“Si los niños aprendieron a vincularse y a tener confianza en sí mismos en casa, hacer amigos suele resultarles fácil”, opina el alemán Wolfgang Krüger, psicoterapeuta y autor de libros sobre la creación de amistades. En entrevista con dpa, respondió algunas preguntas sobre este tema.
¿Qué pueden hacer los padres para que los niños hagan nuevos amigos?
Si se busca el contacto con otras familias en el vecindario, se lleva al niño a la plaza o a grupos de juego o se le anota en el jardín de infancia o en un grupo deportivo, lo más probable es que se relacione solo y sin problemas con otros niños. En general, ellos solo preguntan: “¿Quieres ser mi amigo?”. Cuando algo no va, también suelen decirse rápidamente: “Ya no eres mi amigo”, y dirigen su atención a otro niño.
Cuando dos niños se caen bien, los padres pueden fomentar este vínculo mostrando interés en esa amistad, invitando a ese niño a su casa u organizando algo con él y sus padres.
¿Cómo puede un compañero de juegos circunstancial convertirse en un amigo?
Esto es algo en que los padres no deberían influir. Hay algo mucho más decisivo en esto: el ejemplo que brindan los padres. Los niños se motivan si ven que sus padres tienen buenos amigos, que los visitan seguido y con los que se divierten y ríen juntos cuando se encuentran. Esto hace que tengan ganas de acercarse a otros niños, hacer contactos y establecer relaciones con ellos que los hagan sentir felices.
Los padres deben mostrar interés en los amigos de sus hijos y hacerles preguntas. Sin embargo, no deben inmiscuirse demasiado. Y menos aún deberían transmitirles que quieren que los amigos de sus hijos procedan de determinados hogares o círculos. Los niños suelen tener un instinto bastante afilado acerca de quiénes son los amigos “adecuados” para ellos y hay que interferir lo menos posible.
Que el niño de clase alta se haga amigo del hijo del jardinero, por ejemplo, porque le atrae que este vea las cosas de otro modo, puede proporcionarle una perspectiva distinta y enriquecedora de las cosas. Los padres no deberían decirle “ese niño pertenece a otro mundo, no forma parte de tu entorno”, ya que eso suele ser problemático.
Qué pueden hacer los padres cuando tienen la sensación de que su niño tiene los amigos “incorrectos”?
Si como padre realmente tengo la sensación de que se trata de una amistad unidireccional que perjudica a mi hijo, porque lo están usando, o incluso chantajeando, o dejando de lado en su grupo, lo mejor es hacer preguntas y prestar atención. Mi consejo en este caso es no apresurarse en dar consejos (por ejemplo, no decir: “Tienes que dejar de ver a esos chicos de inmediato”), pero ofrecerle ayuda y estar al lado del niño para darle fuerzas y acompañarlo.