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1. Coloque un envase en el depósito del retrete
Una forma sencilla de ahorrar varios litros de agua al día es colocar un envase o botella plástica llena de agua en el taque del inodoro para que este necesite menos agua para llenarse.
Si coloca un recipiente con una capacidad de un litro, esa es la cantidad de agua que ahorrará en cada descarga. Además es importante usar un basurero para tirar el papel y no en la taza de baño.
2. Reduzca su tiempo de ducha
Es importante que reduzca su tiempo de ducha, pues según la organización Defensores de la Naturaleza una persona tarda, en promedio, de 10 a 12 minutos y utiliza más de 189 litros de agua. Para ese fin esa organización creo la aplicación DuchApp, la cual ayuda a que el usuario ahorre agua motivándolo a que pase menos tiempo en la ducha, a través de distintas dinámicas y recompensas.
Si se logra reducir el tiempo de ducha a tres minutos y medio, se ahorraría 132.3 litros de agua por persona por día.
3. Use recipientes para lavar
Al lavar un vehículo se recomienda que se llene una cubeta con agua para evitar el uso de la manguera, ya que con esta se deja correr el agua y se desperdicia.
Lo mismo ocurre con el chorro del lavaplatos cuando se enjuagan los vegetales. Lo mejor es llenar un recipiente con agua y lavarlos dentro de él, pues al dejar encendido el chorro se desperdicia el vital líquido.
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4. Revise constantemente las tuberías y grifos
Efectuar una revisión periódica y mantenimiento de las tuberías y grifos es importante para detectar goteras, ya que estás ocasionan que se desperdicie el agua y genera un gasto innecesario para el hogar.
También es importante revisar el consumo que se registra en el recibo del agua, pues un incremento en el mismo puede reflejar que existe una fuga.
5. Reutilice el agua
Es usual que al encender la regadera se deje correr un poco el agua hasta que esta llega a la temperatura deseada para la ducha, sin embargo, esos minutos representan un desperdicio del vital líquido, por lo que se recomienda colocar un balde para captar esa agua y usarla para llenar el depósito del retrete o regar plantas.
Lo mismo puede hacerse con el agua que se emplea para cocinar o lavar. Captar esa agua y reutilizarla representará un ahorro para la economía familiar y un apoyo en la tarea de preservar el vital líquido.
Es importante recordar que aunque esas acciones de manera individual parecen insignificantes, al efectuarse de manera colectiva pueden producir un cambio relevante.
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