Desde entonces, hace casi 20 años, el psicólogo Cliff Arnall presentó una ecuación matemática con fines publicitarios de una agencia de viajes británica en la que describía que en este día el clima, las deudas de Navidad y el retorno a la rutina inspiraban a un día negativo, a diferencia del 20 de junio que se celebra el Yellow Day, o día más feliz porque hay más horas con luz, temperatura más favorable y otras condiciones.
El concepto se volvió exitoso y llegó a ser conocido en el mundo, pero no tiene ninguna base científica.
“El propio profesor Arnall reconoció años después de su hallazgo la falsedad del “Blue Monday” y apoyó desde las islas Canarias la campaña #StopBlueMonday (en la que se proponía desaparecer este término), en el que recomendaba construir la felicidad día a día, para acabar con toda fórmula cuyo producto sean días tristes y deprimentes”, dice una publicación de Forbes.
Lo cierto es que actualmente aunque no exista un “día más triste” sí que se requiere de apoyo al tema de la salud mental y los expertos hablan de cómo la pandemia ha impactado en que los niveles de depresión y sí que se necesita de más acciones a nivel de los países para ayudar a las personas.
¡S.O.S. para las emociones!
La psicóloga clínica Alejandra Ordóñez dice que las personas necesitan reconocer cuando detectan que hay muchas banderas rojas como depresión, desánimo, ansiedad y si detecta que algo no está bien.
El ideal es encontrar o aprender herramientes que ayuden a sanar a nivel emocional. Por lo general, no todo el tiempo una persona podría estar feliz y se combinan otras emociones y la gran meta es alcanzar un equilibrio.
Más allá de la personalidad, se trata de ser responsables, conscientes y promover el control activo del estado de ánimo por medio de técnicas que nos llevan a experimentar mayor alegría.
“Me doy cuenta que necesito ayuda cuando no puedo más, no hay respuestas internas y no sé cómo lidiar con ellas”, ahí tenemos que acudir a un profesional de salud mental para aprender estrategias y herramientas, dice la profesional.
En el interior
Cualquier día del año es bueno para atraer bienestar. Aquí compartimos algunas ideas para poner en práctica y por qué no transformar el tercer lunes del año:
- Identifique emociones
Al darle nombre a las emociones que sentimos es posible encontrar caminos y soluciones. Una forma de expresarlo es por medio de escribir y describir la frustración, ansiedad o la tristeza. - Una dosis de felicidad
Creemos que la felicidad viene de lo que está afuera, pero la felicidad depende de la perspectiva de vida que se tiene, dice la psicóloga Alejandra Ordóñez. En este encuentro vea las oportunidades y soluciones que ciertas situaciones le ofrecen, también tome un tiempo para recordar momentos que ha vencido y anímese a retomar su vida y sueños. Escriba sus metas y estrategias para alcanzarlas. Recuerde dividir su meta en otras más pequeñas e ir cada mes trabajando en ellas, dándoles nuevos rumbos. - En la era de la tecnología y la información
Hoy en las redes existen herramientas como videos, películas, música, libros y un cúmulo de información para apoyar su interior. Intégrelos a su dinámica de vida. Busque actividades que disfrute y también integre el descanso a su vida. Además, no se olvide del ejercicio, se ha comprobado que el ejercicio es una opción esencial en el tratamiento de situaciones emocionales y psiquiátricas porque mejora la calidad del sueño, reduce los síntomas de la depresión, aumenta los niveles de serotonina, mejora el flujo sanguíneo y aumenta la autoestima. - Cuando no encuentra salida
El acompañamiento fomenta el bienestar. Visitar un psicólogo o un psiquiatra es una orientación para resolver conflictos emocionales. La OMS también refiere hablar con alguien de confianza y expresar cómo se siente cuando se atraviesa una dificultad. Si se acercan a usted escuche sin juzgar, ofrezca su apoyo y anime a la persona a buscar a un profesional.
Más depresión requiere apoyo
Iris Cazali, jefa de Infectología del Hospital Roosevelt explica que el covid-19 como una pandemia generó de por sí muchos sentimientos y emociones desde que apareció por la incertidumbre y que no existía una respuesta clara a lo que sucedería y también se ha comprobado que en algunos pacientes se han quedado cuadros de depresión y ansiedad después de padecer esta enfermedad sumado a situaciones complejas de pérdida de seres queridos y trabajo, así como el dolor después del duelo y las preocupaciones financieras.
Los datos de 2021 del último Informe Mundial de la Felicidad confirman el hallazgo de 2020 de que las evaluaciones de vida promedio, que reflejan la red de efectos de compensar las influencias negativas y positivas, se han mantenido notablemente resistentes durante el covid-19. La preocupación y el estrés han aumentado un 8% en 2020 y un 4% en 2021 en comparación con los niveles previos a la pandemia.
En el lado positivo, el cambio más notable visto ha sido el aumento global de la benevolencia en 2021, la cual ha brindado un apoyo notable para las evaluaciones de vida de los donantes, receptores y observadores, quienes se han sentido complacidos de ver en la vida de su comunidad la disposición para tender la mano y ayudarse unos a otros en tiempos de necesidad.