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¿Avanza o se estanca? ¿En qué punto de su vida está usted?

Cada día es una oportunidad para perseverar en sus propósitos de vida. No para todos es sencillo lograr dar esos pasos que lleven a alcanzar un sueño y en ocasiones éstos se aplazan indefinidamente o se estancan. Acá algunos consejos para no detenerse.

La perseverancia es un valor inmediato que cada uno podemos tener, formar y capacitarnos.  (Foto Prensa Libre: Shutterstock),

La perseverancia es un valor inmediato que cada uno podemos tener, formar y capacitarnos. (Foto Prensa Libre: Shutterstock),

“¡Has fracasado! ¡Ha sido increíble! ¡He visto fracasos mejores! …De las caídas se aprende, del éxito no demasiado…”, estas frases son las que dice la familia Robinson para felicitar el reciente y frustrado invento de Lewis, un niño huérfano que es el invitado especial en su hogar y que hace todo tipo de aparatos mientras busca desesperadamente viajar en el tiempo para saber quién es su mamá.

¿Cuándo se celebra un error, una caída y tiene que volver a empezar? Es una escena inusual en nuestro diario vivir y que nos hace reflexionar. Esta película de Disney Descubriendo a los Robinson (2007) está basada  en el libro de William Joyce.

La escena anterior no termina con eso, es toda una fiesta para reconocer que al estar en esa situación no queda más que grabarse en la mente… “sigue siempre adelante”.

Pero eso de la perseverancia no parece una constante en todos.  Algunos después de una caída probablemente se detienen y se olvidan que la vida se trata de que al caer es preciso levantarse y emplear todos los medios y estrategias posibles para alcanzar nuestros fines, dice Jeanette Hidalgo, psicoterapeuta holística y coach ontológico.

“Este es un valor del que disponen los seres humanos en su actuar que implica la constancia y la firmeza en los planes, tanto a corto como a mediano y largo plazo y en todos los roles de vida, personal y laboral”, explica Hidalgo.

La investigadora Angela Lee Duckworth en una conferencia comenta que  después de un trabajo como maestra de matemáticas de séptimo grado en una escuela pública de Nueva York empezó a investigar qué hace a un joven no detenerse, descubrió que el coeficiente intelectual no era un elemento que pesará en esa realidad sino la determinación y el esfuerzo personal.

La experta se encaminó a nuevas investigaciones en las que asegura “se refleja que existen ciertos individuos talentosos que sencillamente no concluyen con sus compromisos y a la ciencia todavía le falta investigar cómo fomentar esa determinación en los seres humanos”.

La mentalidad de crecimiento

Este es el nombre que se le ha dado a una teoría propuesta por Carol Dweck, investigadora de la Universidad de Standford y que se ha enfocado en nuevas formas de educación en los niños y en la que se descubre que la mentalidad influye en la perseverancia o en quedarse estancados.

Ella a través de los estudios ha dividido la mentalidad en fija y de crecimiento, ambas conviven en los humanos, aunque una podría ser más influyente, según las circunstancias que viva la persona.

La primera es cuando los elogios hacen creer que la inteligencia no se puede cambiar de manera significativa, sino que se nace con ciertos rasgos como la inteligencia y creatividad y no es posible cultivarla más.

Mientras la de crecimiento es la que permite perseverar en alcanzar los objetivos y se ha visto que lleva al éxito.  En ella se reconoce que la habilidad para aprender no es fija sino varía según el esfuerzo de cada uno y que el fracaso es únicamente un paso temporal, un estado que hace comprender que todavía falta para el aprendizaje y que lleva a las personas a ser más resilientes frente a todo lo que les pase.

Hidalgo además comparte que la perseverancia es un valor que se aprende y se adquiere por la constancia y la fuerza de voluntad.  Hace énfasis en que la motivación es también una parte fundamental porque es la que nos ayudará a integrarla en nuestra vida.

“La determinación depende mucho de aquello que se ha aprendido desde niño, por ejemplo, las artes marciales y otros deportes en las primeras edades podrían enseñar a tener más perseverancia en la edad adulta”, agrega la terapeuta.  También depende de factores sociales, familiares y de patrones adquiridos de los padres o personas importantes dentro del núcleo de familia y amigos.

La psicóloga Rebeca Palacios expresa que todo suma.  En ese aprendizaje un niño al que se le hacen todas las tareas y responsabilidades no tendrá las mismas habilidades en ese sentido que aquellos a quienes se les mostró cómo hacer algo y luego se les motivó a hacerlo solos, se les dio el tiempo y se tuvo paciencia con ellos hasta que lo hicieron bien.

Palacios además insiste en que algunas ocasiones nosotros mismos nos etiquetamos de no ser perseverantes, pero en realidad es que no nos conocemos bien y no logramos ver la riqueza personal que tiene este valor generoso para llevar a cabo proyectos e ideas que nos den sentido.  Descubrir la perseverancia y trabajar en ella nos lleva a la acción y a asumir retos, en especial en tiempos de crisis como esta pandemia, agrega.

-La perseverancia es un valor inmediato que cada uno podemos tener, formar y capacitarnos. (Foto Prensa Libre: Shutterstock),

Un camino para la perseverancia

Dejar todo para después y esperar a mañana es uno de los grandes obstáculos para alcanzar las metas.  Esta decisión es parte del temor a que las cosas no funcionarán o no creerse capaces, así como mantenerse en la zona de confort.

En sí, la procrastinación afecta los resultados personales y por ello es importante aprender a enfocarse en lo importante. Para fomentar este valor en la vida aquí le presentamos algunas pautas importantes para poner en práctica.

1 Elogie el esfuerzo

No todas las cosas saldrán bien siempre.  Así que una parte fundamental es elogiar el esfuerzo y no el resultado.

Aunque es importante llegar a nuestras metas, a veces nos perdemos de disfrutar el proceso y no consideramos los errores como un aprendizaje, agrega Hidalgo.

“Algunas personas se quedarán estancadas, se rendirán y no superarán el intento, sufriendo y volviéndose tóxicas y negativas para el ambiente, la sociedad y la familia”, expresa Hidalgo.  La intolerancia a la frustración hace que emocionalmente se vomiten cuestiones negativas sobre otras personas y sucede cuando no nos hacemos responsables de nuestras emociones, de aquello que pensamos y de la forma que actuamos. También ocurre cuando se ven los errores como algo muy grave que no se puede soportar porque en los patrones mentales no existe el fracaso.  Por el contrario, al saber por qué se fracasó se deja de ver lo negativo y es posible ver que se cultivó de positivo con esta experiencia.

Si el plan A no funciona, podría ir por el B o construir el C o los que necesite para llegar a la meta.  “Aquí podemos reconocer si se formó o no en nosotros esa habilidad, dejar de quejarnos y de no tenerla, empezar a actuar”, agrega Palacios.

2.  Defina con claridad cada meta u objetivo

Al saber con claridad qué quiere es posible encaminarse.  De preferencia seleccione una o dos metas de aquello que busca ¿comprar una casa, terminar los estudios, mejorar las relaciones?  Al establecerlo y ponerle fecha está más cerca de cumplir su deseo.

Algunas metas serán a corto plazo y otras requieren de más tiempo. Propóngase darle un lapso estimado para cumplirlas.

Palacios agrega que tener objetivos y una organización mental ayuda a la perseverancia, de lo contrario se tienen pensamientos dispersos y no se concluye todo aquello que se empieza.

3.  Haga un plan de acción y revise sus hábitos

Elabore un plan detallado con metas pequeñas.  De esta manera se estructuran las acciones que necesita para alcanzar esa meta.  Lleve un diario de objetivos y a diario, antes de dormir, evalúe qué hizo bien y planifique para el día siguiente.

Algunos requieren de acciones diarias, también es posible hacerlo semanal, quincenal, mensual, todo depende de cómo vaya funcionando y de qué manera es posible adecuarlo mejor.  Este plan es como ir en busca de todos los ingredientes del pastel y prepararlo poco a poco.

Sin duda es fundamental crear nuevos hábitos.  Esos comportamientos repetitivos se convierten en acciones automáticas.

Tenga una mente abierta para hacer los cambios necesarios y sea flexible cuando se requieran nuevas propuestas.

4.  Visualice

Al momento de estar trabajando en su objetivo y plan de acción es posible orientar diferentes técnicas para visualizar que ese objetivo ya está cumplido.

Por ejemplo, si usted quiere abrir una tienda de servicio a domicilio, imagínela el día de la inauguración, vea a los colaboradores, los pedidos llegando, vea cómo será el servicio, transpórtese a ese lugar.

De igual forma cada vez que sienta que no puede cumplir con sus nuevos hábitos y planes de acción deténgase a ver por un instante cómo ese pequeño esfuerzo traerá grandes recompensas.

5 .  Solicite ayuda

En ocasiones es necesario tener el acompañamiento de un experto como un psicólogo o un coach de vida para estructurar mejor los planes.  Reconozca si considera necesitarlo.

Además no se trata únicamente de ese tipo de apoyo.  Si usted ya tiene definido el tiempo y las acciones que requiere, puede negociar con su pareja o en familia ciertos acuerdos para que ese tiempo sea para usted y se tenga el apoyo de todos, con responsabilidades definidas.

6.  Defina premios y otras estrategias

Por qué no darse premios durante el proceso.  Esto permitirá reconocer cada avance que tenga hacia su meta.

Palacios explica que también es válido crear opciones para no dejarnos caer y conseguir el logro.  Esto va desde colocar frases en lugares visibles que nos recuerden nuestra capacidad:  “soy suficiente, soy tenaz”, hasta tener otros ejercicios que fortalezcan el amor propio.

Mel Robbins, autora del libro The 5 Second Rule, también invita a hacer un ejercicio para no procrastinar.  La idea es no usar más de cinco segundos para tomar una decisión, o bien hacer una cuenta regresiva y decidirse a hacer las cosas.  Así, si decide todos los días hacer ejercicio y no quiere levantarse haga la cuenta regresiva y al llegar a uno, póngase los tenis y hágalo.

Si en un plazo de cinco segundos no comienza a hacer lo que tiene pendiente, su cerebro abandonará la idea y quizá lo deje para otro momento.

En este proceso ayudará ver películas, leer libros o buscar algunos artículos motivacionales que le ayuden a seguirse formando.

ESCRITO POR:

Ingrid Reyes

Periodista de Prensa Libre especializada en periodismo de bienestar y cultura, con 18 años de experiencia. Premio Periodista Cultural 2023 por el Seminario de Cultura Mexicana y premio ESET región centroamericana al Periodismo en Seguridad Informática 2021.