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Lo ideal para un espacio de estas características es contar con luz natural y ventanas para poder ventilar bien, así como suficientes enchufes, una conexión de agua y un pequeño lavamanos.
La mesa de trabajo: robusta y estable
La mesa de trabajo es la pieza clave del taller. Debería ser robusta y estable. “Una buena opción es una base estable de madera maciza y una encimera de haya”, apunta Hermann. Si la base de trabajo, la encimera, sobresale un poco, se puede fijar con unas pinzas o unos tornillos.
“Cuando los espacios son pequeños, a menudo tiene sentido hacer carros de trabajo con ruedas que vayan bien equipados”, aconseja Gereon Bründt en la revista “Selbst ist der Mann”. Estos carros cuentan con unas ruedas que se pueden bloquear e impiden que se mueva cuando se está trabajando sobre ellos.
“La ventaja de un carro así es que se puede apartar a un rincón del taller para trabajar mejor con piezas voluminosas o largas”, explica Bründt. Además, los estantes y cajones que lleva incorporados también proporcionan mucho espacio de almacenamiento para herramientas y materiales.
Las superficies de trabajo: despejadas y ordenadas
Una gran superficie de trabajo invita a dejar las cosas por ahí. Sin embargo, siempre es mejor despejar completamente el espacio cuando se termine de trabajar.
“Y ese despejar el espacio significa ordenar donde se coloca cada herramienta y hacerlo de forma temática. Por ejemplo, los tornillos se colocan juntos en un mismo sitio, lo mismo ocurre con las colas y pegamentos o las abrazaderas de tornillo y también con la madera o la chapa”, señala Bründt.
La forma en que la luz cae sobre la superficie de trabajo también es un elemento a tener a cuenta. “Como soy diestro, siempre comienzo por la izquierda y voy hacia la derecha para que mi mano no haga sombra”, explica Bründt. De ese modo, se pueden colocar las herramientas a la izquierda, que es el costado desde el que se comienza a trabajar.
Las herramientas: artículos de uso frecuente, en la pared
Los destornilladores, martillos, alicates y sierras que cuelgan de la pared sobre la superficie de trabajo tienen que estar al alcance de la mano y distribuidos de forma clara. “La clásica pared perforada es una opción, pero una pared de herramientas con tiras colgantes cortadas en diagonal es mucho más práctica”, apunta Bründt.
Una solución sencilla que puede montar uno mismo es la tabla de madera con ganchos. “Como los ganchos no se pueden mover, lo mejor es colgar allí un surtido fijo de herramientas”, explica Hermann.
Otra alternativa es colgar algunas herramientas de mano de las tiras de metal. Las herramientas que sobran porque están duplicadas o las que se usan con menos frecuencia pueden guardarse en los compartimentos de un carro con ruedas, agrega el experto en bricolaje.
Accesorios: tornillos, clavos y tacos en un frasco
Las piezas pequeñas como tornillos, clavos y tacos pueden almacenarse en frascos de cristal, por ejemplo. “La tapa de los frascos de mermelada se atornilla debajo de un estante, el frasco se llena de tornillos y se enrosca con la tapa”, explica Bründt.
Mirando el frasco, siempre se sabe lo que hay dentro. Las cajas de plástico transparente con tapa son adecuadas para las bisagras y otras piezas de repuesto más grandes.