“Estas ofertas laborales están destinadas para jóvenes que desean trabajar luego de terminar el ciclo escolar. Para unos significa la oportunidad de tener dinero extra para continuar sus estudios o para hacer sus compras de fin de año, mientras que para otros representa una oportunidad para adquirir experiencia”, indica Lucrecia Solís, psicóloga industrial.
Debido a que la mayoría son menores de edad, requieren del permiso de sus padres o adulto encargado para trabajar. “La ley estipula que a partir de los 14 años ya se puede comenzar a laborar. Sin embargo, hay que tener el deseo de hacerlo y tomar la decisión seguros de nosotros mismos para que la jornada no se sienta doblemente pesada”, añade la profesional.
Cuando se tome la decisión de buscar empleo, es recomendable que sea en un lugar que le guste y, de preferencia, que esté cerca de su casa para que el transporte sea más fácil. También se puede considerar que sea una empresa que ya conozca y con la que comparte gustos, esto hará más fácil su desempeño.
“Lo ideal es que los jóvenes escojan la empresa en la que quieren trabajar. Por ejemplo, si quiero laborar en una empresa específica, aunque no tenga anuncios de plazas vacantes, puedo ir a entregar mi papelería para que me tomen en cuenta”, señala Franklin Espinoza, psicólogo industrial y especialista en salud laboral y ambiente organizacional.
De acuerdo con Espinoza, hay dos tipos de empresa que requieren vacacionistas: las que contratan personal para ahorrarse costos durante el periodo de vacaciones, es decir que contratan personas sin calificar para tener salarios más bajos; y las que encuentran la oportunidad de mejorar sus procesos al tener personal asequible sin que lo hayan buscado.
Búsqueda de empleo para vacacionistas
Al tener identificada la empresa en la que se desea trabajar, si es menor de edad, es importante que el adulto responsable verifique la oferta laboral para corroborar que se trata de un empleo verídico y que cumple con los derechos laborales a sus trabajadores, recomienda Carolina Carrera, psicóloga industrial experta en selección de recursos humanos.
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Después, se inicia con el proceso que consiste en entregar la papelería requerida, asistir a las entrevistas de trabajo y comenzar a laborar en la empresa.
Papelería
Cuando una empresa está en un proceso de contratación de personal clasifica la papelería en dos: la que identifica al candidato, en esta se incluye copia del Documento de Identificación Personal (DPI) y copia del recibo de servicio como agua, luz o teléfono; y la documentación que lo certifica y describe qué sabe hacer. En esta última se incluyen diplomas, historial de estudios, certificaciones e historial laboral, si lo tuviera.
“En el caso de los vacacionistas, para muchas empresas, la segunda papelería es inexistente porque no se espera que sea una mano de obra calificada. Por lo que la mayoría solo pide los documentos para identificar al candidato”, indica Espinoza.
Sin embargo, Carrera añade que se pueden agregar cartas de buenas conductas del centro educativo o certificados que respalden las aptitudes del vacacionista.
En caso de que soliciten un currículim, es importante que en este se coloquen las palabras clave de la oferta de empleo, su objetivo profesional, sus habilidades bien detalladas y su área de estudios.
Entrevista de trabajo
La entrevista de trabajo usualmente es corta y breve, ya que se ve el perfil de la persona. Lo que hayan hecho en la escuela muchas veces en irrelevante para el puesto de trabajo al que están aplicando, por lo que se aconseja que el vacacionista hable acerca de sus atributos personales, de sus competencias y a qué aspira.
Actualmente, empresas grandes no acostumbran a hacer preguntas personales como ¿con quién vive? o ¿A qué se dedican sus padres? ¿Con quién vive?, aunque sí hay compañías que cuestionan ese lado de la vida personal del vacacionista, por lo que podría esperar preguntas como ¿En dónde vive? ¿Si el inmueble es de sus padres Cómo saber si soy un buen trabajadoro del adulto a cargo?, entre otras.
Primeros días de trabajo
Los primeros días pueden ser emocionantes, abrumadores y cansados, sobre todo si se es el primer trabajo que se tiene. “Muchas personas se decepcionan los primeros días porque tenían una idea de cómo sería comenzar a trabajar, pero cuando se dan cuenta que hay que cumplir con un horario, que no se tienen recesos y la carga laboral es mucha, desisten del empleo”, comenta Espinoza.
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Por ello, se recomienda que los vacacionistas asistan a su trabajo con la mente abierta, con deseo de aprender, con buena actitud ante el cambio.
Si bien es cierto que se tiene ilusión por el pago económico que se tendrá, los expertos coinciden en que se tenga una buena administración del dinero para evitar que el objetivo por el que se comenzó a trabajar sea en vano. Una fórmula sencilla para sacar provecho al primer sueldo es dividirlo en: 55% necesidades + 15% entretenimiento + 20% educación + 10% ahorro.