Óscar, que estuvo más de un año en la lista de espera para un trasplante, trabajaba como albañil y empezó a sufrir problemas de corazón con sólo 28 años, contó en el video difundido por la clínica.
“De un día para otro empecé que no podía hacer nada”, cuenta desde su habitación en el centro médico. “Ya me dijeron en aquellos tiempos que mi corazón estaba para trasplante”, añadió.
Cuando los problemas se agravaron y Óscar apenas tenía fuerzas, los médicos propusieron colocarle un corazón artificial. La operación consistió en la retirada de los ventrículos y su sustitución por dos dispositivos artificiales que cumplen la misma función, explicó Rábago.
“Este dispositivo lleva una consola portátil de aproximadamente siete kilos con la que Óscar se marchará a casa”, explicó la coordinadora de dispositivos de asistencia circulatoria, Leticia Jimeno. Así, el paciente podrá esperar sin problemas a que esté disponible un corazón compatible.
Óscar, mientras tanto, asegura que está evolucionando bien, que tiene mucho mejor humor y más ganas de vivir.