El fiambre es uno de los platillos más esperados por las familias guatemaltecas. Un colorido plato que se degusta el 1 de noviembre y sus versiones más populares son el rojo y el blanco.
No importa cuál prefiera, ambos son deliciosos y según los expertos el maridaje perfecto para disfrutarlo se basa en su color. Es decir, el fiambre rojo va en sintonía con los vinos tintos y rosados, mientras que el platillo blanco se une perfectamente con los vinos blancos o cervezas claras.
Lo más importante en esta tradicional celebración es compartir con sus seres queridos y recordar con alegría a quienes ya partieron. ¡Salud, y buen provecho!
Maridaje con vino
En el caso del fiambre blanco, cepas como la Sauvignon Blanc y algunas de Alemania y Austria de clima frío como la riesling son ideales. También es recomendable un Chardonnay de clima fresco o un rosado ligero al estilo Côtes de Provence de Francia.
En el caso del fiambre rojo es recomendable, vinos rosados intensos con buena acidez como la mayoría de los que se producen en Europa o como un rosado de Malbec o de Garnacha; y en el caso de tintos se recomiendan las cepas ligeras como la gamay o Pinot Noir. También puede ser un Syrah, Merlot, o Carmenere. Lo importante es que sea un vino joven, sin pase por barrica para que la fruta esté presente.
Para quienes no comen fiambre. Si es de los que come fiambre, pero disfruta de un platillo típico como las pacayas envueltas, por ejemplo, una excelente opción sería un Sauvignon Blanc joven o un Soave italiano. Este plato también puede ser como una entrada para compartir antes del gran plato fuerte.
Fuentes: Sommelier Paul Pinto. FB e IG @paulpintosomm y Gilberto Pagua, Sommelier y director de La Casa de Antociano, https://linktr.ee/antociano
Para los amantes de la cerveza
También es una buena opción principalmente para el fiambre blanco que hace un buen maridaje con una cerveza ligera tipo lager o pilsener.
Y para el postre…
Los postres de la temporada se caracterizan por estar aromatizados con vainilla, canela y clavo de olor, por lo que el maridaje recomendado son los vinos dulces con pasos por madera. Para los jocotes en miel, por ejemplo, un vino dulce, elaborado con Riesling o Gewürztraminer en cosecha tardía, sería el ideal.
Pero si el postre a degustar es un pie de calabaza con frutos secos, se sugiere un frío espumoso o bien un moscato.
Por supuesto, el café siempre será una gran opción para compartir el cierre dulce de las comidas en familia.
