La razón de narrarles esta historia es darnos cuenta de la necesidad vital de la cooperación, la cual se manifiesta en la acción de estos gorriones que ayudaron al bebé zanate, sin importarles que era de diferente especie, actuaron desde la necesidad del pichón, cooperaron con la vida, la dejaron fluir sin esperar nada a cambio.
Me pregunto por qué los seres humanos no podemos actuar de esa forma, la humanidad vive rechazando la vida a través de su egoísmo, rivalidad, deseo de poder y riqueza, sin percatarse que al seguir ese camino se condenan.
El período del covid tuvo que haber sido una oportunidad para que el ser humano reflexionara sobre su forma de pensar, actuar y ser. Pero, a pesar de esto, seguimos en el proceso del hombre contra el hombre, destruyéndonos unos contra otros. Esta afirmación es fácil de reconocer con el alza desmedida en los precios de los alimentos, la tierra y la vivienda, la corrupción, la guerra, la desigualdad y la pobreza.
La humanidad construye la vida sobre la mentalidad del dinero y las posesiones materiales, lo cual lleva a querer ser más que los demás, esa es la base de las guerras.
En el libro que escribí titulado Momentos de presencia con poder para despertar la consciencia, en el capítulo ¿Cuándo terminará el mal?, trasmito la enseñanza siguiente: en el momento que un individuo se conoce a sí mismo, se trasforma e inicia a crear un ambiente favorable para existir. Esto significa dar el paso trascendental para ver el propio condicionamiento mental y carga emocional que me lleva al enfrentamiento y oposición a la vida. La cooperación lleva al amor, mientras que la rivalidad crea enemistad.
Hagamos un alto, no para crear nuevas leyes, teorías económicas o nuevas doctrinas, sino más bien para tener un cambio personal que nos ayude a crear un mejor entorno donde podamos vivir en paz.
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Cooperación
André Armas, Educador y consejero en bienestar
“La cooperación nace desde el espíritu, mientras que la rivalidad se origina en el ego”.