Cuando el borde de nuestra uña se entierra debajo de la piel, decimos que está encarnada y puede suceder a raíz de distintos factores como una sudoración excesiva, el uso de calzado demasiado ajustado o no arreglarse o cortarse adecuadamente las uñas, la forma del dedo, la forma de la uña e incluso por padecimiento congénito, dice Iturriaga.
Al tener una uña encarnada, lo recomendable es acudir de inmediato con especialistas a una consulta médica. ‘Busque especialmente centros de salud y no tanto centros de estética, porque lo saludable se ve bien, pero lo estético no necesariamente significa que está saludable’, explica.
¿Cómo sabemos si tenemos una uña encarnada?
Cuando una uña está encarnada, es porque hubo una ruptura del tejido, entonces presentará síntomas como inflamación del área afectada, sangrado, secreción, enrojecimiento y mal olor, dice Iturriaga. ‘Si solo tiene molestia, la uña no está encarnada porque no se rompió ningún tejido’, explica.
Además de los factores mencionados, dejar las uñas muy cortas podría favorecer que estas se encarnen, así como recortar los bordes de forma redonda y no recta, tener uñas gruesas y hurgar en las esquinas. Asimismo, la uña se puede encarnar cuando hay una presión adicional. Lo más común es que la uña afectada sea la del dedo gordo y, sobre todo, en los pies.
¿Cuál es el tratamiento de una uña encarnada y qué pasa si no la tratamos a tiempo?
‘En Guatemala no existe una salud preventiva, solamente una curativa’ dice Iturriaga, quien invita a los pacientes que visiten médicos con regularidad para estar al tanto de su salud. Asimismo, añade que muchas personas, por desconocimiento o por cultura, prefieren tratarse en casa antes que ir con especialistas. ‘Puede ser por temor a la inyección u otras medidas, por lo que se tiene poca prudencia en estos casos’, expresa. Por ello, es importante aprender a recortarse las uñas, que debe ser en forma recta.
Si el caso no se trata, dice la Clínica Mayo, la uña del pie puede infectar el hueso oculto y producir una grave infección en la zona afectada. Además, una herida abierta podría requerir una cirugía para evitar la putrefacción y una gangrena, como consecuencia de la interrupción del flujo sanguíneo hacia los pies.
De acuerdo con Iturriaga, el procedimiento general, después de haber confirmado que la uña está encarnada, es verificar si el paciente es alérgico a la anestesia u otros medicamentos que le podrían administrar. También es importante tomar en cuenta si es diabético o hipertenso, pues esto podría agravar el caso.
Luego, se le toman fotografías como una referencia para la evaluación y lo siguiente dependerá del caso. Si se requiere de una cirugía sencilla, se libera el canal de la parte afectada y listo; en situaciones más complicadas, la cicatrización podría llevar más tiempo pues e tocan los tejidos blandos.
‘Normalmente, los procedimientos son ambulatorios, es decir que los pacientes salen caminando bien y no necesitan de un reposo absoluto, pero eso dependerá del grado de infección que tenga’, explica el podólogo. Si es alguien que trabaja caminando, la recuperación podría ser más lenta que la de alguien que trabaja sentado en una oficina. ‘La recuperación no necesitará de reposo, a menos que se trate de un paciente diabético’, agrega el experto.
¿Y si tengo diabetes?
Los pacientes con diabetes corren mayor riesgo cuando se les encarna una uña, ya que esta enfermedad hace que disminuya la circulación de la sangre hacia los pies. El flujo sanguíneo deficiente podría dañar los nervios de los pies, haciendo que estos pierdan sensibilidad. Asimismo, es más probable que las heridas abiertas no cicatricen y estas se infecten.
‘En pacientes diabéticos, al abrirse la herida, está el riesgo de que exista una úlcera más profunda, entonces podría haber gangrena’, dice Iturriaga, y recomienda que, al tener esta enfermedad, visite entre 3 y 4 veces al año a especialistas del pie, de manera preventiva.
¿Cómo prevenir una uña encarnada?
Recuerde los factores de riesgo para evitar que las uñas se le encarnen. Corte sus uñas en forma recta y no en curva para que el borde no se entierre bajo la piel. Si padece de diabetes, lo mejor es que acuda con podólogos para este procedimiento. Mantenga un largo moderado, a la altura de los dedos.
Utilice un calzado adecuado, que no le apriete los dedos y que tampoco los tenga muy juntos, porque la presión provoca que las uñas se entierren debajo de la piel. Si tiene problemas en sus pies, lo recomendable es que compre su calzado en zapaterías especializadas en estos problemas.
Si tiene diabetes, hipertensión o alguna enfermedad que afecte la circulación de la sangre, revise constantemente sus pies para detectar si tiene uñas encarnadas y así poder tratarlas a tiempo. Vaya inmediatamente a citas médicas.
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