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Cualquiera que lleve de un lugar a otro platos de pescado, carne, salchichas o huevos debe transportarlos en una hielera, señala la revista “Test” (número 8/2020).
Los alimentos perecederos, las ensaladas ya cortadas y las frutas en rodajas, especialmente el melón, también deberían conservarse y transportarse a baja temperatura.
En lugares calurosos, la temperatura del refrigerador debe estar puesta un poco más baja que los habituales 5 a 7 grados. Además, es mejor cubrir los alimentos abiertos y limpiar de vez en cuando el frigorífico con agua caliente y vinagre. Los alimentos congelados también deben descongelarse en el refrigerador, retirando el embalaje pero bien cubiertos.
La limpieza en la cocina es esencial. Si una tabla de cortar, un cuchillo o un plato entra en contacto con alimentos crudos, debe lavarse con detergente y agua caliente.
El agua de descongelación se vierte en el fregadero y se enjuaga con agua caliente. Las tablas de madera deben secarse de forma ventilada y conviene disponer de tablas diferentes para la carne y la fruta y verdura crudas. Lavarse las manos antes y después de preparar los alimentos también es una medida importante.
El calor mata la mayoría de los gérmenes
El calor mata muchos gérmenes, por ejemplo, cuando la carne y el pescado se cocinan bien antes de comer. Para saber cuándo la carne está bien cocinada, basta observar que el jugo que suelta es claro. En el caso de las aves se vuelve blanquecino, en el del cerdo, un gris rosáceo y en el de la carne de vacuno, un gris amarronado.
El pescado cocinado deja de ser vidrioso y se puede cortar fácilmente.
Al moho, sin embargo, no le importa el calor. Si aparece aunque sea tan sólo en una pequeña área de la comida, hay que tirarla toda a la basura. Las nueces o las especias, sin embargo, no necesariamente muestran moho. Si presentan un olor amargo o a humedad, deben ser desechadas.
Dado que algunos patógenos también se encuentran en los productos lácteos crudos, las mujeres embarazadas, los niños pequeños, las personas mayores o las personas con un sistema inmunológico delicado deben evitarlos.
Asimismo cuando se consuman alimentos que contengan huevo solo debe hacerse si este se ha cocinado completamente.
Las personas sensibles también deben eliminar de su dieta el pescado ahumado o marinado y lavar y pelar los alimentos crudos que crecen en contacto con la tierra, como los pepinos o las zanahorias.
Y antes de cocinar es necesario lavarse correctamente las manos
Lavarse detenidamente las manos baja claramente la cantidad de gérmenes, según indica el Centro Federal de Educación Sanitaria de Alemania (BZgA) en su página web. Allí se detallan los cinco pasos para la limpieza efectiva de manos:
- Mantener las manos bajo el agua corriente. De preferencia caliente, con que esté a una temperatura agradable es suficiente.
- Enjabonar generosa y concienzudamente las manos. Esto también comprende las superficies interiores y el dorso de la mano, al igual que las puntas de los dedos y los espacios intermedios entre los dedos. No desatienda las uñas ni las muñecas. Para la limpieza se recomiendan jabones líquidos suaves.
- Frotar suavemente con el jabón durante 20 a 30 segundos. Este tiempo a veces es difícil de cumplir, pero es imprescindible para reducir la cifra de gérmenes. Consejo: sencillamente tararee dos veces la canción de feliz cumpleaños.
- Enjuagar las manos bajo el agua corriente.
- Secar cuidadosamente las manos.
Por el covid-19 el lavado de manos se ha convertido en un ritual muy importante. Se recomienda una limpieza cuidadosa tras entrar al baño, el contacto con residuos o animales, limpiarse la nariz, toser o estornudar.
Además las toallas deben cambiarse con regularidad, ya que allí también pueden esconderse los agentes patógenos. Por ello, cuando use un baño público use papel para secarse, con papel también cierre la llave del grifo y abra la puerta para salir.
