Quitar lastre innecesario
El lastre innecesario aumenta la cuenta de combustible. Según el ADAC, 100 kilogramos de peso extra en el auto pueden suponer hasta 0,3 litros más de consumo de combustible cada 100 kilómetros, lo que tiene un efecto especialmente notorio en la ciudad, donde hay que arrancar y acelerar con frecuencia.
Por ese motivo, se recomienda sacar del vehículo objetos como cajas de bebidas, patines y trastos similares. Los portaequipajes, los cofres de techo y los portabicicletas también consumen mucho combustible, por lo que es mejor retirarlos cuando no se necesiten. Según Tüv Süd, un cofre de techo, por ejemplo, puede aumentar el consumo de combustible entre uno y dos litros cada 100 kilómetros.
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Planear un itinerario inteligente
El ADAC recomienda planificar las rutas de forma inteligente y considerar la bicicleta como alternativa para los tramos cortos, o bien combinar varios trayectos breves en un recorrido más largo. El automóvil club explica que en los trayectos cortos el motor apenas tiene tiempo para calentarse y necesita en los primeros minutos después del arranque una cantidad mayor de combustible que a la temperatura óptima.
Arrancar inmediatamente
Calentar el motor mientras el carro está parado es perjudicial para el medio ambiente. Por lo tanto: o se conduce o se apaga el motor. Un motor encendido con el coche parado consume entre 0,5 y 1 litro de combustible por hora. También en la carretera, el ADAC aconseja apagar el vehículo después de un tiempo previsto de ralentí de 20 segundos.
Los coches modernos disponen de un sistema de arranque y parada automático para este fin. Si no se dispone de esa función, se recomienda apagar el motor con la llave de ignición. La asociación explica que, especialmente con el motor caliente, el desgaste adicional resultante para el arrancador y la batería es insignificante.
Acelerar y cambiar de marcha
Después del arranque se recomienda acelerar y cambiar de marcha a su debido tiempo. El ADAC aconseja hacerlo a unas 2000 revoluciones por minuto. La marcha seleccionada debe mantenerse a bajas revoluciones, y solo se debe reducir si el motor traquetea o zumba. Algunos coches modernos muestran en el salpicadero recomendaciones para un uso eficiente de las marchas.
Frenar con el motor
Si se conduce con previsión, también se puede utilizar el efecto del freno motor en lugar de pisar el pedal del freno. En la mayoría de los coches, el suministro de combustible se desconecta al quitar el pie del acelerador. Por lo tanto, es importante no dejar de pisar el embrague y dejar la marcha engranada al acercarse a un semáforo en rojo o al desacelerar antes de entrar a una ciudad.
El ACE explica que una velocidad constante y no demasiado alta mantiene bajo el consumo de combustible. Si el coche dispone de control de crucero, este puede contribuir a una conducción suave en autopistas o carreteras llanas. Como regla general se recomienda conducir más despacio y no exigirle al motor la máxima potencia.
Reducir el consumo eléctrico
También se podrá ahorrar combustible si solo se encienden los dispositivos eléctricos más necesarios del vehículo. Los extras de confort, como la calefacción de los asientos, deben permanecer en funcionamiento solo el tiempo necesario. Sin embargo, ahorrar en elementos relevantes para la seguridad, como la iluminación, los limpiaparabrisas o la calefacción del parabrisas, sería un error y un riesgo.
Controlar la presión de las llantas
Circular con unos neumáticos con una presión de aire demasiado baja dificulta la conducción, hace que las distancias de frenado sean más largas y contribuye al aumento de consumo de combustible. Según el ACE, tan solo 0,5 bares menos de presión en los neumáticos que la recomendada por el fabricante aumenta el consumo en torno a un cinco por ciento. Por lo tanto, es mejor comprobar la presión de los neumáticos cada dos paradas para repostar y al menos una vez al mes. Tüv Süd aconseja seguir siempre las especificaciones del fabricante.
Invertir para ahorrar
Una buena inversión son también los neumáticos especiales de ahorro de combustible, con los que el ADAC ha observado un ahorro de hasta 0,5 litros de combustible cada 100 kilómetros. De esta manera, un neumático un poco más caro, pero con una menor resistencia a la rodadura, puede salir a cuenta a lo largo de su vida útil.