Tomando como ejemplo el kétchup, podrá comprobarse que el comprado suele contener más de 20 gramos de azúcar cada 100 gramos, lo que equivale a siete terrones de azúcar, mientras que el preparado en casa será muchísimo más sano en este aspecto. Además, las versiones caseras suelen tener menos calorías.
Para prepararlo es necesario picar en trozos pequeños una cebolla y rehogarla junto con ajo picado en una gran olla. Cortar tomates en cuatro, agregarlos en la olla y dejar cocinar la mezcla a fuego lento, revolviendo de cuando en cuando. Se condimenta con vinagre de manzana, mostaza, sal, pimienta y un poco de miel. Hay quienes recomiendan añadir ají picante, jengibre, cilantro o curry para darle una nota inesperada.
Triture la mezcla y viértala en frascos pequeños y limpios, podrá conservarla durante varias semanas.
Mayonesa sin huevo y crema agria con castañas de cajú
La mayonesa también puede prepararse en casa, incluso en una versión que no lleva ni un huevo. Se hace a base de leche descremada o de alguna alternativa vegetal y aceite de colza en proporción 1:2, mezclado con sal, pimienta y una pizca de azúcar y mostaza. Se pasa todo por la licuadora y se añade zumo de limón a gusto. Para tener una opción baja en calorías se puede reemplazar parte del aceite con un yogur descremado.
Otra opción es preparar la mayonesa española, que lleva aceite de oliva batido con yema de huevo, un ajo picado, zumo de limón, mostaza, sal y pimienta.
Quienes prefieran la crema agria conocida como “sour cream” lo lograrán tomando queso cremoso o yogur, mezclándolo con ajo y hierbas frescas como cebollín. La alternativa vegana sería con base en castañas de cajú. Para prepararla hay que dejarlas en remojo durante toda la noche, retirar el agua utilizada y machacarlas. Luego licuarlas con agua, zumo de limón, un poco de vinagre, pimienta y sal, y finalmente añadirle cebollín y dejarla reposar en la nevera.