La tecnología está basada en el concepto de “nariz artificial o electrónica”: se trata de una máquina capaz de “olfatear” o detectar más de 50 biomarcadores cuya concentración anómala -mayor o menor que en individuos sanos- en el aliento es indicativo de cáncer de pulmón, explicó José Santiago Torrecilla, profesor titular del departamento de Ingeniería Química de la UCM y coautor de este artículo.
Así, gracias al establecimiento previo de unos biomarcadores -como tolueno o etilbenceno-, una serie de sensores que analizan el aliento y con algoritmos matemáticos inteligentes, los científicos lograron construir esta herramienta, que también sirve para monitorizar la eficacia del tratamiento para este tipo de tumor, según Torrecilla.
“Esta herramienta se usa para identificar y cuantificar biomarcadores y reconocer los grupos de alto riesgo de cáncer de pulmón”, detallado el investigador, quien añade que esta tecnología está siendo validada en varios centros hospitalarios.
La herramienta detecta el tumor al registrar la composición química del aliento, que está directamente relacionada con la química de la sangre o con la actividad metabólica, que se encuentra alterada debido a la presencia del cáncer.
“Una de las ventajas es que el médico puede recibir la evaluación del paciente pocos segundos después de haber introducido su aliento en el equipo”, relata en una nota de la UCM John C. Cancilla, de esta universidad y otro de los autores de este estudio.
Torrecilla apunta que esta herramienta procesa la información de los biomarcadores de forma alternativa a otro tipo de pruebas e insiste en que se trata de una tecnología complementaria a otras.