Salud y Familia

Cómo educar a los hijos para que estén informados sobre el acoso escolar y sexual

Para prevenir que sus hijos sufran de acoso o participen de él, es necesario hablar con ellos sobre el tema, educarlos. En cada etapa de la niñez y la adolescencia, hay que saber cómo abordarlo. Durante la comunicación, tenga presente que es importante escuchar a los menores.

Previo al inicio de clases, es importante que los padres preparen a sus hijos en acoplarse nuevamente a la rutina, adaptar los horarios, comprar los útiles escolares y forrar los libros. Pero en ocasiones se olvida que la preparación también implica el aspecto emocional y mental, la motivación para asistir y la prevención ante situaciones de riesgo. Así que es oportuno que eduque a sus hijos sobre el acoso y que escuche qué tienen que decir al respecto.

El acoso es una forma de violencia que puede tomar lugar en el ámbito escolar. Verónica Pérez, psicóloga clínica, lo define como una intimidación o provocación a la integridad mental, de manera que para la niñez tiene repercusiones negativas y podría afectar en la autoestima, el rendimiento escolar y otros ámbitos.

La Convención de los Derechos del Niño, del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), cuyos artículos son de obligatorio cumplimiento para todos los gobiernos y para todas las personas, contempla la protección contra los malos tratos, los abusos y la violencia.

“Tenemos que comprender que el acoso implica una conducta deliberada y constante hacia una o varias personas. Es así como empieza el acoso sexual y escolar. En los últimos años, la violencia ha invadido directamente ciertos espacios académicos”, expresa Estuardo del Águila, psicólogo y educador especial. Esto se evidencia en situaciones como robos y humillaciones.

“El riesgo puede hacerse presente en esos espacios que supuestamente eran seguros para la niñez y la adolescencia. Ahí surge la necesidad de educar y fortalecer a los hijos. Es importante prevenir estos eventos desde casa”, indica del Águila.

Para prevenir el acoso, Unicef recomienda educar a los hijos en este tema por medio de la conversación. La escucha nunca debe faltar. Este “puede tener consecuencias perjudiciales y duraderas para los niños. Además de efectos físicos, el acoso puede ocasionar problemas emocionales y de salud mental, como depresión o ansiedad, que pueden derivar en el abuso de sustancias o empeorar el rendimiento en la escuela”.

Estas son las recomendaciones de los expertos:

Sobre el acoso escolar

El acoso escolar, también conocido como bullying, “es en una persecución, agresión o intimidación que se da dentro del ámbito educativo, donde hay un estudiante que quiere tener el control sobre otro sin causa aparente. Consiste en un hostigamiento, maltrato verbal, físico o psicológico”, explica Pérez.

 

 

Aunque las causas varían, este podría surgir cuando el acosador ve algunas diferencias entre él y su víctima. “Muchas veces el acosador también es víctima en otro ámbito y cuando alguien tiene lo que él no puede tener, decide atacar, humillar, robar. De esta manera, la vida del acosador toma significado y tiene consecuencias”, dice del Águila.

Esta actitud es peligrosa porque el niño que acosa se acostumbra a obtener todo por medio de la fuerza, de la violencia. “Al no intervenir en un momento adecuado, esto se vuelve una situación de riesgo. Los niños agredidos se cansan tanto que también comienza a actuar como acosadores porque lo ven como única alternativa, una forma de deshacerse de la amenaza”, agrega.

Cómo prevenir el acoso escolar

La comunicación es clave para prevenir el acoso escolar desde casa. “Se recomienda crear conciencia por medio del diálogo entre padres e hijos, que los menores tengan la facilidad de expresar si se da esta situación, si se sienten intimidados por parte de algún compañero”, indica Pérez.

Los niños y adolescentes deben aprender normas de convivencia para crear relaciones interpersonales más saludables. (Foto Prensa Libre: Servicios).

Recuerde que el bullying se da en las distintas etapas escolares, así que del Águila recomienda que se adecúe a su hijo para educarlo en el tema.

En cada etapa, de una forma adecuada, nos damos cuenta de que cada niño tiene sus propias necesidades o se va a presentar desde la parte más pulsional. Trabajar el fortalecimiento emocional, eso ya no se trabaja en la actualidad. Educamos niños poco tolerantes a la frustración, son vulnerables a estos procesos.

“Dé pláticas en casa sobre las reglas sociales para que los niños aprendan a relacionarse y no sean partícipes del acoso. Supervise las conductas en casa, enseñe sobre el respeto a las cosas ajenas y la integridad física, para que no reaccionen negativamente en el centro educativo”, añade Pérez.

Para la experta, otra manera de educar a los hijos es a través del ejemplo. “Si dentro de casa hay bondad, respeto, armonía, valores y principios morales, así como una buena relación entre los miembros de la familia, puede influir positivamente en sus hijos”, añade. Una buena práctica es escucharlos y motivarlos para que tengan buenas relaciones en el ámbito escolar.

Del Águila dice que los niños imitan los comportamientos de casa y, al existir violencia, repetirá eso con sus compañeros. “Eduquemos con amor, con límites y normas. Esto es clave para fortalecer la relación familiar. Los padres debemos modernizar nuestra educación, porque esta no puede ser la misma que nos brindaron nuestros padres. Debemos conocer las necesidades de la juventud actual”.

Qué hacer en caso de acoso

Lo primero que debe hacer es identificar si su hijo es acosado o es partícipe del acoso. “Para identificar las situaciones, observe las conductas antes y durante el proceso de regreso a clases. Si se aísla, deja de comer y se siente muy triste, podría sufrir de violencia. Al identificar conductas, busque ayuda y brinde motivación dentro de la familia”, recomienda la experta.

 

La ayuda de especialistas permitirá que el niño o adolescente recupere su confianza y autoestima. “Debe exponerlo ante personas que le den respuestas positivas, personas productivas y propositivas. Foméntelo a que practique un hobby y que se relacione con sus pares”, agrega.

“Detecte los cambios en sus hijos, si ha cambiado de rutina, si se ha vuelto más retraído. Identifique qué publica en sus redes sociales, qué dice de sus compañeros y establezca límites con la tecnología, que también se ha vuelto un espacio de acoso”, indica del Águila.

Tome en cuenta que los videojuegos de contenido violento tienen una influencia fuerte en los usuarios. “Cuando no se les da un uso adecuado a las plataformas de entretenimiento, no se tienen respuestas positivas, especialmente en la etapa escolar, en la que el cerebro capta todo”, expresa Pérez.

Para abordar el problema con el establecimiento educativo, se debe identificar el problema por medio de la observación con los profesores para conocer de dónde viene la situación. “Al saber quiénes acosan y quiénes son acosados, se debe realizar una cita con los padres y los directores e intervenir para evitar más conductas negativas”, dice la psicóloga clínica. Seguido de esto, se deben identificar las causas por las cuales el niño acosa.

Acoso sexual

Según cifras de Unicef, alrededor de 1 de cada 10 niñas menores de 20 años ha experimentado relaciones sexuales por la fuerza u otros actos sexuales forzados. Los datos son alarmantes y sucede tanto en niñas como en niños. Es importante que los padres eduquen a sus hijos y prevengan estas situaciones de riesgo y violación contra los derechos de la niñez y la adolescencia.

 

“El acoso sexual es un hostigamiento enfocado en la sexualidad donde la persona intenta, por medio de la intimidación, conseguir placer sexual.  Esto puede darse solo observando, el agresor puede tocarse o masturbarse frente a la víctima”, explica Pérez.

“No tiene que ver directamente con una penetración o un toqueteo, sino cómo ejerce poder sobre la otra persona. Eso es lo que le da placer al acosador, someter bajo la fuerza a la otra persona”, indica del Águila.

Según la psicóloga, en muchas ocasiones sucede que los niños creen que obedecer es lo correcto. “Hay que enseñarles a no aceptarlo en esas situaciones, incluso entre familiares. Se ha dado casos en los que los maestros, que aparentemente son de confianza, abusan de los niños. Hay que evitarlo”, expresa la experta.

Cómo abordar el tema

Para educar a los hijos en el tema, se debe hablar de la sexualidad sin prejuicios, dice del Águila. “Tome en cuenta que identificar con respecto a las edades qué se les puede a enseñar, qué es el autocuidado corporal o sexual. Con los adolescentes sabemos que existe una disposición de tener ese conocimiento, pero regularmente se toca el tema desde el morbo o lo prohibido y esto no es lo adecuado”, agrega.

La sexualidad se debe abordar en un ambiente de confianza. (Foto Prensa Libre: Servicios).

En casa y la escuela se debe transmitir la información adecuada. “La sexualidad no es inapropiada y tampoco es mala. No la veamos desde los prejuicios sociales porque es así como se dan las perversiones y el morbo. Si no hay educación en el tema, se dan los embarazos no deseados y las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), advierte el experto.

En el caso de los más pequeños, entre los 3 y 4 años, es recomendable que aprendan a conocer sus partes íntimas con el nombre de sus órganos. “No les ponga apodo sino enseñe con los nombres específicos para que el niño tome un concepto claro de ello. Enséñele que nadie lo debe tocar”, sugiere Pérez.

“Nos tenemos que conocer, cómo somos, cuáles son nuestros límites en el sentido de la invasión. El hecho de poder explorar desde nuestra sexualidad, qué nos agrada y qué no”, añade del Águila. Este conocimiento debe darse conforme cada etapa de la vida y, en el caso de los niños, según va despertando su curiosidad. Pérez aconseja que el tema se aborde a partir de charlas, de acuerdo con las preguntas de los niños.

Cómo prevenirlo

Para la psicóloga Pérez, los centros educativos juegan un importante rol para la prevención del acoso sexual. En ellos se recomienda llevar a cabo capacitaciones y charlas con profesionales en el tema. “Que los niños y adolescentes aprendan cómo funciona su cuerpo y que este es absolutamente suyo. Se les debe proporcionar material, información y libros acordes a la edad”.

“Los establecimientos deben crear espacios de promoción y prevención, porque muchas veces se trabajan otros temas y olvidamos hablar de aquello de lo que sufren los jóvenes. Hay que educarlos, principalmente porque los jóvenes de la actualidad son sobreestimulados a partir del Internet y debemos aprender a convivir con eso”, expresa el psicólogo y educador especial.

Desde casa, los padres deben estar atentos al comportamiento de sus hijos. “Si este es inusual, no lo deje pasar y no asuma las causas. Podría tratarse de un grave problema”, dice Pérez.

Además de la educación sexual, se debe poner en práctica la comunicación. “El acosador suele buscar la aprobación del grupo y, si el grupo evidencia que lo que hace no está bien, se expone a la vergüenza. Lo ideal es hablarlo y expresarlo”, recomienda del Águila, quien invita a romper el silencio y a llevar terapia.

 

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