Años que estuvieron marcados por la pandemia de coronavirus y en los que la moda debía servir, por un lado, de “sedante”, como dice Carl Tillessen, del Instituto Alemán de la Moda. Por otro, como “antidepresivo para no desesperar”.
Luego de la pandemia, “estamos en una temporada muy interesante, porque la moda se libera de nuevo de esta función de tener que equilibrar nuestro estado de ánimo y puede volver a sus funciones reales”, dice el experto en tendencias, y afirma que la moda puede volver a transmitir “otros mensajes”.
Uno de los mensajes que Tillessen identifica para el fin de año es el siguiente: que se aprecia lo cotidiano, lo familiar y lo probado. “Esta es una tendencia muy fuerte, que se expresa en términos de color en el hecho de que hay un retorno de los tonos grises clásicos en el próximo invierno”.
Lo especial es que el color da forma a todo el conjunto, e independientemente de la ocasión. “Así, desde la ropa deportiva hasta los atuendos elegantes, este gris se extiende por todas partes”, afirma Tillessen.
Pero el gris no es el único color en alza. Según la asesora de color y tipografía Jasmin Link, el rojo también está “omnipresente de nuevo”.
¿Y cómo combinarlo? Debe quedar elegante, por ejemplo con negro o gris antracita. O con beige claro o con blanco crema, dice Link. “Eso tiene un aspecto armonioso y fresco, además de atemporal”.
En busca de armonía
En general, la armonía desempeña un papel importante en la moda de este otoño e invierno europeos.
Según el experto en tendencias Tillessen, ya no se trata de buscar los extremos, sino “de armonías de color más sofisticadas y tonos intermedios”. Los colores fuertes, como el rosa, el naranja o el rojo, ya no chocan, sino que se amortiguan con tonos tranquilos. Tillessen llama a esta tendencia “Quiet meets loud”.
Junto al gris, el color béis suele estar presente. El consultor de moda Andreas Rose lo compara con un lienzo sin pintar, abierto a lo que pueda venir. “Por eso mismo, el beige también puede combinarse excelentemente con otros tonos, que entonces tienen aún más efecto”, dice Rose.
Y algo más nos acompañará este fin de año: Y2K, el regreso a la moda -no del todo nuevo, pero sí actual- de los años 2000. Esto significa cortes bootcut y de cintura baja para los pantalones, cortes radicalmente cortos para los tops.
Las chaquetas se convierten en boleros. “Las sudaderas se convierten en crop tops que dejan ver el ombligo”, dice Andreas Rose.
Suena bastante frío para otoño e invierno, pero con la ayuda de capas, el famoso “look cebolla”, también se puede llevar en días menos calurosos. Por ejemplo, colocando un cárdigan largo hasta la cadera sobre el top corto. “También le da un toque sexy”, dice la estilista personal Maria Hans. “Porque es un pequeño destello en ese momento”.
Doble denim
También ya conocido, pero aún presente este otoño e invierno: las combinaciones de doble denim. Chaquetas vaqueras o camisas vaqueras con pantalones vaqueros y faldas vaqueras. Los vaqueros son el último grito de la temporada, por ejemplo en Ami y Versace”, explica Andreas Rose.
Y como en los años 2000, no es raro verlos en llamativos lavados. “Los lavados lunares y marmóreos y los efectos blanqueados, que proceden de aquella época, vuelven ahora con fuerza”, dice Carl Tillessen.
También vuelven los flecos y las tachuelas, el cuero y la piel sintética. “Si hablamos de inspiración musical, podemos decir que llevamos diez años caracterizados por una actitud hip-hop”, afirma Tillessen. Ahora, en cambio, se vuelve a la “actitud rock ‘n’ roll”.
Los lunares, que el consultor de moda Andreas Rose identifica como tendencia, también encajan en esto: “El estampado inspirado en los años 50, que se vio en muchas pasarelas, apareció esta temporada en modelos mini, maxi o transparentes en Balmain, Miu Miu y Valentino”.
Sin embargo, según la consultora de moda, el motivo retro también fue sustituido por elementos metálicos como clavos u ojales, que aportaron “un toque rockero”.
El cuero y la imitación de cuero, por su parte, no solo se usan oscuros y “rockeros” esta temporada. Ambos se encuentran también en piezas más elegantes, en abrigos clásicos, faldas y vestidos, por ejemplo – y en diferentes colores.
Un consejo de la personal shopper Maria Hans: utilizar piezas de cuero como básicos y combinarlas con distintos materiales. Con una falda de cuero de color coñac, sugiere un jersey llamativo con estampados o dibujos o un jersey de cachemira, por ejemplo en tonos rosas o papaya.
Por cierto, otra tendencia para otoño e invierno que ejemplifica el regreso de lo cotidiano: el redescubrimiento de la moda business. La revista Glamour lo denomina “businesscore”, y es una de “las tendencias de moda predominantes para la nueva temporada”, independientemente de si vas a la oficina todos los días o no. Esto incluye los trajes de pantalón con raya diplomática y el traje de falda.
Vuelven las hombreras
Hay una pieza que a muchos aún les sonará de los años 80: la americana de corte cuadrado, gustosamente con hombreras. “Y estos hombros de superhéroe están muy presentes, en parte en combinación con cortes rectos, en parte en combinación con una cintura de avispa”, dice Tillessen.
Se pueden combinar con una falda lápiz, de corte alto en la cintura, y que termine justo por debajo de la rodilla. Por cierto, la comodidad no tiene por qué sacrificarse. “Una abertura para caminar hace que el modelo clásico femenino sea cómodo de llevar”, dice Rose.