La quema de cualquier producto genera la liberación de gases tóxicos, como el monóxido y bióxido de carbono, los cuales generan lesiones en las vías respiratorias de cualquier persona. Pero, los incendios forestales y estructurales liberan más partículas dañinas debido a los elementos que se queman, como madera, cartón, hule, etc. Además, los contaminantes van directo a las vías respiratorias, explica Carlos Hernández, vocero del Cuerpo de Bomberos Municipales.
“El humo se forma por una mezcla de gases y partículas finas que se producen ante la quema de madera, leña, hule y cualquier material orgánico. El problema consiste en que, al ser partículas muy pequeñas, penetran profundo en los pulmones y podrían crear daños en la salud, que van desde irritación en los ojos, bloqueo de las vías respiratorias, hasta afecciones más severas, sobre todo si la persona ya tiene alguna enfermedad respiratoria”, dice Hernández.
Efectos inmediatos
Respirar humo puede tener efectos inmediatos en la salud, como irritaciones respiratorias que se manifiestan en tos, estornudos, irritación de garganta, de ojos y goteo nasal. También dolor de cabeza, de pecho, y dificultades para respirar, debido al bloqueo de los bronquios, comenta Elena Rodríguez, médico general.
Además, debido a que las partículas se mueven en el aire, la piel se puede ver afectada. Esto se manifestará con enrojecimiento, irritación, ardor, dolor y, en algunos casos, pequeñas ronchas.
Los adultos mayores, niños y adolescentes, mujeres embarazas y personas con afecciones respiratorias y cardíacas son más propensas a sufrir efectos severos al inhalar humo de los incendios. Quienes tienen enfermedades cardíacas pueden experimentar dolor en el pecho, palpitaciones, falta de aire y fatiga. Mientras que al tener alguna afección pulmonar les costará más respirar de forma profunda como de costumbre y pueden presentar síntomas como tos, flema, molestia o dolor en el pecho y dificultad para respirar.
Ante la presencia de estos síntomas es recomendable asistir al médico especialista para que realice un chequeo y recete algún tipo de medicamento o respirador.
Si no sufre de alguna enfermedad pulmonar o cardiovascular podría tomar algún antihistamínico o expectorante, ya que le ayudarán a despejar las vías respiratorias. Siempre es recomendable consultar a un médico antes.
Cómo protegerse del humo
Ante la presencia de humo muy espeso, provocado pro algún tipo de incendio, los especialistas recomiendan:
- Tapar las rejillas de la casa, para evitar que ingrese más humo contaminado.
- Consumir mucha agua y frutas, para mantenerse hidratado y así evitar que se obstruyan las vías respiratorias.
- Evitar el uso de cualquier producto que contamine más el aire interior, como velas o cigarrillos.
- Seguir los consejos del médico sobre los medicamentos y plan de manejo respiratorio si tiene alguna enfermedad pulmonar o cardiovascular. Llamar al doctor si los síntomas empeoran.
- Si considera que ya hay mucho humo dentro de su vivienda, busque espacios abiertos en donde circule el aire fresco.
- Usar mascarillas N95, ya que estas podrían ofrecer cierta protección ante las partículas diminutas.
- Consumir algún antihistamínico o expectorante para despejar las vías respiratorias, si no sufre de alguna enfermedad pulmonar o cardiovascular. Lo aconsejable es consultar al médico antes de comprar cualquier medicamento.