“Si la persona conoce con seguridad cuál es su tipo de cabello, es más fácil reconocer la importancia de utilizar un champú adecuado para mantenerlo hidratado y fuerte de la raíz a las puntas”, explica el experto de Schwarzkopf, Alejandro Pérez, gerente de Mercadeo de Cuidado Personal en Henkel.
Para lograr los resultados esperados, cuando se recurren a productos cien por ciento naturales, se deben tomar en cuenta los siguientes consejos:
- Frágil y dañado: utilizar champú de aceite de nuez de macadamia y keratina que repara visiblemente la estructura capilar maltratada, restaurando la flexibilidad y fuerza del cabello.
- Maltratado y con puntas abiertas: debe contener aceite de oliva y extracto de sábila que actúan como antioxidantes. Además de reparar la estructura del cabello maltratado, le devuelve su humectación natural.
- Rebeldes y con frizz: debe contener extracto de arándano y seda el cual nutre, suaviza, alisa y reestructura la fibra capilar.
- Secos y deshidratados: utilizar champú que contenga extracto de miel y aceite de aguacate para humectar e hidratar profundamente.
- Débil y quebradizo: emplear como complemento cafeína y aceite de almendras, ya que nutren, fortalecen y cuidan la fibra capilar reduciendo la caída del cabello.
- Para todo tipo de cabello: los productos que están enriquecidos con aceites frutales son indispensables ya que devuelve la vitalidad y la suavidad al cabello de toda la familia, al humectarlo de la raíz a las puntas.
Tener un cabello hidratado y fuerte es la mejor carta de presentación, por eso es recomendable cuidar el cabello con productos cien por cien naturales.
Además, se aconseja evitar el uso constante de plancha y secadora, para evitar daños a la estructura capilar, y preferir productos de teñido con protectores.