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Por esta razón, según Wiking, puede convertir su memoria en un aliado para ser más feliz, aprendiendo a crear momentos gratificantes “a medida que vive y a convertirlos en recuerdos positivos e imborrables, que podrá evocar cuando le haga falta o atraviese una racha no demasiado buena”, indica.
Las investigaciones sobre la felicidad efectuadas por el HRI sugieren que las personas se sienten más felices con sus vidas si tienden a albergar una perspectiva positiva y nostálgica de su pasado.
“La nostalgia es una emoción humana universal y antigua y ahora académicos de todo el mundo están estudiándola para ver cómo puede generar sentimientos positivos, reforzar la autoestima y aumentar la sensación de ser amados”, según Wiking.
Los recuerdos nostálgicos permiten viajar atrás en el tiempo, mirar hacia el futuro y afectar a cómo se siente en el presente, y también lo lleva a conectar con usted mismo a lo largo del tiempo, así como con los demás, según este experto danés.
Wiking llegó a la conclusión de que existen ocho ingredientes que dan a los recuerdos la categoría de “feliz” y que puede potenciarlos para crear recuerdos memorables que traerán más bienestar a su existencia.
Explica cómo conseguirlo en su libro de ‘El arte de crear recuerdos’, un manual práctico para ayudar a acelerar la construcción de recuerdos nostálgicos y positivos .
Ingredientes de los recuerdos felices
Estos son, según Wiking, algunos ingredientes clave de los recuerdos felices, con los que deberíamos aderezar:
Aproveche el poder de las primeras veces
El primer beso, el primer piso, el primer empleo. Un estudio del HRI revela que el 23 por ciento de los recuerdos de las personas proceden de experiencias nuevas o extraordinarias. Cuando se trata de la memoria, la novedad garantiza durabilidad. Varios estudios demuestran que se recuerda mejor los días nuevos y extraordinarios en los que se hace algo diferente. Por eso, uno de los ejercicios para construir recuerdos felices consiste en ir, una vez al año, a un lugar al que no haya ido nunca, ya sea lejano o cercano. ¡Lo importante es sacar el calendario, el mapa y planificar esa escapada!
Implique todos los sentidos
El sabor de un licor ‘limoncello’ puede ‘teletransportarlo’ al instante a un verano en Italia, sintiendo incluso el cálido aire nocturno en la piel. Todos hemos sentido sabores, sonidos, olores, vistas o una textura que nos devuelve al pasado, una sensación que nos recuerda que un día fuimos amados, que fuimos felices. Las cosas se recuerdan por asociación. Cuantos más sentidos usemos, más vívido será el recuerdo. Así que la próxima vez que se sienta muy felices y quiera capturar el momento, debe tomar nota de la información de todos nuestros sentidos.
Preste atención
Existe una diferencia importante entre ver y fijarse cuando se trata de la memoria. Usted ve muchas cosas que no registra y que no puede recordar. Se fija cuando le presta atención, cuando registra algo y lo puede recordar más adelante.
Se vive en la era de la sobreestimulación, y cada vez resulta más difícil ser conscientes de dónde se está poniendo el foco. Por eso, es importante tratar los momentos felices como se trataría a alguien especial. ¡Sin perder detalle!.
Cree momentos significativos
Muchos estamos acostumbrados a la rutina diaria. Es fácil perderle la pista a este tipo de días rutinarios. Lo que la gente recuerda son los días señalados de sus vidas: las metas que se alcanzan, los momentos en los que se sienten realizados, conectados con los seres queridos, con el mundo y con la propia vida. Por eso, es buena idea crear más hitos, grandes o pequeños, como caminar diez mil pasos al día durante un mes, terminar las obras de la cocina o cambiar de trabajo y, después, celebrarlos dándose una recompensa, como una cena en un sitio especial.
Use su rotulador fluorescente emocional
Las reacciones emocionales hacen que las experiencias y los momentos sean más memorables, lo que significa que el arte de crear recuerdos también se basa en poner el rotulador fluorescente emocional a su servicio. Puede plantearse hacer cosas que le den miedo, vivir experiencias que le remuevan la sangre, ya que despiertan las amígdalas cerebrales, y los aspectos emocionales de dichas experiencias harán que sean más memorables.
Externalice sus memorias
Escribir, hacer fotografías, grabar, coleccionar ‘souvenirs’ de viajes, objetos familiares. Cualquier idea es buena a la hora de conservar nuestros los físicamente. Una encuesta reveló que el objeto más común que las personas rescatarían de su casa en llamas es su álbum de fotos, y es que las fotografías son la llave que abre la cámara de los recuerdos. Al decorar sus estancias con objetos que signifiquen algo para usted y cuenten una historia, alimenta esos recuerdos felices que lo conectan con quienes somos.
Ejemplos de cómo recordar la felicidad
“Crear recuerdos felices, basados en primeras experiencias emocionantes y a las que prestemos atención, y después evocarlos, puede ayudarnos en algunos momentos adversos de la vida, ” señala Meik Wiking a Efe.
“Experiencias tan sencillas como disfrutar de una cena normal y corriente en familia, pasándolo bien, riéndose y sintiéndose a gusto, o invitar a nuestro amigos a salir de picnic y que cada uno lleve un plato que nunca haya probado antes, pueden ser de gran ayuda cuando atravesamos situaciones difíciles”, finaliza.
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