La OMS asegura que la ampliación de la esperanza de vida ofrece oportunidades, no solo para las personas mayores y sus familias, sino también para las sociedades en su conjunto. “En esos años de vida se pueden emprender nuevas actividades, como continuar los estudios, iniciar una nueva profesión o retomar antiguas aficiones. Además, las personas mayores contribuyen de muchos modos a sus familias y comunidades. Sin embargo, el alcance de esas oportunidades y contribuciones depende en gran medida de un factor: la salud”, enfatiza la organización.
También se habla que si las personas mayores pueden vivir esos años de vida en buena salud y en un entorno propicio, podrán hacer lo que más valoran de forma muy similar a una persona joven. En cambio, si en esta etapa están dominados por el declive de la capacidad física y mental, las implicaciones para las personas mayores y para la sociedad tienden a ser negativas.
“Muchas persona de 65, 70 y 75 años todavía trabajan en Guatemala, la edad no significa que estén incapacitados, por el contrario ellos representan un cúmulo de experiencia y todos llegaremos a esa edad en la que queremos ser incluidos, estar sanos y aportando a la sociedad”, dice el médico geriatra Pablo García Aguilar, de la Unidad de Geriatría de Agudos (UGA), del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, (IGSS) y de la Clínica de atención al adulto mayor.
Por su parte, Raúl Pineda Amezquita, geriatra especialista en adultos mayores y emergencias en este grupo, director médico del Centro de Geriatría de Guatemala, comenta que personas que eran muy activas y que por la pandemia han dejando de trabajar, han tenido depresión porque dejaron su rutina, se aislaron, dejaron de ver a sus amigos y esta situación ha causado un aumento de padecimientos.
Buscar apoyo cuando hay depresión es necesario. Esta puede causar grandes sufrimientos y trastorna la vida cotidiana. Según la OMS, la depresión unipolar afecta a un 7% de esta población y representa un 5,7% de los años vividos con una discapacidad entre las personas de 60 años de edad y mayores.
Es frecuente que los síntomas de este trastorno en los adultos mayores se pasen por alto y no se traten porque coinciden con otros problemas que experimentan.
Los adultos mayores con depresión tienen un desempeño más deficiente en comparación con los que padecen enfermedades crónicas como las enfermedades pulmonares, la hipertensión arterial o la diabetes. Este trastorno aumenta la percepción de tener mala salud, la utilización de los servicios médicos y los costos de la asistencia sanitaria.
Cuando existen enfermedades asociadas
Danilo Hernández, médico general y con un diplomado en diabetes, expresa que estamos en una pandemia y que el cuidado no solo debe centrarse en evitar la posibilidad de contagio sino también de mantener su salud mental y emocional.
El médico Hernández comenta que la medicina preventiva es la mejor. El ideal es que los pacientes continúen con sus citas médicas por videoconsultas y hacerlas presenciales en las circunstancias que lo requieran.
En esta edad se sugiere una alimentación completa y una dieta balanceada con todos los grupos de alimentos, hacer énfasis en las proteínas para fortalecer la masa muscular y limitar las grasas saturadas y los alimentos procesados
Las dos fuentes de proteínas son el animal y la vegetal. Dentro de las proteínas de fuente animal se encuentran las carnes, huevos, pescados, leche y sus derivados, mientras las principales fuentes vegetales son las leguminosas y los cereales. Entre las leguminosas, la soya tiene la concentración más alta de proteínas y le siguen las lentejas y el frijol común. Dentro de los cereales, la quinoa es de las fuentes más ricas en proteína vegetal.
Es preciso reconocer que no solo se trata de consumir este grupo de alimentos sino de hacer ejercicio para lograr el objetivo de mantener los músculos, agrega García.
Es vital tomar suficiente agua. Los adultos mayores pueden deshidratarse con facilidad. García hace énfasis en cuidar la cantidad de carbohidratos que se consumen, porque estos son necesarios para aportar energía, pero en exceso derivan en un posible incremento de peso.
Pineda además agrega que una vez a la semana las personas puedan darse algún gusto dulce como un helado o un postre, ya que ellos a esta edad tienen preferencia por el sabor dulce debido a que se tiene cierta pérdida del sentido del gusto.
Se necesita llevar un control del paciente en casa y en especial si tienen enfermedades crónicas como diabetes o hipertensión, artrosis, osteoporosis o bien que afecte su memoria. Hernández explica que es indispensable monitorear que no pierdan masa muscular y referir de inmediato cualquier efecto adverso de los medicamentos.
Pineda agrega que las personas con diabetes en su rutina deben incluir regularmente tomarse la azúcar en ayunas, según el caso, un mínimo de una vez por semana. Es necesario anotar estos números para compartirlos en las citas médicas. Se recomienda al paciente y a la familia conocer más de la enfermedad para llevar el seguimiento apropiado.
Si tiene presión arterial alta, se requiere medirla con frecuencia, anotarlo y estar al pendiente de tomar los medicamentos. “Se aconseja a los cuidadores o quienes viven con ellos confirmen que estén tomando sus medicamentos, ya que esto disminuye las probabilidades de un derrame cerebral o un infarto”, agrega Pineda.
Vacunarse contra el covid-19 en esta edad es esencial. Los médicos consultados coinciden en que es necesario que las personas de la tercera edad lo hagan para fortalecer su sistema de defensas y que con ello se libren de la enfermedad, o bien que tengan efectos más leves, que al no vacunarse.
Hábitos que aportan energía y vitalidad
El ideal es que cada día las personas de toda la familia se sientan con ánimo. Para ello, los especialistas consultados dan algunas recomendaciones.
- La regla de los 10
Al despertar se sugiere un ejercicio simple. Es hacer 10 movimientos con cada parte parte del cuerpo. Así, abrir y cerrar 10 veces los dedos de las manos, rotar en ambos lados las muñecas esta misma cantidad de veces, flexionar los codos, subir y bajar los brazos, los hombros e ir con cada parte del cuerpo hasta llegar a los pies y tobillos. Esto le dará funcionalidad a todo el cuerpo, dice Pineda. - Caminatas
Esto es importante para quienes viven en lugares que lo permiten. Una caminata diaria por el sector hará que se fortalezca el cuerpo. El médico Hernández agrega que se ha comprobado que estar en los lugares al aire libre como parques tiene bajo nivel de contagio, así que es positivo ir de paseo a estos sitios. El ideal es evitar lugares con aglomeraciones, así como mantener las medidas de protección generales como el lavado de manos y uso de mascarilla. - El plan diario
Tener metas y actividades diarias es recomendable. Es preciso encontrar juegos y otras dinámicas que ayuden a fortalecer la memoria como leer, hacer algunos juegos de mesa, entre otros. - Comunicarse
Pineda recomienda a la familia o cuidadores que no se les restrinja tanto y se busquen medios para que ellos se comuniquen, ya sea por llamadas telefónicas, enseñándoles a usar tecnología o haciendo espacios para que se hagan videollamadas con amigos y familiares porque esa interacción y verse es favorable. También es necesario crear actividades en el círculo familiar que convive a diario para fortalecer la unión. - Aprender algo nuevo
Esto provoca una gran satisfacción. Es posible a esta edad regresar a estudiar, aprender un nuevo idioma, entrar a un taller de meditación, aprender el uso de un teléfono inteligente y comunicarse con redes sociales. La ventaja es que actualmente muchas de estas opciones están en línea.