El dolor o los traumas que se alojan en la memoria pueden llevar a las personas hasta lugares y momentos en los que será necesario confrontarse al pasado para así intentar sanarlo. Esta idea funciona también como premisa del moldeo terapéutico de las llamadas constelaciones familiares.
Juan Carlos Zetina, terapeuta especialista en energías que ha trabajado este tipo de espacios desde hace veinte años en el país, explica que las constelaciones familiares son procesos donde se utiliza la información del árbol genealógico para explorar heridas actuales que tienen un origen en el pasado familiar de cada persona.
“El 98% de nuestros conflictos tienen que ver con el origen de nuestro árbol, de vivencias que tuvieron nuestros ancestros”, apunta Silvia Cordón, también especialista en esta rama quien al lado de Juan Carlos Zetina han promovido este tipo de acercamiento terapéutico.
Los especialistas sugieren que la forma más sencilla de visualizar esta propuesta es a través de una imagen de varios puntos interconectados –personas, para fines del modelo– que dan vida a una gran red, metaforizada como una constelación.
Este entramado suele componerse de emociones que fluctúan y moldean las relaciones entre los puntos. Acá entran las experiencias dolorosas que pueden convertirse en traumas y que se trasladan en medida que la red crece.
La psicóloga clínica Vania Morales del Centro CreSer poseedora de un posgrado en Constelaciones Familiares, explica que dentro de los inconscientes colectivos se almacena la información de las vivencias individuales, así como de todos los miembros en los grupos de pertenencia de las personas.
“Los hechos significativos, tanto los excluidos como los no reconocidos se repiten en diferentes generaciones. De aquí se origina el concepto de patrones transgeneracionales”, dice Morales.
Cómo son las Constelaciones Familiares
El psicólogo e investigador alemán Bert Hellinger propuso las Constelaciones Familiares como un modelo terapéutico o herramienta que permite a las personas tomar consciencia sobre desórdenes o desequilibrios presentes en distintas ramas de la vida –que van desde la familia, el contexto social, hasta el sistema educativo, el trabajo o cualquier nivel social y colectivo–.
Vania Morales explica que este procedimiento funciona con la representatividad de las personas en un escenario (constelación o taller) con otras, donde cada participante permite “entender las implicaciones inconscientes que les perjudican e impiden seguir su destino”.
Las constelaciones llevan a una conexión profunda con el inconsciente personal, pero también el colectivo. El fin de esta metodología, dice la psicóloga Vania, es el de soltar cargas del pasado, sanar y ordenar internamente los vínculos.
Agrega que estos espacios también permiten que las personas tomen consciencia de cómo pueden posicionarse en sus relaciones para así cambiar aquello que no funciona y sanar los vínculos con las demás personas.
Silvia Cordón explica que toda persona, indistintamente de su edad, que esté interesada en un proceso de sanación puede involucrarse en las Constelaciones Familiares. Esta persona debe saber que el procedimiento incluirá a otras personas en un mismo espacio para reflexionar sobre los traumas.
El método contempla una formación atípica y diferente a lo que se entiende por una terapia individual o grupal.
Según la propuesta de Hellinger, las constelaciones, también nombrados talleres grupales, deben incluir a una persona facilitadora que debe ser un profesional en el tema, quien guiará y acompañará el proceso.
Por otro lado, se encuentran los constelantes quienes exponen un síntoma, tema o motivo emocional que desean investigar en el taller. También se encuentran los participantes que forman un grupo de personas encargadas de representar a los miembros del sistema familiar o grupal con los que los constelantes suelen vincularse.
Para comprender cómo funcionan los talleres, es necesario ver sus distintos pasos:
- Primero se deben establecer las motivaciones que llevaron a las personas a querer constelar. Se debe determinar cuáles son las situaciones que quieren sanarse.
- Una vez se abre el espacio para la constelación, los terapeutas deben explicar los fundamentos teóricos de las constelaciones, las leyes sistemáticas que lo rigen, los roles de los participantes, así como ampliará lo que pueda ocurrir durante la sesión.
- Durante el taller, las personas actuarán espontáneamente desde las indicaciones que recibieron del terapeuta sobre el contexto o la persona que se está representando. Su cuerpo físico y emocional pondrá en evidencia las reacciones frente al lugar que ocupa en la constelación. Habrá intervenciones de los terapeutas con el fin de mantener el equilibrio hacia la búsqueda del camino que desea visualizar quien constela.
- Luego de la interacción, se abre un espacio para que los involucrados lleguen a una imagen de “solución”, aunque que no siempre se revelará algo de forma inmediata. Según apuntan los especialistas, las reacciones que surgen del ‘psicodrama’ propuesto por Hellinger en las constelaciones, priorizan sobre todo los efectos emocionales y no tanto los racionales de primera mano.
Qué son (y qué no) las constelaciones
Juan Carlos Zetina apunta que el hemisferio derecho juega un lugar importante en comprender lo que sucede durante los talleres, debido a lo que puede suscitar la identificación con situaciones que ocurren, así como con palabras dichas.
Por otro lado, Silvia Cordón explica que se trata de un espacio vivencial. Cuando las personas están en el taller, experimentan varias sensaciones en el cuerpo. De ese modo, se manifiesta información que se lleva en el ADN. Todas las personas en el encuentro pueden percibir y aprender de los eventos.
En cuanto a la forma cómo operan las constelaciones, el terapeuta Zetina ejemplifica: “Es como darle play a un vídeo de algo que ocurrió, pero en tercera dimensión. Sabemos que está conectado a una red en donde también hay heridas, aunque no por lo general no las vemos”.
Cordón agrega que todas las personas, incluyendo los constelantes y los participantes, llegarán a encontrar un beneficio en este encuentro. “Todos al final hacen un trabajo y se ven reflejados en la constelación”, comparte la terapeuta.
Estas reacciones también pueden explicarse desde principios de física cuántica, señala Juan Carlos Zetina. Según explica el terapeuta, cuando dos fotones han estado juntos en un espacio/tiempo, llevan una misma carga de información que se refleja en el ADN transmitido por generaciones.
La propuesta de las constelaciones que elaboró Hellinger tiene sus orígenes en la década de 1990. Aunque son más de 30 años de existencia lo cierto es que este modelo aún resulta poco conocido en latitudes como Guatemala.
Por ende, las constelaciones han llegado a generar dudas o sospechas sobre sus efectos. Juan Carlos Zetina explica que muchas veces “lo que no parece ser algo lógico o meramente racional, puede verse como charlatanería”.
A consideración de la psicóloga Vania Morales, puede que estos escenarios sean difíciles de comprender porque en la sociedad no siempre se suele profundizar en lo que se siente. “Creo que es porque una constelación familiar muestra los hechos inconscientes en un nivel más profundo de entendimiento, donde la mente racional no siempre logra comprender”, explica.
Morales agrega que es importante comprender que esta metodología está dirigida a ampliar la mirada personal y sobre los vínculos, así como permite desbloquear ideas para alcanzar objetivos posteriormente en una consulta clínica.
“Una constelación no es un ritual espiritual y tampoco una ceremonia”, asevera la psicóloga.
Consideraciones y recomendaciones
Juan Carlos Zetina comenta que es importante tomar en cuenta que constelar no debe comprenderse como una terapia grupal, sino como un sistema complementario que permite ver el sistema de las personas de otra forma.
Estas son algunas recomendaciones para quienes tengan el interés de participar de una constelación:
- Vania Morales subraya que es importante asistir previamente a un taller grupal para ver la experiencia y comprender de qué trata. Esto permitirá que se planteen dudas o inquietudes a partir de lo visto. “Brindará confianza y claridad necesarias para aprovechar al máximo el proceso”, comparte Morales.
- De acuerdo con Silvia Cordón, es importante no tener expectativas sobre lo que surgirá de las constelaciones. “Muchos esperan una cura, pero lo que hace es poner a las personas frente a situaciones que les irán mostrando qué pueden hacer”, agrega.
- Los entrevistados destacan que es necesario investigar sobre los facilitadores, así como los lugares de reunión ya que es necesario que sean personas con credibilidad y competencias profesionales.
