“La incertidumbre no es algo nuevo. A muchos nos ha tocado liderar cuando la información para decidir es confusa o incompleta, aunque a veces nuestra lógica nos dice que mejor nos detengamos para ver qué pasa, no lo podemos hacer. Ante esos desafíos colectivos es en que se necesita a los líderes para actuar y tomar decisiones con serenidad”, dice Carlos Velásquez, coach empresarial.
Cuando se detecta una situación de incertidumbre lo ideal es analizar la información de manera general, recaudar la mayoría de los datos, conocer a profundidad los hechos más relevantes y así comenzar a fijar misiones, más que objetivos. Por ejemplo, la misión de que la empresa sobreviva a la pandemia o la misión de que a fin de mes se paguen todas las nóminas.
Lo recomendable que cuando se haga la investigación acerca del panorama que nos rodea sea con información productiva, accionable y aplicable a nuestro trabajo. Luego trazar un plan de trabajo. Si se trata de una situación en la que cambiarán algunos hábitos, puede comenzar por analizar qué costumbres puede continuar llevando a cabo y cuáles no, cómo las puede readecuar a su buena rutina.
Cómo comenzar a actuar
Ante una situación de incertidumbre, cuando se comienza a analizar el panorama, lo recomendable es identificar cómo han cambiado sus funciones. En este punto, por ejemplo, si el hecho es que algunas acciones no las puede hacer igual porque ahora está trabajando desde casa, entonces analice si se puede reinventar o es mejor no seguir haciendo esa acción.
Cuando se trata de cambios hay que saber identificar cuáles dependen de uno. Además, no hay que gastar tiempo en aquellas que no se pueden hacer, lamentando que las cosas no seguirán igual. “Las acciones que ya no se pueden hacer no hay que tirarlas a un bote de basura, sino solo guardarlas en una gaveta porque quizá en algún momento será permitido renovarlas. Pero, antes, hay que analizar si es una acción viable o solo la estaba convirtiendo en un mal hábito”, explica Gabriela Ocaña, experta en recursos humanos.
Entre los cambios que se pueden implementar, haga un plan de gestión posible, medible y verificable, para que de manera ágil se ajuste a las nuevas realidades. Luego de finalizar las recomendaciones anteriores, invite a su equipo de trabajo a realizarlas, para que todos estén en la misma sintonía y se ajusten al plan de acción colaborativo.
Para generar acciones
Ocaña indica que en algún momento puede sentirse frustrado por los cambios que se avecinan. Ante esto piense en qué acciones puede llevar a cabo para implementar la nueva fase que está próxima a vivir. “Lo mejor es ser flexible y apoyar sus ideas. No sea duro al juzgarse ya que no hay ninguna idea mala, permítase darles una oportunidad, probarlas y medirlas”, agrega.
Para lograr esa generación de acciones y evitar que las ideas no se lleven a cabo, invite a todo el equipo a ser optimista y que tenga confianza en que de la crisis todos saldrán fortalecidos. También a que se mantenga una organización exhaustiva para generar rutinas y hábitos tanto personales como grupales para que se logren cumplir las misiones a corto y largo plazo.
“Todo líder debe hablar con claridad y con la verdad a su equipo. Si la situación de incertidumbre es muy fuerte y considera que vienen tiempos difíciles para todos los trabajadores lo mejor es ser sincero, ya que es una forma de generosidad”, afirma Ocaña.