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Las alergias son una reacción del sistema inmunitario hacia una sustancia u organismo extraño, llamado alérgeno, que no causa reacción en la mayoría de las personas.
“El alérgeno son partículas o substancias que están presentes en nuestro cuerpo y que entran por todos nuestros orificios (ojos, oídos, fosas nasales, boca, ano o genitales) y que están en contacto con la piel, pero que en un determinado momento el sistema inmunológico los percibe como dañinos al organismo, y es cuando provoca una reacción inmunitaria desmedida frente a estos productos, que existen de forma ordinaria en nuestra vida cotidiana”, explica el dermatólogo Neftali Villanueva.
La reacción del sistema inmunitario hacia el alérgeno puede ser primaria; es decir, desde el primer contacto. Por ejemplo, cuando una persona lactante prueba el huevo por primera vez, inicia la alergia de forma aguda. O puede producirse en forma continuada; es decir, presentar síntomas poco a poco.
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Síntomas
Los síntomas de la alergia y la gravedad de la misma dependerán de cada persona. Generalmente desencadenan síntomas como estornudos, congestión nasal, abundante mucosidad, picazón en la garganta, mocosa nasal y tos seca, comenta Villanueva.
Cuando corresponde una alergia por picadura de insectos o por algún producto que tuvo contacto con la piel aparecen manchas en la zona afectada, picazón, hinchazón, en algunas ocasiones la piel se pone caliente y presenta resequedad. Por otro lado, hormigueo en la boca, hinchazón de labios, lengua o garganta son señales de una alergia alimentaria.
En algunas personas, las alergias alimentarias o picaduras de insectos pueden provocar síntomas más complejos que ponen en riesgo su vida, ya que presentan dificultad pada respirar, mal funcionamiento del corazón, descenso de la presión arterial, náuseas y vómitos. A estas reacciones se les denomina anafilaxia y es importante prestarles mayor atención debido a que si la persona padece estos síntomas es necesario acudir a emergencia médica.
Causas
“Las causas principales de una alergia pueden ser muy diversas. Van desde las reacciones del sistema inmunológico por picaduras de insectos, por reacciones a los fármacos o a la exposición al sol”, comenta Eduardo López, médico internista.
Entre los alérgenos más frecuentes que provocan alergias se encuentran: los aéreos, que son aquellas partículas de polen, caspa, pelo de las mascotas, polvo y moho. Algunos alimentos como frutos secos, pescado, mariscos, chocolate, huevos y leche. Picaduras de insectos como la abeja y avispa. También medicamentos, especialmente los basados en penicilina. Níquel utilizado en joyería de fantasía.
Tratamiento
De acuerdo con López, el tratamiento básico es identificar la causa que desencadenó la respuesta alérgica y eliminarla o evitarla. Para combatir los síntomas, el profesional recomienda consumir medicamentos antihistamínicos o en algunos casos, consumir esteroides.
Como su nombre lo indica, el antihistamínico bloquea la acción de la histamina, un químico generado por el organismo a petición de los alérgenos. Este medicamento es recomendable consumirlo únicamente cuando se tienen síntomas de alergia para evitar consecuencias como fiebre del heno, entre otros.
Debido a que las alergias no tienen curan, sino que el medicamento que se consume es para calmar los síntomas, lo más recomendable, según los expertos, es identificar el alérgeno y evitar el contacto. Por lo tanto, lo ideal es limpiar su casa con frecuencia para descartar la aparición de una alergia.
“También se recomienda descartar las alfombras en los dormitorios de las personas alérgicas. Peluches, plantas sintéticas que acumulan polvo, evitar la humedad usando humidificadores, usar insecticidas abajo de la cama y posteriormente cerca de las cabeceras para evitar ser picados por insectos, en caso llegara a ser alérgico”, dice López.
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