Cualquier persona puede hacer ejercicios de fuerza y de equilibrio en el hogar, no es necesario contar con todo un andamiaje de aparatos o elementos sofisticados para hacerlos. Lo único que se necesita es una silla que sirva de apoyo.
Una opción son los ejercicios al estilo de las sentadillas clásicas, que permiten fortalecer los músculos de las piernas, el trasero y la barriga y resultan fundamentales para la estabilidad general. Otro ejercicio útil es caminar sobre las puntas de los pies o recostarse sobre un costado del cuerpo y levantar lateralmente una pierna.
Realizar este tipo de entrenamiento durante 20-30 minutos dos veces por semana ya marca una gran diferencia. E incorporar ejercicios, aunque sean muy mínimos, a la vida diaria, es mucho mejor que no hacer nada.
Los adultos mayores pueden practicar, por ejemplo, mantenerse en puntas de pie mientras se lavan los dientes, o hacerlo parados sobre solo una pierna.
También al agacharse a buscar algo, se puede intentar hacerlo flexionando las rodillas.