Estos animales, muchas veces molestos, son, sin embargo, parte esencial de un ecosistema intacto, explica Nadja Michler, experta en animales silvestres de la organización defensora de los animales Peta.
Según ella, las avispas aceleran los procesos de descomposición de árboles viejos, procuran una regulación natural de garrapatas, pulgones, moscas y mosquitos y, al igual que las abejas, polinizan plantas.
Mientras que al inicio de la temporada solo necesitan proteínas para criar a sus larvas, a fines del verano buscan específicamente azúcar.
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La experta da algunos consejos sobre cómo se puede mantener alejados a estos insectos.
Distraerlas con fruta demasiado madura
Un trozo de alguna fruta demasiado madura a una distancia segura distrae a los animales. Sobre todo las uvas son apropiadas para esto, precisa Michler.
Otra opción consiste en ahuyentarlas con olores desagradables. Medio limón con clavos de olor, varitas de incienso o lámparas aromáticas emiten un aroma desagradable para estos insectos.
Otros olores, en cambio, las atraen: quien se quiera proteger, debería evitar perfumes y productos cosméticos de aroma dulce. También se aconseja tapar los alimentos. Poner mosquitero en ventanas y puertas ayuda, además, a que no ingresen en los hogares.
No entrar en pánico
Una vez que estos huéspedes no deseados se hayan sumado a un festejo al aire libre, no hay que entrar en pánico. “Mantener la calma”, es el lema para tratar a estos insectos. Las personas deberían evitar los movimientos bruscos y no dar manotazos a su alrededor ni soplar hacia ellos.
Para evitar tragarse una avispa, en la época en que son más frecuentes debería beberse exclusivamente con sorbete de botellas y latas.
En el jardín o junto a la piscina, además, conviene llevar calzado. Si uno pisa una avispa, se arriesga a ser picado. Esa es la manera en que se protegen estos animales cuando se sienten en peligro. En general, las picaduras de avispas no son peligrosas para las personas, salvo que sean alérgicas a ellas.