Muneer Mansour, de la Clínica Ameos St. Clemens en Oberhausen, Alemania, señala que las mujeres embarazadas deben prestar especial atención a realizar suficiente ejercicio, ya que de esta manera efectivamente puede evitarse una trombosis.
Con relación a otras mujeres, el riesgo de trombosis se sextuplica en el caso de las embarazadas.
Las mujeres que recientemente dieron a luz también corren un mayor peligro durante las seis primeras semanas posteriores al parto, por lo que esta recomendación también se aplica a estos casos.
Una enzima es el motivo
La razón: durante el embarazo y en el periodo posterior, el cuerpo produce más trombina, una enzima para la coagulación de la sangre. “Lo que es enormemente importante para cerrar una herida es, sin embargo, potencialmente mortal como coágulo dentro de una vena”, advierte Mansour. Porque entonces existe el riesgo de coagulación y aglutinación, lo que puede obstruir un vaso sanguíneo.
Practicar deporte ligero puede impedir que esto ocurra. “El mejor movimiento es el que se realiza en el agua”, indica Muneer Mansour. La presión del agua ejerce una suerte de leve compresión en las venas. También yoga especial para futuras mamás, caminatas y danza poseen un efecto preventivo.
Descansar en la posición correcta
Si no se tiene tanta inclinación hacia el deporte y prefiere tumbarse en el sofá, el médico recomienda volcarse sobre el lado izquierdo del cuerpo: “Así se alivia la presión sobre la vena cava”, explica el médico.
Y, si se quiere elevar las piernas, es mejor que hacerlo en un ángulo de 90 grados. También importante para reducir el riesgo de trombosis es beber mucha agua.