Esto no debería de alarmar mucho a los progenitores, ya que suele ser durante una etapa nada más. Poco a poco comen más variado.
Sí es importante que el pequeño tenga los controles pediátricos necesarios para verificar que su peso y estatura sea la esperada, y si no, sea el médico el que prescriba suplementos o vitaminas, si fuera necesario.
Preferencias
Casi todos los niños prefieren comer salchichas, fideos o comida chatarra antes que verduras. Lograr que coman algo de espinaca o zanahorias puede ser una lucha campal. Lo más importante es que los hábitos alimenticios se adquieren en la niñez, por lo que es fundamental que los niños incorporen las verduras y frutas en su dieta diaria.
Cómo lograrlo sin que sea un martirio para él y los padres. En esta edición se incluyen 10 consejos para que los niños coman verduras, hierbas y frutas, y lo mejor, que las disfruten.
Sin estrés
Comer debe ser, antes que nada, divertido. Las comidas deben desarrollarse en un ambiente relajado y amable. De esta forma, la comida se asocia a algo positivo. Las presiones, las obligaciones y las advertencias son contraproducentes.
Presentación
Quizá a un niño no le guste la zanahoria hervida, pero sí cruda y cortada en bastoncitos. Las verduras y frutas deben cortarse en trozos pequeños para que coman más. Pepinos, tomates y zanahorias crudos se pueden comer con queso crema o salsas, por ejemplo.
Experimentación
Es normal que los chicos tengan etapas en las que comen casi lo mismo, ya que están desarrollando el gusto. Una regla es que el niño pruebe de todo en cantidades pequeñas. Los niños necesitan a veces probar hasta 15 veces algo para que les guste.
Combinar
Un buen método para darle verduras a los niños es combinarlas con otros alimentos que les gustan. Por ejemplo, se puede servir la verdura con un poco de salsa dulce. Es decir, acompañarlas siempre con algo que les encanta.
Creatividad
Las arvejas pueden convertirse en “las arvejas de la princesa del cuento”, y las espinacas en “lo que da fuerza a Popeye”. También se puede jugar con las formas y cortar las rodajas de pepino con los cortadores para masitas, o en vez de servir ensalada
Relajarse
Los padres no deben hacer aspavientos alrededor de la verdura. Lo mejor es no convertir la ingesta en un gran tema. Algunos padres prometen postres si comen las verduras. Pero cuanto más importancia se le da al tema es peor.
Participación
Los niños deben participar del plan de comidas sin decidirlo por completo. La idea es preguntarle al niño qué color le gusta y hacerlo elegir una verdura de ese color. Poco a poco puede ayudar a prepararlas, mucho mejor.
Variedad
Disfrazar o esconder todo el tiempo las verduras no sirve, pero puede ser de ayuda. Por ejemplo: una buena salsa de tomates frescos puede ser una forma de que el niño coma verdura casi sin darse cuenta. La mayoría de los niños también toma sopas.
Ejemplo
De nada sirve seguir estos consejos si los padres no comen verduras. Lo mejor es predicar con el ejemplo comiéndolas regularmente, de modo que su presencia en el plato sea habitual para el pequeño.
Premiarlo
Aunque premiarlos no debería ser una regla, sí es bueno que cuando el niño logre comer la porción de fruta o verdura, se le premie con algo. Cada avance del niño debe de reconocerse con palabras o un platillo especial.