“La respuesta en general es ‘sí’”, dijo Elizabeth A. Bihn, profesora del Departamento de Ciencia Alimentaria en la Universidad Cornell.
El riesgo de transmitir o contraer el coronavirus por el acto de compartir comida o por el mismo empaque de los alimentos es muy bajo, pero aun así debes tomar precauciones. Y el virus no debería ser tu única preocupación.
“Lo último que queremos en esta era de la COVID”, comentó, “es contraer una enfermedad transmitida por alimentos y tener que ir a la sala de emergencias, lo cual nos puede poner en mayor riesgo de contraer el virus”.
A continuación, te presentamos algunos consejos para preparar, entregar y recibir alimentos que reducirán el riesgo de transmitir o contraer el virus o una enfermedad a través de los alimentos.
Acata los lineamientos de seguridad alimentaria y toma en cuenta las alergias.
— Sigue las cuatro prácticas principales de la Asociación para la Educación en Seguridad Alimentaria: limpiar, separar, cocinar, enfriar. Las conoces y, en general, sueles seguirlas, pero ahora debes acatarlas al pie de la letra. Asegúrate de lavar tus manos y las superficies que uses con cuidado y de tener presente la contaminación cruzada. Cocina los alimentos a las temperaturas adecuadas y refrigéralos de inmediato.
— No tiene nada de malo (de hecho, es un detalle lindísimo) llevarle comida a una mujer embarazada o a una madre lactante o a un individuo inmunocomprometido. Solo sigue los lineamientos mencionados con más cuidado.
— No tienes que usar un cubrebocas o una careta mientras preparas los alimentos, pero si esto evita que te toques la cara o te tranquiliza, adelante. Lo mismo aplica para los guantes.
— Desde el principio pregunta si la persona tiene alergias. Este no es un buen momento para tener una reacción alérgica. Asimismo, y esto debería quedar implícito, no lleves (ni prepares) alimentos que ciertos grupos de personas no deban comer. Por ejemplo, nada de quesos de leche cruda para las mujeres embarazadas y nada de miel para los niños menores de 1 año. Si dudas sobre usar algo, pregunta antes de entregarlo.
— No uses jabón (ni lejía) para limpiar los vegetales y las frutas. El jabón y la lejía pueden ser muy dañinos para la salud. Más bien, enjuágalos con bastante agua fría de la llave.
Organiza una entrega o recolección sin contacto.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, se piensa que el coronavirus se propaga principalmente a través de las gotas que se producen cuando una persona enferma tose o estornuda. Así que el mayor riesgo ocurre cuando se hace una entrega en persona. Cuando entregues el platillo, ponte una careta o cubrebocas y coloca la comida en un lugar neutral, a unos dos metros o más de distancia, después deja que tu amigo o ser querido lo recoja.
Empaqueta y desempaqueta con cautela.
— Envuelve el alimento en plástico o aluminio, o guárdalo en un recipiente reusable que se pueda lavar. Esto evita que la comida se contamine en el trayecto.
— Si te preocupa recibir alimentos de parte de alguien más, piensa en cómo lo vas a abrir y manejar.
Lo que Bihn sugiere es lo siguiente: trae la comida al interior de tu casa y haz espacio en la encimera de tu cocina para poner los recipientes. (Si están en una bolsa, coloca la bolsa en el suelo y saca los contenedores). Ábrelos en el espacio designado y pasa los alimentos a un tazón, un plato o uno de tus propios recipientes. Tira la bolsa a la basura y lava los contenedores con agua caliente y jabonosa si son reusables. (Si no lo son, deséchalos). Limpia la encimera. Lávate las manos. Come.
Bihn admite que no todos tomaremos estas medidas cada vez que recibamos algo, pero si te preocupa, este proceso podría tranquilizarte.
Intenta no estresarte.
Respira hondo y recuerda que las probabilidades de contraer o transmitir el virus por alimentos o sus empaques son muy pocas. Así que hornea esa tanda de galletas o hierve esa olla de sopa y llévasela alguien que quieres. A ambos les hará bien. Solo no olvides lavarte las manos cuando llegues a casa.