Existen algunos criterios para definir que una persona está enfrentando esta enfermedad. Fluvia Téllez, coordinadora del Programa Nacional de Salud Mental explica que para diagnosticar una adicción se tienen diferentes parámetros, por ejemplo, en un período de 12 meses el paciente tendrá un fuerte deseo o necesidad de la sustancia, dificultades para el control de este consumo, síndrome de abstinencia y el abandono de otros intereses.
“Las adicciones son como otras enfermedades crónicas que se pueden tratar, prevenir y tienen un componente genético y también ambiental”, afirma Ximena Soto Fajardo, médica psiquiatra con posgrado en alta especialidad en manejo de adicciones.
La finalidad es atenderlas lo más pronto posible para evitar llegar a consecuencias graves o a la muerte.“Si tengo un antecedente de diabetes en mi familia y me alimento mal existen posibilidades de enfermar y esto es similar, si en casa hay alcoholismo y empiezo a consumir alcohol y heredé el gen podría desarrollar el problema”, ejemplifica Soto.
La experta explica que “también es importante quitar de nuestra cabeza que cuando se habla de drogas es únicamente de sustancias ilegales porque están los problemas del alcohol, uso indebido de medicamentos, tabaco, la nicotina o marihuana -esta última es legal en algunos países-, y el hecho de que sean legales no significa que dejen de ser dañinas”.
Lucía Hipólito, Neurocientífica, farmacéutica y profesora de la Universidad de Valencia en una conferencia de TedX que no estamos preparados como sociedad, amigos y familiares para aceptar que es una enfermedad y hace falta hablar más de ello.
“Imagine a decir a su hijo, mamá he estado tomando un poco de alcohol y probando cocaína y creo que se me está saliendo de las manos”, no escuchamos estas conversaciones en familia ni con los amigos y qué pasaría si en lugar de ese tabú habláramos más de ello …quizá seríamos capaces de tratarnos mucho antes e incluso de prevenir situaciones”, expresa Hipólito.
Las adicciones no son una debilidad ni falta de moralidad o un error que se ha cometido sino un estigma que aparta de la sociedad a quienes lo padecen y se oculta. “Estar preparados a liberarnos de este estigma es un reto par nuestra sociedad porque solo a partir de ahí podremos diagnosticar, prevenir, tratarlo y probablemente curarlos”, dice Hipólito.
El proceso de tratamiento
Generalmente los pacientes buscan ayuda cuando el problema ha salido de sus manos, cuando no utilizan las sustancias para sentir placer sino se ha modificado en su cerebro una condición que les hacer no poder vivir mientras estén sin consumir y no saben cómo detenerse.
La búsqueda de un control de esta enfermedad incluye el apoyo de diferentes profesionales que van desde el psiquiatra hasta otras profesiones según el diagnóstico de cada uno en la que influye la edad, el tipo de droga y otras cuestiones a evaluar.
Las personas adictas a menudo tienen uno o más problemas de salud relacionados con las drogas que pueden incluir enfermedades pulmonares o cardíacas, embolia, cáncer o problemas de salud mental.
Se ha comprobado que el humo del tabaco podría producir varios tipos de cáncer, la metanfetamina puede causar problemas dentales graves y los opioides en sobredosis causan la muerte. Además, algunas drogas como los inhalantes pueden dañar o destruir las células nerviosas del cerebro o del sistema nervioso periférico.
Soto agrega que es preciso individualizar a cada paciente. Reconocer si además de la adicción tiene otras enfermedades asociadas como depresiones y tratar ambas situaciones. Si solo tratamos una no se tendrán los resultados esperados.
Algunos necesitarán fármacos. Ciertos medicamentos de tratamientos usan para ayudar al cerebro a adaptarse gradualmente a la ausencia de la droga.
En la actualidad no hay medicamentos disponibles para asistir en el tratamiento de la adicción a drogas como los estimulantes o el cannabis, en las cuales se requiere de terapias conductuales.
El Instituto Nacional Sobre el Abuso de Drogas explica que la ciencia ha enseñado que los factores de estrés relacionados con el consumo de drogas (como la gente, los lugares, las cosas y los estados de ánimo) y el contacto con las drogas son los desencadenantes más comunes de una recaída.
Los científicos han creado terapias para interferir con estos factores desencadenantes y ayudar a los pacientes a continuar su recuperación.
Téllez explica que en ocasiones se requiere de hospitalización, pero es vital revisar y asegurarse que los lugares seleccionados sean profesionales.
La psicóloga Daniela Ortíz explica en una conferencia en línea reciente que es importante buscar a expertos, lugares con licencia sanitaria y que tengan un seguimiento médico y profesionales en adicciones y no caer en lugares donde están castigados, encerrados y enfrentarse a tratamientos empíricos.
“El objetivo es que tengan un tratamiento y no que salgan peor o resentidos”, añade.
El apoyo grupal y familiar
Los grupos como Alcohólicos Anónimos AA también resultan esenciales para la recuperación de algunas personas y para otros un coadyuvante combinado con otros tratamientos.
Otros trastornos como neuróticos anónimos han tomado este formato para recuperación, añade Marcelo Colussi, magister en psicología.
“Es importante considerar que estos grupos ayudan en el tema de adicción, pero si existen otras cuestiones o enfermedades es probable que aumente las recaídas”, agrega Soto.
La médica psiquiatra Soto hace énfasis que además cuando existe una persona con problemas de adicción solo refleja que existen muchos problemas más de fondo. Si existen familia podría ser necesaria una intervención en este grupo.
En familia es necesario poner límites y enseñarle al paciente a asumir las consecuencias y responsabilidades de las decisiones que toma. Al no hacerlo se podría legar a normalizar la conducta y se llegaría a tener un facilitador dentro del hogar porque se le encubre o le trata de salvar de las situaciones, explica Ortíz.
Del mismo modo este círculo tiene que informarse y educarse sobre la adicción, comenta Téllez.
Téllez agrega que como prevención dentro de la familia está la necesidad de acercamiento de padres a hijos, en especial en la adolescencia para transmitirles seguridad emocional. Acompañarlos, estar más tiempo con ellos, conocer sus gustos y estar atentos a cualquier cambio de conducta.
También insiste en cuanto sea posible dar seguimiento a otros programas en instituciones en los que se empodera a los jóvenes para ser líderes y orientar a sus pares para educarse sobre seta temática.
En la historia
Marcelo Colussi, magister en psicología explica que desde tiempo inmemoriables existen registros de consumo de sustancias para salir de la realidad, desde alcohol etílico hasta sustancias con capacidades psicoactivas como hongos y alucinógenos.
De hecho, las drogas se han empleado, por la mayor parte de las civilizaciones, como herramientas básicas para complementar sus ritos. Así se tienen registros del uso del fruto del guaraná por comunidades brasileñas, el hongo Amanita muscaria por los chamanes siberianos, o el hachís por los hindúes, se explica en una investigación presentada por la Facultad de Medicina, Universidad de Alcalá, en Madrid