Así se lo cuenta a Efe Carlota Vizmanos Soláns, farmacéutica experta en dermocosmética conocida en redes sociales como @dermolink, quien explica que “en época veraniega, los rayos solares aumentan la intensidad y tenemos más tiempo de exposición al sol”.
Por ello, “se recomienda usar el protector solar por todo el rostro, no todos los tipos de mascarilla protegen de la misma forma. Y para hacerlo correctamente hay que esperar que se absorba el fotoprotector antes de ponerse la mascarilla”, explica Vizmanos.
Este producto es indispensable para una rutina cosmética básica, en la que recomienda: “debe limpiarse el rostro, aplicar primero una crema hidrante y, posteriormente, el fotoprotector”.
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A la hora de elegir un buen protector solar, Vizmanos recomienda “que sean gel, crema o fluido con texturas ligeras, y productos no comedogénicos, es decir, que sus componentes no obstruyan los poros, ya que eso produce imperfecciones en la piel como puntos negros”.
Además, la dermofarmacéutica también subraya: “otra característica es que sean “oil-free”, es decir, libres de aceites y de absorción rápida”.
Recomendaciones sobre la mascarilla
Tanto con bronceadores como con el resto de productos de cosmética, Carlota Vizmanos recuerda que “lo importante es ver si el producto incluye la protección solar y, ante una exposición directa al sol, siempre aplicar un fotoprotector los 365 días del año”.
Ante las sensibilidades que puede provocar la mascarilla como el “maskné” u otras irritaciones que puedan verse empeoradas con el calor y la sudoración, se pueden llevar a cabo más pasos de la rutina antes de usar el fotoprotector.
Así explica que “la higiene de la mascarilla, cambiar la mascarilla según la duración de cada una (por ejemplo, la quirúrgica cada cuatro horas) y la propia higiene, resulta fundamental, sobre todo la limpieza facial e hidratar la piel”.
Para ello, “antes de utilizar la mascarilla es recomendable realizar una limpieza facial. Recomiendo la doble limpieza: primero un limpiador con base de aceite y después con un limpiador de base acuosa”.
A continuación, “el tercer paso es aplicar un tónico para regular el pH de la piel. Y el cuarto paso sería utilizar una crema hidratante. Es muy importante hidratar la zona y esperar a que se absorba. Posteriormente aplicar el protector solar”, recuerda una vez más.
Así que ya sabe, la mascarilla no es excusa para prescindir de protegerse del sol sea verano o invierno. Pero, con o sin ella, las precauciones adecuadas les permitirán disfrutar de un bronceado saludable.