trabajo entienda correctamente las indicaciones y cómo se pueden lograr. Es un elemento de gran valor en el entorno laboral.
Trabajo en equipo: Poder trabajar en proyectos y tareas, valorando el aporte y participación del equipo, es una habilidad de gran importancia en las organizaciones. Tener liderazgo y dejar de lado la competencia entre miembros del mismo equipo, son puntos muy apreciados, con los que se logrará el cumplimiento de objetivos de una manera más eficaz.
Aceptar las críticas: Tener la habilidad de aceptar las críticas sin tomar actitudes negativas y mejorar en base a los puntos débiles que han sido señalados es muy valorado en el mundo empresarial ya que es uno de los talentos más difíciles de encontrar. En esta habilidad también se valora el saber reconocer errores y, en vez de señalar culpables, buscar soluciones inmediatas.
Toma de decisiones: Las empresas prefieren personal con proactividad, que tengan ideas propias, que sean capaces de enfrentar problemas y encontrar soluciones oportunas en el menor tiempo posible. Estas habilidades son unas de las más demandadas por toda organización, ya que denotará el interés y compromiso del empleado en el proyecto.
Actitud positiva: Cuando una persona es capaz de tomar decisiones por su propia cuenta y sabe trabajar en equipo es muy probable que tenga una actitud positiva. Esta le ayudará a manejar favorablemente al demás personal. Además, tiene la habilidad de generar un ambiente de trabajo grato, amigable y por ello, mejor productividad.
Gestión de conflictos: En las empresas se puede encontrar diferentes culturas, generaciones y tecnologías, lo que podría hacer que haya conflicto entre el personal; además de ciertas circunstancias relacionadas al trabajo de la empresa. Para ello, la habilidad de saber manejar un problema de la mejor manera, tener una buena relación con el equipo y saberse comunicar ayudarán en los tiempos de crisis.
Negociación y flexibilidad: la negociación es la habilidad para llegar a un acuerdo. Los líderes deben saber que en la mayoría de los casos hay opciones que beneficien a ambas partes, por ello, se relaciona con la flexibilidad. Esto también hace referencia a que las personas puedan adaptarse a los cambios y mantener la organización actualizada.
Planificación y gestión del tiempo: Una buena planificación de las tareas diarias y una óptima organización ayudará a que el tiempo del equipo rinda para realizar las actividades correspondientes.
Orientación a resultados: Consiste en dirigir todos los actos de una empresa para alcanzar una meta. Los colaboradores deben conocer las metas y objetivos a los que se quiere llegar para así aumentar su compromiso.
¿Cómo desarrollarlas?
Desarrollar las habilidades blandas en el trabajo es imprescindible para conseguir un crecimiento profesional y óptimo. Además, estas permitirán mejorar las relaciones laborales y lo harán diferente al resto del equipo, así como a ser el candidato ideal cuando aplique a un nuevo trabajo.
La tarea de mejorar las soft skills no se consigue en un día, sino que el camino hasta conseguir y mantener un trabajo con inteligencia emocional es arduo y complejo. Francisco Gutierrez, psicólogo industrial, recomienda como primer paso definir cuáles son las habilidades más importantes que quiere adquirir, ya que no se podrán todas a la vez. Estas deberían ser las más apropiadas para su puesto de trabajo.
Luego, es el momento de comenzarlas a poner en práctica. Para esto deberá investigar y conocer las técnicas de cada habilidad que lo encaminen en su objetivo. Existen muchos profesionales que pueden guiarlo, incluso, si en la empresa para la que labora hay expertos en psicología laboral, puede comentarles su objetivo y pedirles apoyo con técnicas de desarrollo.
Recuerde que desarrollar habilidades blandas necesita de un mínimo de trabajo y tiempo. Debe tener paciencia, ya que el aprendizaje si es efectivo en realidad, necesitará de cambios a la hora de enfrentar y manejar las distintas situaciones y relaciones con los demás. Cualquier cambio a nivel emocional requiere de una reestructuración cognitiva en el aprendizaje, con el objetivo de poder integrar los conocimientos aprendidos en la toma de decisiones diarias.
La clave está en practicar una y otra vez. La práctica constante es la que hará que pueda cambiar los comportamientos típicos que había tenido hasta ahora.