También hay que respetar los ciclos de luz —día y noche—, al evitar la luz ininterrumpida en el acuario, pues estos animales no pueden parpadear y deben también dormir. Así mismo, no mezclar peces pacíficos con agresivos ni peces tropicales con los de aguas templadas.
Héctor Fuentes, coordinador de la Unidad de Vida Silvestre, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de San Carlos de Guatemala, recomienda asesorarse con un profesional o experto en peces para tratar de manera temprana las enfermedades y aumentar las probabilidades de sobrevivencia, pues algunas son mortales.
Además, es importante mantener la densidad adecuada de peces, al limitar la cantidad de estos, según la capacidad del acuario. A su criterio, no se recomienda cambiar totalmente el agua del acuario, sino solo sustituir un 25% de su volumen por agua limpia, cada semana o cada 15 días.
Los peces pueden desarrollar o contraer gran cantidad de enfermedades, pero en este espacio se presentan cinco de las más comunes, descritas por Fuentes y López.
Punto blanco
Es causada por el protozoario Ichthyophthirius multifiliis, altamente contagiosa y que afecta, principalmente, a peces tropicales. Esta enfermedad genera el aparecimiento de puntos o manchas blancas por todo el cuerpo, donde se encapsula para multiplicarse. El pez se rasca en cualquier superficie del acuario y se reducen sus colores.
Se trata con un medicamento llamado antiich, elaborado con verde de malaquita, aplicando dos gotas por galón, un día sí y un día no, por una semana o 10 días. Es importante cerciorarse de que los nuevos peces que se introduzcan en el acuario estén libres de esta enfermedad. También, hay que mantener la temperatura adecuada para peces tropicales. Los peces con defensas bajas o estrés suelen desarrollarla. Cualquier objeto nuevo que se coloque en el acuario debe pasar por un proceso de curado o desinfección previo. Es 99% mortal, pero si se trata a tiempo, hay oportunidad de que el pez sobreviva.
Parásitos
Hay parásitos externos e internos que afectan la salud de los peces. Uno de ellos son las pulgas de agua, diminutos crustáceos ovalados marrones que se adhieren a las aletas y que se alimentan de la sangre y fluidos del pez. Pueden causar la muerte del animal, que los contrae por contacto con otros peces afectados con estos parásitos. Como se ven a simple vista, se retiran manualmente, pero como los huevos son imperceptibles, se hace un tratamiento al acuario que dura seis meses, pues son muy resistentes. O bien, se pueden introducir piezas de cobre en la filtración para que generen óxido, el cual actúa como desparasitante.
También está el gusano de ancla —Lernaea cyprinacea—, un crustáceo ectoparásito asiático, detectable a la vista, y que se trata de la misma manera que el anterior. También hay parásitos internos, que se originan por contaminación de agua o alimentos, que se combaten con antibióticos
Síndrome de vejiga natatoria
La vejiga natatoria permite al pez ascender o descender en el agua, al acumular o liberar aire. El síndrome de vejiga natatoria es causado por pequeñas burbujas de aire que ingresan en esta, desencadenado por varias razones; por ejemplo, cuando hay incremento de oxígeno o burbujas de agua en el acuario. El pez flota y no puede descender.
También, es importante darle el alimento seco idóneo al animal, según su especie. Hay peces grandes a los que se les alimenta con escamas y deben abrir continuamente la boca, por lo que acumulan más aire. El animal debe comer alimento suficiente en el menor tiempo posible, como pellets o guijarros. Los peces dorados suelen comer más de lo que necesitan, por lo que el exceso de alimento también puede crear gases en el intestino, que tiene un conducto por el cual llegan a la vejiga natatoria. Se trata con ayuno de 24 horas, con medicamentos para aumentar el movimiento intestinal o dándoles fibra como espinaca hervida.
Hongos
Uno de los más comunes es la saprolegnia, que pertenece al filum oomycota, la principal especie patógena de hongos que afecta a los peces y cuya distribución es mundial. Se desarrolla en animales en condiciones de estrés o con sistema inmunitario comprometido, causados por aguas de mala calidad, alta densidad de peces en el acuario o restos de alimentos, los cuales generan nitritos y amoniaco que son tóxicos.
El principal síntoma de esta enfermedad es una capa algodonosa que cubre las aletas, cabeza y cola del pez, pues este hongo afecta la epidermis. Se trata con verde de malaquita, dos gotas por cada galón de agua, un día sí y un día no, por una semana o 10 días. También se puede con 10 gotas de cobre, una vez a la semana. para que actúe como antifúngico. Este hongo es mortal si no se trata a tiempo, pero con prevención y adecuada filtración del agua puede evitarse.
Infecciones
Las aeromonas causan úlceras rojas en los peces y se tratan con antibióticos inyectados, por lo que es fundamental mantener y vigilar una buena condición del agua.
Las aeromonas hydophila suelen afectar no solo a peces de acuario, sino también a reptiles, anfibios y mamíferos. Las aeromonas salmonicidas causan hemorragias en los músculos de salmones. Si no se trata, el pez puede morir en un período de dos a tres días.
Otra enfermedad que aún no se sabe con certeza si es producida por una bacteria o por un virus es la hidropesia, que desencadena retención de líquidos en el animal. Puede ser causada por una mala alimentación o por contaminación en el agua, afecta los intestinos, riñones o hígado. El cuerpo del pez se inflama, pierde el apetito y tiene problemas para defecar.
Las escamas en la cavidad celómica —área ente el intestino y la pared abdominal— adquieren forma de dientes de sierra. Es mortal, pero no es contagiosa.