Si se estaciona en una calle con pendiente, se debe activar siempre el freno de estacionamiento. “En los vehículos con freno de estacionamiento electrónico, basta con pulsar un botón o una palanca. De este modo, los servomotores accionan automáticamente el freno“, explica Gerrit Reichel, del automóvil club alemán ACV.
Según Reichel, el freno de estacionamiento manual debe accionarse siempre con firmeza. Porque: “Aplicar laxamente el freno de estacionamiento no suele bastar para evitar que el carro salga rodando”.
Engranar una marcha es otra protección contra el desplazamiento involuntario. Dependiendo de si se estaciona cuesta arriba o cuesta abajo, debe ser la primera marcha o la marcha atrás. “La regla es: utilizar siempre la marcha contraria a la que llevaría el carro”, explica Sören Heinze, del automóvil club alemán ACE. En el caso de una marcha adelante, tiene que ser la primera marcha, ya que es la que tiene la relación de transmisión más baja y, por lo tanto, frena con mayor eficacia.
Cuesta arriba, el auto rodaría hacia atrás, por lo que aquí debe engranarse la primera marcha. Cuesta abajo, el carro rodaría hacia delante, por lo que hay que engranar la marcha atrás. En los carros automáticos, la palanca selectora debe estar siempre en la posición de aparcamiento P, nunca en N.
Si se quiere ir sobre seguro, se puede asegurar el vehículo con al menos una cuña adicional. Esto es obligatorio para los vehículos de motor con un peso total autorizado superior a cuatro toneladas y para los remolques de dos ejes con un peso total autorizado superior a 750 kilos, explica Daniela Mielchen, abogada especializada en leyes de tráfico. Para los turismos normales, la cuña es, por tanto, opcional.
Especialmente en los carros con transmisión manual, se puede recurrir a una protección adicional colocando correctamente las ruedas delanteras. “Si se aparca cuesta abajo con el carro mirando hacia adelante, se girarán los neumáticos hacia el bordillo. Si el auto se estaciona con la parte trasera orientada hacia la pendiente descendente, se girarán los neumáticos en dirección contraria al bordillo“, explica Reichel.
Si el carro se estaciona en una calle sin bordillo, Reichel recomienda poner los neumáticos, de modo que, llegado el caso, el vehículo ruede hacia el arcén de hierba en lugar de hacia la calzada.
Según el ACE, los carros eléctricos deben asegurarse igual que los demás vehículos automáticos: poner la palanca selectora en P, accionar o activar el freno de estacionamiento y bloquear las ruedas. Debido a la batería, los carros eléctricos suelen pesar mucho más que los modelos de combustión. Por ese motivo, una vez que empiezan a rodar, el peso que trasladan es mucho mayor.
Si un vehículo empieza a rodar involuntariamente, nadie debe intentar detenerlo por su cuenta. “Por ejemplo, si alguien se pone delante y lo empuja o intenta ponerse al volante mientras el carro rueda, corre el riesgo de ser aplastado o atropellado”, advierte Gerrit Reichel, y añade que lo más sensato es alertar a otras personas que se encuentren en la dirección en la que se mueve el vehículo.
Asegurar bien el vehículo no solo redunda en beneficio propio, sino que también es obligatorio. Quien se olvide, por ejemplo, de colocar el freno de mano y el vehículo dañe algo al rodar, se enfrentará a un incidente.
Si un carro sale rodando, una inspección técnica puede determinar posteriormente si el freno de mano funcionaba bien o no. “El asegurado tendrá entonces dificultades para demostrar que el vehículo estaba correctamente estacionado”, explica la abogada Mielchen. Si el vehículo está estacionado en un lugar especialmente empinado, Mielchen aconseja documentar con fotografías las medidas de seguridad tomadas para evitar que ruede.
También hay que aprender a salir de una pendiente, sobre todo si se conduce un carro con cambios manuales. Sören Heinze, de ACE, recomienda el siguiente procedimiento: “Acelerar suavemente y soltar lentamente el embrague hasta que la parte trasera del vehículo descienda un poco, entonces soltar con cuidado el freno de mano y arrancar“.
Con un vehículo automático, solo hay que pasar del freno al acelerador. Según Heinze, los vehículos modernos y los carros eléctricos disponen de un freno de estacionamiento que se activa automáticamente cuando el vehículo está parado y también se libera automáticamente cuando el vehículo arranca, lo que impide que salga rodando.
Según el ACV, la ayuda al arranque en pendiente (función de retención automática) ya forma parte del equipamiento de serie de la mayoría de los carros nuevos. “Si se está parado con el vehículo en una pendiente, el sistema electrónico mantiene el freno accionado durante un breve instante. El conductor puede entonces mover tranquilamente el pie al pedal del acelerador. Al arrancar, el freno se suelta automáticamente“, explica Reichel.
