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Lamentablemente es una experiencia por la que la mayoría de personas atravesará, incluso en repetidas ocasiones. El tiempo que pasa desde la ruptura hasta que ambas partes se sienten bien de nuevo varía según los involucrados y la situación, pero el factor en común de todas estas experiencias es que suelen provocar incomodidad y tristeza, al menos en uno de los miembros de la antigua pareja.
Algunas de las películas y series románticas, además de reforzar estereotipos, han dado la idea de que hay prácticas que son normales o típicas en este tipo de situación, como llorar y comer un litro de helado o chocolates mientras se ven películas de este mismo tipo en el caso de las mujeres, o salir con los amigos y emborracharse en el caso de los hombres. Por supuesto, es normal que al terminar un ciclo y tener que despedirse de una persona, de hacerse a la idea de que ya no podrán compartir más momentos como algunos de los que ahora considera un buen recuerdo y evitar por completo el contacto o disminuirlo, le causará enojo, tristeza, angustia y quizá ansiedad, pero no debe volcarse por completo a estos sentimientos y paralizar su vida. Pero, ¿cómo seguir adelante?
El psicólogo Jorge Ernesto Rodas comparte cuatro recomendaciones:
- No asumir el rompimiento con total frialdad y racionalidad: “Somos humanos y hay que asumir el duelo emocional del rompimiento. Cada persona tiene todo el derecho de sentir dolor, ya que esa expresión emocional -controlada- abre la puerta para la búsqueda de paz y aceptación”, afirma.
- Trabajar en el autoestima y auto-conocimiento: “Recuerde la importancia de reforzar su relación de amor propio, la cual no se alimenta solo por la acción de terceros”
- Tener presente que la vida sigue, y es necesario gozarla: “Hay personas que llegan a nuestras vidas, con quienes compartimos momentos sublimes, pero cada uno tiene criterios propios, y, muchas veces, las metas o planes no suceden en una ruta en común. Si no es egoísmo lo que determina la inflexibilidad mutua a cambiar, entonces lo más sano es perseguir o trazar nuestro propio camino. Agradecer lo compartido y gozar del crecimiento -en apariencia doloroso- de tener que separarse de alguien que nutrió nuestra existencia de forma temporal es lo mejor”.
- Si cree que no puede dar ese solo, busque ayuda: “Lo que se invierte en acompañamiento psicológico es mil veces más barato que una vida de dolor, duda, auto-reproches, señalamientos externos, victimización o co-dependencia”, finaliza.
Por su parte la psicóloga Andrea Aldana sugiere que si se siente cómodo, comente lo sucedido con sus amigos, familiares o compañeros de trabajo a modo de que sean una especie de red de apoyo para que usted pueda continuar con su vida de la mejor manera.
Asimismo sugiere recuperar viejos pasatiempos. Dedicarle tiempo nuevamente a algo que le gusta mucho le ayudará a despejar su mente e incluso le dará una sensación de alegría.
Hacer ejercicio tiene grandes beneficios para el estado mental y emocional de todas las personas. Busque una actividad que se adecue a sus gustos y necesidades para ocupar su tiempo libre y pronto notará los beneficios.
Finalmente recomienda que no le de más vueltas al asunto porque sobre analizar la situación no le traerá más que malas sensaciones.