Para los expertos, la felicidad es un sentimiento de bienestar que se construye día a día y que puede ser alcanzado con acciones sencillas y prácticas.
No existe una definición clara de la felicidad. Cada quien se plantea de forma diferente lo que significa ser feliz. Cuando se habla de este sentimiento, muchas personas asocian el término a cómo tener calidad de vida, bienestar y en actuar a través de emociones positivas.
“Cada persona tiene una forma de entender y vivir la felicidad. Para algunos significa tener salud, compartir un momento especial con alguien, o es la ausencia de problemas”, dice la psicóloga Helen Muñoz.
El sacerdote maya y guía espiritual, Julio Menchú, señala que la felicidad es un estado de ánimo al que toda persona debería recurrir para sentirse satisfecha. La clave está en que, al no ser un lugar físico al que se pueda llegar fácilmente, se debe construir el camino a diario, con pequeñas acciones que lo llenen de satisfacción y sentimientos positivos.
Ser feliz por las emociones
Para el psicólogo Martin Seligman, el bienestar que conduce a la felicidad puede lograrse por medio de emociones agradables, de involucrarse positivamente en los actos que se realizan, en tener relaciones constructivas, en darle un significado a la vida y en tener una sensación de posibilidad de logro, explica Muñoz. Por lo que para alcanzar la felicidad habría que enfocarse en los cinco aspectos que señala Seligman.
Aunque de forma inconsciente, varias personas construyen su camino tomando en cuenta los aspectos del psicólogo.
Hacer una lista de propósitos
La comediante Catherine García, indica que enumerar las cosas por las que se está agradecido es uno de los métodos que ayudan a alcanzar la felicidad. Hacer el listado permite observar y crear conciencia acerca de las cosas que se tienen y del valor que representan. Esta reflexión ayuda a determinar si los resultados de las acciones influyen de forma positiva en la vida.
Por su parte, Menchú explica que a pesar de estar consientes de las cosas que se tienen y del placer que provocan, siempre se querrán más. El problema se genera cuando esa búsqueda de más felicidad se convierte en tristeza por no tener lo que se desea, por lo que se debe aprender a aceptar y apreciar las cosas que se tienen en el presente.
Cumplir los objetivos
La felicidad también está relacionada con los sueños, metas y aspiraciones. Sin embargo, se debe tomar en cuenta que todo lo planeado no siempre saldrá como se espera. “Mantenerse positivo, aunque sea difícil, ayuda a cultivar la felicidad personal. Hay que recordar que una tormenta no dura para siempre, entonces, cuando se tenga en sentimiento de derrota o debilidad, cuando las cosas no salgan como se espera, hay que buscar a los amigos y familia para que nos den el apoyo que se necesita”, dice García.
Para la profesional, los retos y salir de la zona de confort es imprescindible para ser feliz. “Siempre estoy buscando salir de mi zona de confort, por eso hago comedia, porque me gusta arriesgarme a hacer lo que me hace feliz, que es subirme al escenario, hacer reír a los demás y que se olviden de lo malo por un momento”, señala.
Seguir adelante
A criterio de Menchú, el que Guatemala sea considerado entre los países más felices del mundo es por el sentido de resistencia y resiliencia de la sociedad. Además, la solidaridad que caracteriza a los guatemaltecos crea empatía con la mayoría de las personas, lo cual ayuda a tener relaciones constructivas.
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El cultivar la felicidad depende de cada persona y de la visión que tiene del mundo y de sí mismo. Si la percepción es negativa, será difícil encontrar motivos para ser feliz. Pero si la visión y el autoconcepto son positivos, se percibirá al mundo lleno de oportunidades y retos que generarán un impacto en la felicidad personal.
¿Los guatemaltecos son felices?
La ONU publicó en 2017 una edición del Informe Mundial de la Felicidad, en la cual Guatemala se ubicó en el puesto 29 de 155.
Varios expertos, consultados en ese entonces, entre psicólogos, mercadólogos y religiosos, coincidieron que al ser Guatemala un país joven, en el que el más del 74 por ciento de la población son menores de 35 años, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
La juventud puede ser un factor para que las personas tengan varias expectativas por la vida. También la familia, que suele ser un elemento de apoyo y de promover valores como la amabilidad y la solidaridad.
La religión en el país, principalmente cristiana entre católica y evangélica, también promueve la fe, al amor y a la vida.
*Esta nota fue escrita por Andrea Jumique.
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