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Lo cierto es que recuperarse después de una lesión por torcedura o distensión requiere de paciencia y de un tratamiento apropiado, de lo contrario sentirse bien podría ser solo de manera parcial y arriesgarse en caer en cuadros más complicados.
Es importante aclarar que la prevención de tener estos episodios es ideal. Eso comienza desde vestir la ropa y el calzado adecuado para ejercitarse. Este último debe ser liviano y con un buen soporte, según la actividad que realizará.
La hidratación es otro punto que no puede dejar pasar antes, durante y después de participar en una jornada de ejercicios. Si el músculo no está hidratado no es flexible y aumenta la probabilidad de lesionarse. Aquí también juega importancia la nutrición completa para que el cuerpo esté listo para el esfuerzo.
Por último, pero quizá una de las rutinas más importantes para evitar lesiones o disminuirlas es calentar los músculos. El calentamiento muscular previo y la relajación posterior a los ejercicios que realice le ayudarán a prevenir lesiones y calambres.
Antes de comenzar a ejercitarse realice movimientos que ayuden a preparar los músculos para mantenerse flexibles. También influye que el cuerpo tenga descanso de las rutinas de ejercicio. Consulte con un experto para saber con certeza aquellos más convenientes a la actividad que lleva a cabo.
Conozcamos el cuerpo
El aparato locomotor está conformado por huesos, articulaciones y músculos y estas zonas están susceptibles a lesiones.
Entre ellas están los esguinces (estiramiento o rasgadura de los ligamento que conecta los huesos y articulaciones), luxaciones (cuando hueso se sale de su lugar), lesiones musculares y tendiniosas (desarrolladas en músculos, nervios, tendones, ligamentos, articulaciones y cartílagos), así como a fracturas.
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También están los calambres musculares que se producen y es de las más habituales. Este se requiere de hacer estiramientos en el momento que sucede y de ser frecuente visitar a un especialista.
Es importante recordar que cualquiera de las situaciones anteriores requiere la asesoría de un profesional para realizar las diferentes evaluaciones, así como hacer el diagnóstico y tratamiento correspondiente.
Una regla recomendable es detener su rutina deportiva cuando se lastima. Hacer lo contrario podría hacer más difícil el cuadro, dice el médico y cirujano Manuel Aguilar con especialidad en traumatología y ortopedia.
El tratamiento por lo general comienza con cuestiones como reposo y el uso de hielo para aliviar el dolor y que baje la inflamación. Los especialistas también recomiendan mantener presionada la zona para tratar la hinchazón con el uso de vendas, para ello también ayuda elevar la zona lastimada cuando es posible.
El médico recomendará también analgésicos, en algunos casos inmovilizar el área lesionada, rehabilitación y de ser necesario cirugía.
La terapia es indispensable. A través de ella se prepara al cuerpo para que tenga las condiciones adecuadas para regresar al ejercicio sin que existan riesgos, agrega Aguilar. En este casi si se ha tenido un tratamiento largo de dos, tres meses o más, es imposible regresar de un día para otro a las actividades normales.
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