- Aprender a manejar las emociones y a afrontar las situaciones para evitar la frustración.
- Aquilatar valor para superar sus limitaciones y aceptar con entereza aquellas que no se pueden cambiar.
- Valorar más lo bueno que queda. Cuidarlo, protegerlo y conservarlo.
¿Cómo atender la parte fisiológica u orgánica?
- Tratar de dormir más y mejor.
- Hacer ejercicio (el posible).
- Alimentarse mejor (calidad).
- Afiliarse a un seguro total, incluyendo el médico.
- Cuidar su apariencia personal.
- Aplicar hábitos de buena higiene
¿Qué cuidados poner en la región psicológica o intelectual?
- ¡Nunca abandonarse!
- La persona actualizada nunca pierde importancia. Supere la incomodidad que provoca lo nuevo.
- Usar su mente, ingresar y analizar datos, procesar información, orar, tomar decisiones, obligarse a pensar y opinar.
- Asista a seminarios, estudie algo innovador. Haga sus rutinas con los ojos cerrados.
¿Cómo atender la parte social?
- ¡Circule!
- No se aísle o enclaustre
- Empiece haciendo círculos: los familiares, los amistosos y los profesionales.
- La prevención: ahorrar, prever áreas de retiro y tratar de jamás quedarse solo.
- Prepare la sucesión: legar, heredar jurídicamente y asegurar el usufructo vitalicio.
¿Cómo atender la parte social?
- El aprendizaje continúa. Lo que hoy sabe no tiene vigencia eterna a excepción de sus principios.
- Recuerde que los valores son culturalmente epocales y cambian de prioridad.
- Descubra su misión y tendrá la razón de vivir. Ampliará su visión.
- Oriéntese al entorno, a la gente, a su público, investigue sus necesidades, satisfágalas. Allí, empieza el servicio.
Agregue a su personalidad la apertura a la región espiritual y se encontrará a sí mismo y la fe.
Ese será el soporte de sus decisiones futuras, pues allí descansa el estado de ánimo y las esperanzas.
- La base es la conciencia, ley natural o huella de Dios, la cual da origen a la dignidad humana con sus principios: libertad, verdad, razón y voluntad.
- La conciencia verdadera se soporta en principios (la verdad). La sabiduría divina.
- La conciencia cierta, se soporta en valores humanos (la realidad). El conocimiento humano.
- La conciencia falsa. Son antivalores, degeneraciones, los cuales atentan contra la dignidad humana.
- La conciencia dudosa, que emerge entre la verdad y la certeza.
- El discernimiento permite a través de la razón decidir sabiamente la acción de la voluntad. es el alma.
- En la vida acontecen a todos, cosas buenas, pero también tragedias, y debemos aprender a estar preparados y sacar fuerzas de lo interno, superar el ofuscamiento y la frustración, y afrontar con fe y esperanza, los efectos, consecuencias y secuelas, que forman parte del llamado ciclo del duelo.
- Sin una visión trascendente, la realidad temporal carece de sentido.
*Autor del libro Frente al Espejo.
El paso del tiempo
MSc. Ing. y Lic. Cecilio Baeza Gámar Especializado en administración del tiempo y el desarrollo integral
Aprender a envejecer empieza por aceptar con dignidad este proceso natural.