Consejo 1: Un paño solo levemente humedecido
Un paño limpio y seco es bueno, pero uno ligeramente humedecido es mejor. Bernd Glassl, de la Federación Industrial de Productos de Limpieza de Alemania, explica cuál es la manera ideal de conseguirlo: “Se escurre bien un paño mojado y se prensa con uno seco como un rollo. Así obtenemos dos paños ligeramente húmedos. Estos eliminan el polvo mucho mejor que los paños secos”.
Pero a veces eso no alcanza: las superficies polvorientas, pero también las que estén muy sucias y no se limpian con un paño ligeramente húmedo, pueden ser tratadas adicionalmente con un detergente para todo uso diluido. “Los surfactantes que contiene disuelven la suciedad mejor que el agua pura”, señala Glassl.
Los expertos no consideran que sea útil el suavizante, que a veces se recomienda añadir al agua, porque actúa como impermeabilizante. “Mejor es usar en dosis bajas un spray atrapa polvo antiestático”, sostiene la experta Ursula Geismann. Este impide por un tiempo la carga electroestática en las superficies tratadas y mantiene así el polvo algo alejado.
Consejo 2: Limpiar de arriba hacia abajo
Es mejor limpiar primero las superficies que están más arriba y luego las de más abajo. “Porque las pelusas caen hacia abajo, donde se las puede eliminar bien”, dice Geismann. Otro consejo: durante la limpieza hay que ventilar bien, para que la mayor cantidad de partículas escapen al exterior.
Consejo 3: Primero limpiar el polvo, luego pasar la aspiradora
Parece una cuestión de fe: ¿primero limpiar el polvo y luego aspirar o al revés? Geismann y Glassl, sin embargo, coinciden: primero limpiar el polvo, luego aspirar. Porque el polvo cae al suelo.
Consejo 4: Buenos filtros de aspiradora para alérgicos
Para las personas sanas el polvo en el peor de los casos es molesto. Para las afectadas por alergia, en cambio, puede ser peligroso. Por lo tanto, deberían comprar una aspiradora con filtros HEPA, que son unos filtros de partículas de aire de alta eficiencia, que atrapan hasta el 99.9 por ciento de las partículas en el aire.
Consejo 5: Un paño exclusivo
Los paños y plumeros atrapa polvo son una innovación que realmente facilita el trabajo en el hogar. “Son especialmente apropiados para limpiar el polvo de superficies grandes como estanterías de libros. Uno simplemente los pasa por encima y el polvo queda colgado”, dice Glassl. Los plumeros con un mango más largo posibilitan también una limpieza cómoda en lugares de difícil acceso.
Pero, considera, Geismann: “Por razones de ahorro y de cuidado del medio ambiente, deberían comprarse paños y plumeros que en lo posible se puedan usar muchas veces y sean lavables”. Da igual si son de algodón o de lona.
Lo importante es que el paño quede reservado “exclusivamente para las superficies delicadas de los muebles”, dice Glassl. Porque si se usa un paño también para limpiar el suelo y en él quedan colgados pequeños granos de arena o partículas de suciedad, estos pueden dañar la superficie de los muebles de madera o laqueados.
Parecido aunque no tanto ocurre con los paños de microfibras. “Con el tiempo pueden dañar la superficie”, asegura Geismann. Entonces en las zonas dañadas el polvo se asienta especialmente. Los paños de microfibras a lo sumo son apropiados para superficies de trabajo más robustas en la cocina o para los vidrios.