Este fruto seco pertenece a la familia de las rosáceas. De acuerdo con la Fundación Española de la Nutrición, es un fruto de cáscara un poco dura y quebradiza, de color marrón-beige. La semilla es la parte comestible y mide alrededor de 2 centímetros de largo, con forma de lágrima aplanada.
Existen variedades de las almendras, algunas pueden ser dulces o amargas. Las dulces son las que se consumen como fruto seco y hay de dos tipos: las de cáscara blanca y las de cáscara dura. Mientras que las almendras amargas todas tienen cáscara dura y su variación es por el tamaño.
Su origen se localiza en Asia, conforme el tiempo se expandió hasta Grecia y Roma, pero los romanos fueron los encargados de difundir su consumo por el resto de Europa y luego a América. Se considera que es uno de los frutos secos más antiguos, se considera que ya se cultivaba y consumía desde 2 mil años a.C.
Propiedades de la almendra
Las almendras, que responden al nombre científico Prunus amygdalus, son ricas en agua, proteínas, grasas, hidratos de carbono y celulosa. El nutriólogo Alejandro Gutiérrez, añade que contiene vitaminas A, C, D, E y del grupo B1, B 2 y B3.
Asimismo, el fruto seco aporta calcio, fósforo, hierro, potasio, sodio, magnesio, azufre, cloro, manganeso, cobre y zinc.
El aporte de vitamina E que dan 50 gramos de almendras crudas es suficiente para cubrir las necesidades diarias de esta vitamina. Además, la fibra que contiene ayuda a estimular los movimientos intestinales y otorga la sensación de saciedad, por ello se utilizan para bajar de peso.
Este fruto seco también destaca por el aporte de grasa saludable, contiene ácido oleico cuyo consumo resulta parecido al del aceite de oliva que es de beneficio para el cuidado del sistema cardiovascular.
Para qué sirven las almendras
Las almendras tienen muchas propiedades que ayudan al cuidado de la salud. Los nutricionistas Alejandro Gutiérrez y Carlos Cabrera comparten algunos beneficios de este fruto seco.
- Fortalece los huesos y previene la osteoporosis, por su alto contenido de calcio, magnesio, fósforo y potasio.
- Reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, como infartos y problemas del corazón.
- Protegen el corazón, ya que gracias al magnesio, fibra, potasio y vitamina E estimulan la absorción del colesterol HDL y evitan que el colesterol LDL, comúnmente llamado “colesterol malo” se adhiera a las arterias.
- Ayuda a bajar de peso. Este fruto seco se utiliza como refacción entre comidas principales, por la sensación de saciedad que aporta gracias al porcentaje de fibra en su composición.
- Aporta energía. Por la vitamina B2 que contiene, este alimento hace que la energía sea ideal para hacer ejercicio.
- Previene el cáncer y la diabetes, ya que son ricas en antioxidantes, como los radicales libres, que previenen enfermedades degenerativas. Estudios indican que la mayoría de los antioxidantes están en la cáscara de las almendras.
- Aumentan la función cerebral,
- Mejoran el sistema inmunitario, gracias al zinc se combate el cansancio y la fatiga. Además, la vitamina A ayuda a desintoxicar el organismo.
- Evitan el insomnio, por el fósforo y magnesio ayudan a combatir la ansiedad y favorecen el buen descanso.
- Mejora la salud de la piel. El aceite esencial de almendras favorece la desaparición de las estrías en mujeres embarazadas. También sirve para suavizar las manos y los pies.
- Estimula la leche materna
¿Cuántas almendras se deben comer al día?
El consumo excesivo de almendras podría causar problemas en la tiroides, especialmente quienes ya hayan sido diagnosticadas con hipotiroidismo. No se recomienda comerlas a aquellas que sean alérgicas a los frutos secos.
Los expertos recomiendan comer alrededor de 20 almendras al día, para evitar cualquier problema en la salud.
