En muchos casos, el aspecto laboral se puede visualizar desde el aprendizaje de una carrera universitaria. En el mejor de los casos, las personas que estudian se desempeñarían en los campos que hayan investigado, pero esto no siempre ocurre así, o al menos, de forma inmediata.
Puede suceder que, aun habiendo egresado de la universidad, las y los estudiantes no encuentren trabajo debido a que los espacios contratantes requieran experiencia, pero esto es algo con lo que no siempre se cuenta a pesar del conocimiento técnico universitario.
Al hablar de experiencia laboral se pretende que las personas tengan conocimientos en el área, pero sobre todo que la hayan puesto en práctica.
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Para el psicólogo industrial y especialista en ambiente ocupacional Franklin Espinoza, esto tiene que ver con requerimientos de las partes contratantes para garantizar que se “minimicen los riesgos de errores con el fin de ahorrar tiempo y limitar costos de aprendizaje” frente a una nueva persona contratada.
Franklin agrega que la experiencia y el motivo de contratación puede variar en los trabajos, ya que las expectativas de las partes contratantes no siempre van dirigidas a que las personas jóvenes recién contratadas sean expertas. En otras ocasiones, buscan personas egresadas de universidades que desarrollan competencias específicas.
Consideraciones si no hay experiencia
Cuando se habla de expertis, es necesario considerar los conocimientos que se hayan puesto en práctica, aun cuando no necesariamente se tuviera una remuneración por ello.
Beatriz Peña, psicóloga industrial especialista en Recursos Humanos, opina que la experiencia no siempre debe ser directamente en un trabajo.
Señala que muchos jóvenes no se abren a la experiencia fuera de lo académico o laboral, por lo que no le dan tanto valor a dinámicas donde han puesto en práctica actividades que estimulan sus capacidades de organización o responsabilidad.
“Hacer actividades de involucramiento político, comunitario, o social ad-honorem cuenta porque desarrolla habilidades que no se enseñan en las instituciones académicas. Es necesario que, si las realizaron, los y las jóvenes hablen de ellas en futuras entrevistas de trabajo”, comparte Peña.
Esto se relaciona con los talentos que cada joven pueda desarrollar. Es importante identificar momentos en todas las esferas de la vida donde se hayan puesto en práctica competencias para así destacar logros en el acercamiento con posibles contratantes.
Las redes de contacto son importantes. De acuerdo con Franklin Espinoza, muchos líderes buscan talentos en los mismos círculos de conocimiento, por lo que, en la vida universitaria los primeros contactos de referencia pueden ser catedráticos y encargados de facultad, a quienes se puede consultar sobre oportunidades laborales.
Durante las prácticas universitarias se puede tomar ventaja, ya que esto implica otro tipo de experiencia dentro de la misma área de aprendizaje. En ese sentido, debe poder explicarse ante futuros contratantes qué hicieron durante las pasantías y cómo las desarrollaron.
¿Cómo presentar un CV si no he trabajado?
De acuerdo con el psicólogo Franklin, una buena idea es colocar en el CV las prácticas con su respectiva explicación, proyectos realizados aun siendo de la universidad, o bien, externos a la misma. Acá se pueden poner las iniciativas sociales, políticas, comunitarias en las que haya involucramiento.
Aún siendo pocas, es necesario que el CV sea conciso, directo y sencillo. También puede cumplir con características estéticas como las explicadas en esta nota que pueden ayudar a crear un impacto más directo.
Es necesario evitar además colocar la formación en la preprimaria o primaria, ya que para la época adulta esos conocimientos no son tan relevantes y mucho menos, novedosos.
Otras recomendaciones
Beatriz señala que nunca se debe dejar de aprender. Aún con los logros universitarios, siempre es importante seguir formándose y ampliando las áreas de interés que atraviesan a las personas, así como otras más básicas.
Cursos en línea, incluso gratuitos pueden ser útiles. También es viable tomar en cuenta formación en informática, comunicación digital, paquetes de edición en Office, entre otros.
Una de las cosas más importantes en esta dinámica es “saber presentarse” dice Franklin. Por ello, la fluidez de ideas, la comunicación asertiva y la apertura son vitales a la hora de llegar con reclutadores.
Por otro lado, Beatriz apunta que, al tener más tiempo libre, se pueden buscar pasantías que no sean remuneradas. Por otro lado, actualizar el CV constantemente y subirlo a plataformas de reclutamiento como LinkedIn, Transdoc, Tecoloco puede ser funcional.
La psicóloga industrial agrega que la paciencia también es vital en estos procesos y, sobre todo, cuando los intentos por buscar trabajo han sido muchos. “Todos los trabajos y las carreras empiezan de cero. Es un proceso”, expresa.
