LECTURA RECOMENDADA
En este contexto, la Escuela de Liderazgo Emocional (ELE) presentó el Libro Blanco de las Emociones y Valores 2020. A través de las experiencias personales y valoraciones de 160 expertos de todos los sectores, el libro hace una radiografía exhaustiva de los cuatro pilares de la salud mental en el ámbito profesional: la pasión, el miedo, la lealtad y el compromiso.
“Las empresas que no están comprometidas y no asumen estos comportamientos resultan gravemente penalizadas, tanto en su funcionamiento interno, de cara a la obtención de resultados, como en su percepción externa”, afirma en el prólogo del libro José Bogas, Consejero Delegado de Endesa.
Con pequeños artículos de profesionales que provienen de áreas completamente diferentes (desde licenciados en Gestión Comercial y Marketing, abogados o ingenieros hasta pilotos de líneas aéreas) se abordan cada una de estas cuatro emociones.
Salud mental y la empresa
La precursora de este proyecto, Elsa Martí, doctora y directora de la Escuela de Liderazgo Emocional, ha hablado con EFE salud sobre este proyecto. “Este libro recoge personas diferentes, de edades distintas, con profesiones diferentes y diferentes niveles empresariales que perciben cómo el miedo, la lealtad, la pasión y el compromiso son actores relevantes en su quehacer diario”, expresa.
Las empresas han puesto en marcha algunas medidas para mejorar la salud mental de sus empleados. “Primero ha sido su salud física prestando atención a la adecuación de horarios o mediante reconocimientos médicos. Ahora estamos en la fase de liderar las emociones. En este campo queda mucho por hacer. El retorno a la inversión que las empresas hagan en este campo es inmediato”, indica Martí.
La doctora considera que la salud mental es una tarea pendiente de las empresas. “Como médico de familia y psicoterapeuta vivo todos los días la insatisfacción de mis pacientes por la falta de confort dentro de su ámbito de trabajo. El estrés, la ansiedad, la depresión reactiva, el acoso psicológico… invaden las consultas de los profesionales médicos y psicólogos”, lamenta.
“Considero urgente que las empresas sepan prevenir y detectar los factores de riesgo que favorecen la aparición de trastornos emocionales donde la capacidad de pensar con lógica es secuestrada por la emoción del momento”, afirma la doctora Martí.
Este proyecto pretende mostrar “lo importante que es en nuestras vidas gestionar de manera adecuada las emociones e interiorizar como estas condicionan nuestra trayectoria personal y profesional”, añade.
Pasión
La pasión es el sentimiento que motiva para llevar a cabo lo que le gusta y satisface. Es el responsable del “Yo elijo, Yo puedo y Yo consigo”. Es un rasgo esencial que define el carácter de cada persona.
“Es la fuerza que te empuja a hacer cosas consciente con lo que tú eres y con lo que quieres hacer, y conectando con tu esencia. La energía que nos lleva más allá de donde creíamos que podíamos llegar”, según el Libro Blanco de las Emociones y Valores.
En el mundo laboral, la pasión es algo fundamental. Lo ideal es incentivarla y desarrollarla y sólo en caso de que una persona la ejerza sin moderación ponerle un alto. Permite que aquellos talentos con dedicación, entrega y compromiso puedan seguir creciendo en la empresa.
Pero esto no se puede conseguir si los profesionales de las compañías no confían en sí mismos ni en sus equipos de trabajo. La pasión también se puede entender como el esfuerzo y dedicación continuada de las tareas asignadas.
“La pasión es lo que da plenitud en el presente y augura un buen futuro. Es lo que lleva a sumar y no restar, a compartir y no competir, verbos todos ellos necesarios para subsistir en un mundo laboral y hacerlo apasionante”, explica Carmen Mc.Crory Martí, licenciada en derecho, publicidad y RRPP.
Sin embargo, José Antonio Granero, arquitecto y socio-fundador CGR Arquitectos y ENTREABIERTO, advierte: “No debemos confundir una persona apasionada con una persona alterada, que está fuera de foco. La pasión puede sacar lo mejor y peor de nosotros”.
Miedo
El miedo es la emoción universal que paraliza y altera. Incluso puede llevar al fracaso o a no saber enfrentar determinadas situaciones. Cuando se habla de “miedo” en realidad se puede estar camuflando otros sentimientos como vergüenza o pereza.
Pero es necesario tener miedo. Sin él peligra su supervivencia y la de los que lo rodean; al fin y al cabo es un mecanismo natural de defensa.
En una empresa es un elemento habitual. Por lo general, los séniors (por la experiencia y el conocimiento) tienen menos miedo que los principiantes. También la madurez y el grado de responsabilidad influyen.
Frente al miedo las reacciones son muy dispares. “A unos el miedo les hace ser prudentes, a otros más valientes o más cobardes… Para unos el miedo es beneficioso y para otros es contraproducente”, se explica en el libro.
No se puede negar que existe la cultura del miedo, pero tomando las medidas adecuadas se puede convertir en un aliado.
“El miedo es mi guía. Parece que tenemos miedo al propio miedo, que hay que ocultarlo, demonizarlo, anestesiarlo. Pero el miedo es necesario en nuestra vida, y evidentemente en nuestra vida profesional”, sostiene Rafa de Ramón, licenciado en administración de empresas.
Anselmo Izard, ingeniero industrial, subraya: “El miedo, asumido, controlado y no reprimido, se asocia con las oportunidades; es un catalizador para salir de la zona de confort y llevarnos a nuestros objetivos”.
Lealtad
Se trata de un valor que no se aprende. Es un atributo que se consigue a partir de las experiencias vividas y la educación recibida. La lealtad es lo que permite defender los ideales sin olvidar lo que es correcto o justo. Para ello, es necesario construir una identidad propia fiel a unos principios.
“Es un valor muy apreciado en el mundo profesional por estar cada vez más en desuso, y un valor mal usado porque hace que se confunda la lealtad con la profesionalidad. La lealtad es un valor deseado en las empresas y, por tanto, toda persona que entra en una compañía debe ser leal a esta”, se expresa en la publicación.
Uno de los temas más controvertidos en relación a la lealtad es si se puede comprar o no. La respuesta es negativa; se pueden comprar personas, pero no lealtades (sentimientos internos).
“La lealtad empieza por uno mismo, con los valores morales personales por encima de todo. En mi vida profesional siempre apliqué esta máxima, en alguna ocasión perjudicando mis propios intereses profesionales. El fin no justifica los medios y sólo se puede ser leal hacia un compromiso o hacia alguien, cuando se es leal a tus propios principios”, expresa Ana Bernaola, ingeniera informática.
Fernando de la Jara, ingeniero agrónomo, defiende que “las empresas deben tener una actitud leal externa con la sociedad, asimismo es importante la lealtad con el entorno (clientes, proveedores…) y, principalmente fomentar la lealtad interior haciendo que los profesionales y trabajadores compartan objetivos y procedimientos”.
Compromiso
“Es una decisión adoptada libremente en donde uno conoce las condiciones y acepta las obligaciones que ello conlleva”, es una de las definiciones incluidas en el Libro Blanco de las Emociones y Valores 2020. Es un valor muy personal e individual con una enorme trascendencia en el exterior. El compromiso no se expresa, se demuestra con los actos.
El compromiso con una empresa no se puede forzar, pero sí se puede remar a favor de crear un ambiente donde crezca y se fortalezca. Este no tiene que ver con la edad o el tiempo de permanencia en el negocio, se adquiere con el ejemplo. Tiene que ver con la persona y la educación recibida.
Tiene una estrecha relación con la pasión, el sacrificio y la confianza que se crea en un grupo de trabajo, se afirma en el libro.
Macarena Botella, directora de Comunicación y Relaciones Externas en la Universidad Francisco de Vitoria, señala: “En la vida laboral, al comprometernos, ponemos al máximo nuestras capacidades para sacar adelante el trabajo encomendado, somos proactivos, sentimos como propios los objetivos de la institución y ello repercute en el crecimiento y buen funcionamiento de la misma; sin lugar a dudas el empleado comprometido,¡es el gran tesoro de las empresas!”.
Contenido relacionado
>7 consejos para superar un despido laboral
>5 actividades útiles que puede aprender en internet
>Actividades productivas que pueden llevar a cabo las personas cuando se jubilan