LEA TAMBIÉN
En perras y gatas los humanos pueden darse cuenta de la etapa de celo; sin embargo, en animales como conejas y hámsters es complicado porque tienen una ovulación inducida y son más propensas a quedar embarazadas. Parte importante de la tenencia responsable de animales de compañía es esterilizarlos a tiempo para evitar que se reproduzcan y luego se dé el abandono animal.
Perros
El celo en las perras se da cada seis meses y es la etapa en el que la hembra está lista para recibir sexualmente al macho. De acuerdo con el veterinario Jorge Melgar, del hospital veterinario Dana, el primer celo podría iniciar a los cinco meses de edad en razas pequeñas y a los 14-16 meses en razas grandes. Sin embargo, la madurez reproductiva la alcanzan después del tercer celo.
El ciclo dura, aproximadamente, 15 días. En este tiempo, las características que presenta la hembra son inflamación de la vulva, sangrado y orinan en lugares en los que no están acostumbradas.
Según la veterinaria Jimena Vásquez, los perros, aunque no tienen celo como tal, cuando sienten el olor de las hormonas femeninas de la hembra presentan un comportamiento diferente. Se observan más estresados y con altos niveles de ansiedad, ya que producen testosterona y cortisol. Cuando no logran satisfacer su necesidad sexual, algunos pueden deprimirse, expresándolo en aullidos, fatiga o falta de apetito.
Recomendaciones
Si tiene una perra en casa, lo ideal es que, al dejarla sola, cierre todas las ventanas y puertas, para evitar que se escape en busca de un perro. Si su perro macho no está castrado, sáquelo a caminar una vez al día, por 30 minutos, con correa, para evitar el estrés y que no se escape en busca de la hembra. Según los expertos en veterinaria, para evitar estos comportamientos lo recomendable es la castración.
Gatos
En los gatos, el celo es el momento hormonal en el que la hembra está lista para reproducirse. Este ciclo es irregular, por lo que también se le llama “ovulación inducida”. El ciclo puede ser cada tres semanas, de tres a cuatro veces al año, y se repetirá hasta que sean montadas por el macho o sean castradas.
“Las gatas tienen una ovulación inducida, es decir que hasta que el macho las penetra se produce la ovulación. Si esto no sucede, la gata repetirá el ciclo cada tres semanas, aproximadamente”, explica Melgar.
Durante este tiempo, las hembras cambian levemente su estado de ánimo. Se vuelven más irritadas y maúllan varias veces al día, sobre todo en la noche. Además, se frotan más veces contra los objetos que tienen alrededor y mueven mucho la cola. Estos comportamientos los hacen porque así liberan feromonas y demuestran que buscan un macho. También acostumbran a orinar en varios lugares para marcar territorio. El celo en las gatas puede durar de tres a cinco días.
Conejos
Estas mascotas, tanto hembras y machos, alcanzan la madurez sexual entre los 5 y 8 meses. Desde esa edad se mantienen en celo constantemente, por lo que la hembra en cualquier momento está dispuesta a recibir al macho, cuando este la monta se induce la ovulación.
Las hembras ovulan cada cuatro días, con picos de mayor o menos actividad. El comportamiento de los machos suele variar y se caracteriza porque marcan con orina cualquier objeto a su alcance y tratan de montarlo. Algunos son agresivos, se vuelven inquietos y emiten un sonido como zumbido.
Durante el embarazo o etapa de lactancia no se inhibe el celo, por lo que a los cuatro días del parto la coneja puede quedar preñada otra vez. Lo recomendable es castrar estos animales para evitar la sobrepoblación. Además, se evita el estrés y problemas de salud en los animales.
Cuyos y hámster
Los cuyos alcanzan su madurez reproductiva a los cinco meses, aproximadamente. No es aconsejable reproducirlos antes de esta edad. El ciclo del celo es cada 15 días y dura entre 24 y 48 horas. “Suelen reproducirse fácilmente porque el macho no tiene un ciclo determinado y puede montar a la hembra en cualquier época del año, por eso es importante su castración”, comenta Vásquez.
Las hámster pueden comenzar a reproducirse a los 21 días de nacidas. El ciclo de estas roedoras también es por ovulación inducida. Debido a su corto tiempo de vida, tres años aproximadamente, se acostumbra a tener solo uno como mascota, por lo que no se tiene riesgo de sobrepoblación. Pero siempre es recomendable consultar al veterinario cuando se tiene la pareja.