El bruxismo es el hábito involuntario de tensar y rechinar los dientes, lo cual provoca desgaste del esmalte de las piezas dentales, según la odontóloga Sonia Castillo.
Algunos factores que se han relacionado con el bruxismo son la alineación inadecuada de la dentadura y malos hábitos alimenticios y de sueño, pero principalmente se asocia a la ansiedad y el estrés.
“El estrés bajo el que vivimos actualmente afecta nuestro subconsciente, algunas lo manifiestan comiéndose las uñas o tronándose los dedos, pero algunas personas buscan liberar el estrés rechinando sus dientes”, explica Castillo.
De acuerdo con los expertos, entre un 10 y 20 por ciento de la población mundial tiene el hábito de rechinar los dientes cuando siente estrés, mientras que 100 % lo hará alguna vez en su vida.
Además, se estima que el bruxismo afecta del 15 al 23 % de la población adulta y se reporta en el 14% de la población de los niños y el 3% en pacientes mayores de 60 años.
La experta en salud dental comenta que el bruxismo puede ser nocturno o diurno, siento este último el que podría presentar un mayor grado de severidad, ya que, si la persona rechina los dientes durante el día, hay una gran probabilidad de que también lo haga por la noche mientras duerme.
Un indicio de padecer bruxismo es despertar con tensión en la zona de la mandíbula, dolor de los dietes y cabeza.
El dolor en el rostro y oído es un síntoma muy común en las personas que padecen bruxismo, debido a la opresión constante que se hace al apretar los dientes, lo que eventualmente podría afectar a los huesos que conforman el rostro.
Sin embargo, la mejor forma de identificar esta condición es visitar a un odontólogo para que lleve a cabo una revisión.
“Si la persona es constante con sus visitas al odontólogo, él revisará facetas de desgaste en las piezas dentales durante un examen de rutina. De esa manera se puede llevar un control y determinar si las piezas están sufriendo daño irregular a causa del bruxismo”, explica Castillo.
Consecuencias
Al padecer bruxismo y no tratarlo a tiempo se sufre del deterioro del esmalte dental, el cual es imposible de regenerar y se desgasta cuando los dientes chocan entre sí.
Cuando las piezas pierden el esmalte que las recubre y protege, estas quedan vulnerables ante fracturas o astillamiento; además se produce hipersensibilidad aguda, la cual dificulta el proceso de masticar los alimentos.
Además, se puede experimentar debilitamiento de las encías, ya que, al experimentar presión continua, estas pueden inflamarse y volverse más propensas al sangrado.
En casos más avanzados de desgaste es necesario rehabilitar protésicamente las piezas dentales para recuperar la posición idónea de la mordida.
“No hay forma de reponer el diente de forma natural, si la pieza pierde el esmalte, entonces la persona tendrá que darle mantenimiento de por vida a una prótesis dental y deberá cambiarla periódicamente. Algunos casos implican la colocación de incrustaciones o coronas a 28 dientes para alinear la mordida del paciente”, comenta la odontóloga.
Tratamiento
Una vez el experto de salud dental encuentre un desgaste acelerado en su dentadura a causa del bruxismo, lo más probable es que este le recete el uso de una guarda dental, un accesorio que se puede utilizar de noche y de día.
Según los expertos, este dispositivo reduce la manifestación del bruxismo y mejora la posición de los dientes; además, proporciona una situación en la cual permite que las articulaciones adopten una posición más estable, a la vez que protege las estructuras dentarias y brinda sostén de fuerzas anormales que pueden desgastar o alterar las piezas dentales.
El promedio de uso de esta guarda dental es de tres meses, según los cambios que se puedan sufrir o el nivel de estrés.
Castillo aconseja visitar al odontólogo al menos dos veces al año para detectar el bruxismo oportunamente y proteger a los dientes.
“Es muy importante invertir en ir dos veces por año al dentista para una revisión general y limpieza porque ahí se puede detectar el bruxismo o algún otro padecimiento”, señala la especialista en cuidado dental.
“Una guarda cuesta entre Q500 o Q600, mientras que una rehabilitación dental completa podría tener un precio de unos Q150 mil”, comenta la experta.
Sin embargo, Castillo recalca que la guarda simplemente es una manera de proteger los dientes; no es una forma de acabar con el bruxismo, para ello es necesario eliminar las fuentes de tensión y mejorar el estilo de vida.
Con el cierre de la mayoría de las actividades en el país ya no se puede ir al cine, al teatro, a una exposición de arte o simplemente salir a comer con amigos, actividades que formaban parte de la rutina de las personas y les permitían tener un adecuado equilibrio emocional.
La falta de actividades de esparcimiento sumado a la incertidumbre causada por la crisis sanitaria y económica generan un caldo de cultivo idóneo para sucumbir ante el estrés y sus secuelas como el bruxismo, entre otras, por lo que es importante poner a trabajar al mente durante el encierro.
“El hecho de mantenernos ocupados en otras cosas que no sean trabajo o las tareas escolares nos ayuda a tener un mejor ánimo, entonces es totalmente recomendable llevar a cabo actividades que estimulan la creatividad y las emociones positivas”, comenta Beverly Humes, docente de Psicología de la Universidad Rafael Landívar.
De acuerdo con la educadora, el hecho de establecer una rutina donde se incluyen las responsabilidades y también las actividades de ocio puede ayudar a las personas a emplear mucho tiempo en pensar en la crisis generada por el nuevo coronavirus y la sobreinformación, actividades que generan altos niveles de estrés y ansiedad.
Expertos opinan que dedicar tiempo para meditar o para actividades creativas como la pintura o la escritura, podrían ayudarle a mantener el equilibrio emocional y quizás, terminar la cuarentena con su dentadura en buen estado.