¿Cómo aprovechar mejor las vacaciones y descansar bien?
Las fiestas de fin de año se acercan y para algunos representan unos días de descanso; acá le damos algunos consejos para recargar energías y no volver más cansado.
Cuando descansamos reducimos el estrés y esto podría hacernos más productivos. (Foto Prensa Libre: Andrea Piacquadio/Pexels)
¿Cuál es la fórmula para unas verdaderas vacaciones y un descanso reparador? Al consultar con especialistas, ellos coinciden en que el concepto de descanso puede variar entre personas, pero lo ideal es que este tiempo sea de renovación, para lo cual es necesario poner en práctica algunas técnicas y evitar ciertos errores.
El fin de año no es una época cualquiera; existen agendas ocupadas de actividades, y no todos disfrutan de esta temporada, ya que para algunos incluso podría representar un desgaste emocional.
María Cristina Bolaños, psicóloga clínica, logoterapeuta y docente universitaria, comenta que, en esta época, parte de la dinámica recomendada es convivir, coincidir con los seres queridos y tomarse un tiempo para uno mismo. También invita a respetar a las personas que están atravesando duelos y pérdidas.
“No todos tienen el mismo nivel de energía, y es importante ser respetuosos con quienes pasan por momentos difíciles”, comenta Bolaños.
¿Por qué favorece el descanso?
Cuando descansamos, buscamos detener los niveles de estrés. La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe que el estrés constante tiene muchas causas, como las dificultades personales (conflictos con los seres queridos, soledad, falta de ingresos, preocupación por el futuro), los problemas en el trabajo (conflictos con los compañeros, alto nivel de exigencia o inseguridad laboral) o la existencia de amenazas importantes en la comunidad (violencia, enfermedades, falta de oportunidades económicas).
Los dolores, molestias y síntomas indican que algo no está bien. En ocasiones, los médicos refieren que el estrés puede contribuir a muchos de esos problemas de salud, como presión arterial alta, enfermedades cardíacas, obesidad y diabetes.
El estrés mal controlado afecta de múltiples formas: para el cuerpo puede representar un dolor de cabeza; a nivel emocional, llegar a sentir ansiedad; y en el comportamiento, motivar a comer en exceso o por debajo de lo recomendado, solo por dar unos ejemplos.
Podrían enlistarse una gran cantidad de situaciones asociadas al estrés, entre las cuales están la fatiga, sentirse abrumado, caer en drogas, alcoholismo, aislamiento, malestar estomacal, tristeza y depresión.
Otro gran indicador de que es necesario hacer cambios es cuando la persona ya no disfruta aquello que antes le apasionaba.
En un artículo publicado en The Conversation por Juan Pérez Fernández, de la Universidade de Vigo, y Roberto de la Torre Martínez, del Departamento de Neurociencias, Karolinska Institutet, se destacó una investigación de 2016, en la que se pidió a 46 trabajadores someterse a una evaluación. Se les entregaron objetos (por ejemplo, un martillo) y se les pidió mencionar el mayor número de usos posibles en el menor tiempo (herramienta de construcción, arma o pisapapeles). Lo que observaron es que, tras dos o tres semanas de vacaciones, los trabajadores mostraban una mayor flexibilidad cognitiva, es decir, eran capaces de identificar más usos para los objetos en comparación con los resultados obtenidos un par de semanas antes de las vacaciones.
“En el descanso se activa el sistema de relajación y se ha comprobado que los pensamientos fluyen más”, agrega Bolaños. “De las mejores formas para descansar es inclinarnos por actividades que nos gustan”, dice la psicóloga.
Dormir bien durante estas fechas es una de las grandes recomendaciones de los expertos. Diferentes procesos conductuales y fisiológicos de los mamíferos oscilan dentro de un período de 24 horas, incluidos los niveles hormonales, la temperatura corporal y el ciclo de sueño-vigilia.
En los humanos, el ciclo de sueño-vigilia se compone aproximadamente de 8 horas de sueño nocturno y 16 horas de vigilia durante el día. Las transiciones entre estos dos estados ocurren con poca frecuencia y son casi instantáneas.
Cuando una persona no duerme de forma adecuada o está privada parcial o totalmente del sueño, presenta alteraciones como fallas en los procesos de atención y percepción, falta de interés, errores de memoria e irritabilidad. Además, tiene más posibilidades de padecer ansiedad y estrés, y se altera su capacidad para realizar las actividades de la vida cotidiana. Así que, entre las festividades, convivios y fiestas, procure descansar en lo posible.
10 actividades para hacer solo o en familia durante las fiestas
La búsqueda del equilibrio es importante durante las vacaciones. “Este tiempo nos saca de estar en un constante piloto automático”, agrega Bolaños.
Destinar un tiempo a no hacer nada, estar en contacto con la naturaleza, realizar paseos, hacer ejercicio o bailar son acciones que podrían ayudarle a recuperar fuerzas.
Parte de los errores que deben evitarse incluye abusar del alcohol, consumir excesivamente la tecnología hasta el punto de no disfrutar de su entorno y de las personas con quienes comparte, así como desvelarse en exceso. Evalúe su economía para no endeudarse y busque opciones factibles para disfrutar a solas o en familia.
- Negocie con la familia para tener un tiempo personal, reconozca cómo se siente y reflexione sobre lo que se quiere para el nuevo año, estableciendo metas claras, recomienda la psicóloga Lea Echeverría.
- Realicen una dinámica en familia para escuchar los sueños de los niños, así como las metas o retos que traerá el nuevo año.
- Busquen una organización que requiera apoyo social y donen víveres, tiempo o dinero.
- Hagan manualidades juntos, lean cuentos, cocinen, canten y busquen conocerse mejor.
- Los juegos de mesa también son una alternativa divertida. Propongan premios y dinámicas para hacerlos más entretenidos.
- Un clásico es ver películas de temporada.
- “Es una etapa para ser agradecidos”, agrega la psicóloga María Cristina Bolaños. Haga un listado de todo aquello por lo que se siente agradecido este año.
- Ir a la playa o a algún lugar turístico ayuda a descansar, pero evite estresarse con largas filas o con otras situaciones incómodas.
- No olvide ejercitarse. La actividad física aumenta la producción de endorfinas, una sustancia que provoca una sensación de bienestar. Las endorfinas son un tipo de neurotransmisor del cerebro que ayuda en el tratamiento de modalidades leves de depresión y ansiedad.
- La alimentación equilibrada también favorecerá su cuerpo y le hará sentirse mejor.
Regresar a la rutina
Cuando vemos que las vacaciones se aproximan, nuestro ánimo mejora y la motivación aumenta. Sin embargo, las vacaciones tienen un tiempo de caducidad, y eventualmente se regresa a la rutina.
Cuando toca reincorporarse al trabajo, algunas personas sufren un “bajón” emocional que les impide retomar su rutina como antes. Este malestar es conocido como “síndrome postvacacional” y se caracteriza por manifestarse en las etapas posteriores a las vacaciones o a periodos de descanso largos. Es común que ocurra al inicio del año o después del descanso anual que tienen algunos trabajadores.
La mayoría de las recomendaciones se basa en retomar los hábitos poco a poco, comenzando días antes de reincorporarse al trabajo para evitar que el cambio sea demasiado brusco y el cuerpo lo resienta más.
Lo ideal es empezar a tomar consciencia de ello unos días antes y prepararse. Las expertas consultadas recomiendan organizar todo aquello que se necesitará para el trabajo y los estudios, planificar la alimentación, la rutina de ejercicios y otras actividades necesarias.