La Organización Panamericana de la Salud (OPS) indica que el 50 por ciento del total de toneladas de residuos sólidos urbanos que se generan reciben una disposición final inadecuada y la recolección sigue siendo deficiente en barrios marginales de las metrópolis.
Por ello, se insta a promover el descenso de la producción de basura y residuos, así como a optar por acciones de reciclaje. Una de las maneras de comenzarlo es mediante la clasificación de los desechos. “Entender la manera correcta de separar los residuos para dar paso al reciclaje permite una nueva oportunidad para el cuidado del medio ambiente”, dice el ingeniero ambiental Gustavo Castañeda.
Con la acción de separar los materiales hechos de papel, plástico, vidrio y materia orgánica se facilita su recolección y que ocupen menos espacio en los rellenos sanitarios, incluso, a que sean llevados directamente a centros de reciclaje.
Cuáles son los desechos orgánicos
Cuando se habla de “orgánico” se hace referencia a los desechos y residuos de origen biológico. Es decir, aquellos que tienen origen en los seres vivos de origen animal o vegetal, o son el resultado de residuos de comida.
Se caracterizan también porque no han sufrido ningún tipo de transformación y se pueden descomponer, por lo que son más desagradables para el ser humano porque en este proceso emiten mal olor. Sin embargo, son menos dañinos para el medio ambiente porque su descomposición es más rápida, indica Gabriel Reyes, ambientalista.
Ejemplos de basura orgánica
Los desechos orgánicos pueden proceder de cualquier lugar en donde se utilicen o elaboren productos de origen animal o vegetal. Algunos ejemplos de este tipo de basura son:
- Restos de productos al cocinar, como cáscaras de fruta o verdura, cáscaras de huevo, espinas de pescado, piel de pollo o los huesos, restos de carne, tapones de corcho, papel de cocina, filtros de papel para café, bolsitas de té.
- El papel, cartón, toallas y servilletas es producto orgánico.
- Productos vegetales como hojas secas, raíces secas, pequeñas ramas de árboles, tierra, flores secas, semillas, etc.
- Los productos del metabolismo de un ser vivo, como orina y heces, pelos, uñas, plumas, también se consideran desechos orgánicos.
- El algodón y ropa elaborada a base de este son productos orgánicos.
Quizá le interese | Cómo aprovechar los desperdicios de la cocina
Cuáles son los desechos inorgánicos
Los residuos o desechos inorgánicos vienen de materiales químicos o sustancias que no tienen relación con los seres vivos. Son creados por el ser humano, por lo que se consideran artificiales.
Una característica importante de este tipo de desechos es que requieren de mucho tiempo para su descomposición, incluso hasta miles años. Por ello es perjudicial para el medio ambiente porque pasa mucho tiempo en el ecosistema, generando problemas de contaminación.
La mayoría de la basura inorgánica puede ser reutilizada o reciclada, por ello se enfatiza en que se clasifique. El porcentaje que no puede ser reciclado se debe guardar en contenedores adecuados para que no perjudique al medio ambiente.
Quizá le interese | Vidrio o plástico: ¿cuál es mejor para el medio ambiente?
Ejemplos de basura inorgánica
La basura inorgánica se genera en los hogares y en las industrias. Algunos ejemplos son:
- Objetos de vidrio y plástico, como botellas y cristales.
- Envases o recipientes de plástico.
- Aerosoles y cualquier tipo espray en general.
- Objetos de material PVC.
- Materiales de construcción.
- Objetos de aluminio, como latas de refresco y conservas.
- Muebles y electrodomésticos.
- Ropa de fibra sintética.
- Desechos hospitalarios, como gasas de algodón, jeringas de plástico.