En paralelo, la comunicación también funciona como una abertura para reconocer y entrever las sensibilidades propias y de los demás. “Es la vía que nos permite exponer nuestro punto de vista, poner límites, negociar con otras personas, resolver conflictos y darnos a entender”, recuerda la psicóloga clínica Scarlette Muñoz.
La también especialista en salud mental Manuela Méndez explica que la comunicación puede comprenderse de tres formas: la pasiva, que no expresa de forma adecuada los pensamientos y sentimientos, ya que es retraída; la agresiva que impone y no permite la expresión ajena; y, por último, la asertiva, mediante la cual se defienden posturas, además que fomenta el respeto y el valor de los pensamientos.
Manuela explica que la comunicación asertiva consiste en una habilidad de expresar mediante la empatía y la confianza sin herir o sobrepasar los límites.
“La persona asertiva es consciente de la información que transmite, es concreta, tiene control y hace sentir a las demás personas cómo ella se siente de forma positiva”, comenta la psicóloga.
La comunicación asertiva implica reconocer el impacto que tienen las palabras sobre las otras personas. “Es la capacidad de expresar los derechos, respetando los de la otra persona y planteando límites”, agrega Scarlette Muñoz.
¿Qué no es comunicación asertiva? De acuerdo con la psicóloga Méndez, hay varias situaciones que pueden llevar a tropiezos frente a la intención de comunicar de manera constructiva, empática y respetuosa. Entre esas situaciones pueden destacar:
- Cuando las personas oyen a otras, pero no las escuchan ni validan.
- El no aceptar opiniones externas.
- Temer a expresar ideas.
- Suponer las cosas sin preguntar antes por ellas.
- Preocuparse por ser juzgado al decir algo.
- Mostrar indiferencia.
- No tomar en cuenta la honestidad y la humildad al comunicarse.
La falta de una comunicación asertiva puede deberse a las carencias de los contextos en los que se crece. De acuerdo con Scarlette Muñoz, esto responde a que, en muchas ocasiones, desde los hogares no se enseña a no se le presta atención al valor del intercambio de información desde cómo pueden sentir las personas.
Aunque puede que haya una carencia en la forma adecuada de expresar ideas, la comunicación puede modificarse “cuando las personas son conscientes que la asertividad es indispensable para tener habilidades sociales y mejorar las relaciones interpersonales”, señala Manuela Méndez.
El hecho de poner en práctica la comunicación asertiva permite una adaptación y estandarización de la forma cómo se expresan las ideas frente a todas las personas.
Manuela agrega que esta habilidad social debería ser igual en todos los ámbitos. De lo contrario, si la comunicación se distingue, es probable que no esté siendo desarrollada por las personas de forma asertiva.
“La comunicación asertiva permite que nos adaptemos a la forma de comunicación de las demás personas, por lo tanto, siempre debería ser igual”, agrega Méndez.
En ese sentido, las ventajas de comunicar de forma asertiva pueden verse cuando las personas: reciben un trato respetuoso, son empáticas, mejoran su calidad de relación en distintos ámbitos, aceptan un error, modifican conductas de forma positiva, son capaces de valorar a los demás por igual, no imponen criterios, están abiertos a una comunicación fluida, no imponen criterios y están abiertos a nuevos aprendizajes.
Trabajar la comunicación asertiva
Para desarrollar este tipo de comunicación es necesario que exista sobre todo inteligencia emocional, dice Scarlette Muñoz: “Es importante aprender a identificar emociones y lo que significan para así saber qué es lo que se necesita comunicar”, explica la psicóloga.
Ante situaciones de incomodidad o conflicto, también pueden considerarse ciertas técnicas para abordar la asertividad. Una de ellas es la “técnica del sándwich”, mediante la cual se puede expresar una idea positiva sobre una situación, seguido de otra “negativa”, y, por último, cerrar con una manifestación positiva.
Muñoz agrega que otra de las formas es mencionar el sentimiento o idea que genera incomodidad, hacer un trato o solicitud con la persona con quien se tiene el conflicto y, por último, los beneficios que podrían existir para ambas partes de hacerse ese trato.
Algunos puntos que Manuela sugiere tomar en cuenta son:
- Estimular siempre las respuestas honestas.
- Mantener la escucha activa.
- Considerar las opiniones de los demás.
- Practicar decir las cosas frente al espejo para perder miedo al expresarlas después.
- Hablar en primera persona.
- No tomarse siempre las palabras de los demás en serio.
- Realizar un análisis consciente.
- Utilizar palabras positivas.
- Hacer respiraciones profundas.
Scarlette Muñoz agrega que, si las personas quieren ayudar a otras para que se comuniquen de forma asertiva, es necesario empezar por cada uno y dar el ejemplo.
Se debe antes identificar las emociones, entenderlas de forma concisa y expresarlas sin hacer reclamos. En medida que se comunica de esa forma, se construye un ambiente de respeto”, agrega la psicóloga.
Solo desde esas maneras será posible transformar los ámbitos y las relaciones. Además, se podrá pedir en algún momento lo que se está dando. “Por eso la integridad y la congruencia son importantes en estos casos. Solo así se va formando la comunicación asertiva”, apunta Muñoz.